En marzo inauguran planta de acopio de crudo pesado en el Sur
La inversión la realizó Emesa en UTE con Hatrick. Ya cumplieron 12 meses en el yacimiento Lindero de Piedra.
a Empresa Mendocina de Energía (Emesa), en UTE con Hatrick, ha cumplido 12 meses de extracción de crudo pesado en el yacimiento Lindero de Piedra, en Malargüe. Además, en marzo terminarán de construir una planta de recepción y acopio, contigua a la estación donde YPF inyecta al oleoducto en ese departamento, para poder enviarlo a la refinería de modo más simple.
Pablo Magistocchi, gerente general de la Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima, detalló que lograron certificar las reservas de ese yacimiento, que se encuentra en etapa de exploración, y ya han presentado a la Dirección de Hidrocarburos el pedido para avanzar en la de producción. Entretanto, han estado extrayendo, desde enero de 2019, entre 30 y 50 metros cúbicos diarios.
Se trata de un reservorio de petróleo pesado, que es ideal para la producción de asfalto, gasoil y querosén. Como por debajo de 85° es muy viscoso, se debe extraer a alta temperatura -aunque la formación no requiere estimulación hidráulica-, mantenerlo caliente en el yacimiento y transportarlo en tanques térmicos. De ahí que se haya decidido construir una planta de acopio, ubicada a 2,5 kilómetros de la villa cabecera de Malargüe, en un terreno contiguo a donde se encuentra la estación de bombeo de YPF, que va directo a la Destilería de Luján de Cuyo.
Magistocchi indicó que Lindero de Piedra ya lleva un año de producción petrolera continúa y que, si bien no se recuperará la inversión de la etapa de exploración -12,5 millones de dólares- hasta que se avance en la de producción, ya se volcó parte de lo pagado por YPF, en concepto de venta del crudo, a la terminación del parque solar Pasip.
El titular de Emesa subrayó que, con un año entero de extracción de crudo, la infraestructura de acopio casi terminada y el proyecto propio de generación de energía solar, la empresa se ha encaminado a ser efectivamente la de producción primaria de energía de los mendocinos. Se debe recordar que si bien surgió con aporte del Estado, que es el socio mayoritario, la firma es una sociedad anónima, que tiene recursos propios y no recibe pauta presupuestaria de la provincia.
Emesa también tiene la concesión del yacimiento Agua Botada, ubicado en Malargüe, en conjunto con la empresa mendocina Roch. Está en la etapa de exploración, pero se necesitan unos seis meses más para entender el volumen de crudo y poder calcular los costos y establecer la factibilidad económica; es decir, el potencial real.
Sin embargo, Magistocchi destacó que se trata de una zona de la faja plegada de Vaca Muerta, aunque como el petróleo fue fluyendo de forma natural hasta un reservorio, no requiere estimulación hidráulica. El año pasado terminaron las pruebas de otro yacimiento, denominado Calmuco, que tiene gas, pero está muy aislado, por lo que la alternativa económicamente viable es licuarlo.
Renovables, en espera
Sobre las energías renovables, Magistocchi señaló que la generación eléctrica es jurisdicción nacional y que las inversiones están congeladas porque no se sabe qué va a ocurrir. Es que se trata de proyectos dolarizados en los que los privados se embarcan con el compromiso de que el Estado nacional les va a pagar en esa moneda por los siguientes 20 años. Sin embargo, hoy se está abonando con el tipo de cambio oficial, mientras el inversor debe cancelar, a quien le vendió los equipos solares, en cuotas con otra cotización.
Por lo pronto, en Mendoza se está a la espera de qué va a suceder con varios proyectos en carpeta, que desarrolló Emesa y los vendió a privados, que consiguieron contratos a través de las licitaciones nacionales de energía. Uno de ellos es eólico, en El Sosneado, por 50 MV; y varios fotovoltaicos con un alto contenido doméstico, como Anchoris, Luján, Lavalle, General Alvear y La Paz, cada uno de 20 MV.
Fuente: Los Andes.