La enfermedad holandesa: de eso no se habla
Durante los años 60, el descubrimiento de gas en el Mar del Norte generó en Holanda un ingreso importante de divisas. A raíz de ello se apreció el tipo real de cambio y de ese modo se afectó la competitividad y la producción de la industria holandesa más tradicional.
Como la explotación del gas es intensiva en capital su propia dinámica no compensaba la caída de empleo que afectaba a los otros sectores.
Algunos países han resuelto esta problemática a través de la creación de fondos anticíclicos. Una parte importante de los recursos se destinan a un fondo fiduciario que a través de inversiones extra economía nacional se mantiene y acrecienta su valor. Luego es utilizado cuando los ingresos disminuyen y de ese modo evitan la apreciación del peso y generan una economía menos volátil.
El reflejo de las finanzas provinciales. Las provincias argentinas que tienen petróleo y gas reciben menos recursos proporcionalmente del gobierno nacional que las otras provincias.
Las regalías que reciben por ser dueñas del recurso natural las utilizan para financiar gastos corrientes y así tienden “naturalmente” a verse perjudicadas en el reparto de los fondos nacionales.
Ello puede apreciarse a través de la proporción que representan los ingresos tributarios de origen nacional sobre los ingresos totales por provincia.
Así, por ejemplo, para el año 2018 las provincias no petroleras ni gasíferas, excluyendo Buenos Aires y CABA que son casos muy especiales, los ingresos tributarios nacionales que recibieron representaron el 70% de los ingresos totales. Desde casos extremos como Formosa y Santiago del Estero con el 83%, Corrientes y Catamarca con el 78% hasta La Pampa con el 56% y Córdoba con el 52%.
En cambio, en las provincias petroleras y gasíferas los ingresos tributarios nacionales representaron en promedio el 45% . O sea, 25 puntos menos que aquellas. Con casos que van del 67% de Salta al 46% de Mendoza, al 36% de Chubut y al 23% de Neuquén.
Una alternativa. Las regalías que perciben las provincias por ser propietarias del gas y el petróleo son un recurso de capital. Es una compensación por el agotamiento del activo, Y, por ende, no deben utilizarse para financiar gastos corrientes.
Así como Noruega creó un fondo anticíclico, las provincias deberían utilizar los fondos que perciben para construir infraestructura, invertir en educación, investigación, innovación y desarrollo y apoyar a las pequeñas y medianas empresas locales a desarrollar actividades productivas.
Esa es una actitud sana en el manejo de las finanzas públicas. Utilizar las regalías para impulsar desarrollos productivos y trabajo decente local que reemplace, cuando solo queden los pozos vacíos y los pueblos fantasmas, después de que el petróleo y el gas sean explotados.
Carlos Abihaggle es economista (UNC). Ex embajador en Chile.
Fuente: Clarín.