El actual presidente de Guyana, David Granger, busca la reelección en unos comicios seguidos de cerca por numerosos observadores que creen que a pesar de ser una nación relativamente pobre, el ganador de las elecciones pronto podría liderar una muy rica.

Un hallazgo masivo de petróleo ha llevado al FMI a proyectar que la economía crecerá un enorme 85% en 2020. Y si las proyecciones se alejan aún más,  las estimaciones se vuelven verdaderamente estratosféricas para el país sudamericano de 780,000 habitantes.

Pese a esto, Guyana tiene la tercera tasa de suicidios más alta del mundo y la tasa más alta de mortalidad materna en América del Sur.

Una razón es que pierde talento, incluidos médicos y enfermeras. Cerca del 70% de sus graduados universitarios abandonan el país.

La mayoría de la población, incluida la de Georgetown, la capital, se encuentra en la costa baja que es vulnerable a las inundaciones. Gran parte de su población vive con menos de US$ 5.50 por día.

La pregunta es si la nueva riqueza petrolera mejorará significativamente la vida. “Esto podría ‘convertirnos de una vez por todas en un tipo de país como Singapur”, dijo el ministro de finanzas, Winston Jordan.

Los dos partidos de Guyana con posibilidades de victoria son Una Asociación para la Unidad Nacional + Alianza para el Cambio (APNU + AFC), que lidera el hasta ahora presidente, David Granger, y el opositor Partido Progresista del Pueblo (PPP), con Irfaan Ali a la cabeza.

Cualquiera que sea el partido que se haga cargo de la recompensa, podría gobernar durante décadas. Jordan llamó a esta votación” la madre de todas las elecciones “.

Sin embargo, casi todos los guyaneses parecen ser conscientes de que, como un aguacero en tierra seca, un torrente de dinero del petróleo podría traer más destrucción en lugar de alivio.

Fuente: El Economista.