El Instituto de Oxford prevé una lenta recuperación del precio del petróleo
Estima que a lo largo de 2020 no superará los u$s 30 el barril y que recién a mediados de 2021 podría ubicarse en el rango de los u$s 40 y u$s 50.
Frente al parate a escala global que generó la pandemia del COVID-19, el Instituto de Estudios Energéticos de Oxfod acaba de publica un informe titulado “¿Estamos frente a la peor crisis del petróleo?”, donde traza un panorama muy sombrío para la industria del Oil & gas a para lo que resta del año y una lenta recuperación hacia el 2021. Estima que recién para el segundo semestre del año que viene el precio del Brent se podrá ubicar en el rango de los u$s 40 y u$s 50 el barril. “Dado que el contrato de futuros de WTI de mayo se negoció a precios negativos en abril y a medida que abundan las preocupaciones sobre el mercado petrolero que alcanza los límites de almacenamiento, es difícil ser optimista sobre los precios y saldos del petróleo para 2020 y 2021”, arranca el informe elaborado por los especialistas Bassam Fattouh y Andreas Economou. Para lo que resta del año, observan que difícilmente el precio del crudo supere los u$s 30.
Según los autores del informe, “abril de 2020 será recordado como el mes más sombrío en el historia de los mercados petroleros”, debido a que se dio la mayor contracción interanual en la demanda mundial de crudo que, según estimaciones hecha por el propio Instituto, apenas llegó a los 33 millones de barriles diarios.
El estudio señala que a pesar del histórico acuerdo de la OPEP alcanzado en abril, hay escepticismo sobre el impacto que puedan tener los recortes anunciados, dado la magnitud que tuvo la caída de la demanda, el lento ritmo de recuperación que muestra la economía y las dudas que existen sobre muchos miembros de la OPEP de que realmente cumplan con los recortes de producción. A estos factores, se suma la particularidad que trae esta pandemia: “la demanda es el factor clave que determina los resultados del mercado petrolero. En el contexto actual, no hay modelos estadísticos que pueden capturar la relación entre el PIB y la demanda de petróleo y, por lo tanto, los límites de confianza en torno a las estimaciones de la demanda son muy amplios”, revela el informe.
El estudio del Instituto de Oxford plantea que también será determinante con lo que suceda con los países productores que están fuera de la OPEP, especialmente Estados Unidos. “El impacto se sentirá a través de diferentes partes de la curva de oferta. Por ejemplo, mientras que shale estadounidense tiene un menor ciclo de inversión y menor intensidad de capital que los campos convencionales y acceso limitado a medios financieros que la mayoría de los operadores estadounidenses de hidrocarburos convencionales, tienen que operar dentro del flujo de caja. En un entorno de precios bajos, esos flujos de caja generados no serán suficientes para mantener altos niveles de actividad que impactarán el crecimiento de la oferta. Todo esto significa que los productores no tienen más remedio que cerrar producción”. Incluso, el estudio especula que la salida de la pandemia puede cambiar el modo de producción de no convencionales en Estados Unidos: “cerrar la producción cuando los precios son bajos y aumentar la actividad cuando la perspectiva mejora. Por lo tanto, si los precios del petróleo finalmente se recuperan, la producción volverá pero con retrasos”.
Finalmente, el informe considera que Arabia Saudita puede ser uno de los países que termine favoreciéndose ante la salida de la crisis. Si la recuperación de la demanda demuestra ser más fuerte de lo que se esperaba, Arabia Saudita podría encontrarse en una posición para aumentar la producción y capturar una participación de mercado sustituyendo las pérdidas de producción de otros lugares. Pero para esto va a requerir que los precios permanezcan en un rango de u$s 40-50 para no alentar el rápido crecimiento de la oferta en otras partes del mundo y para apoyar la recuperación de la demanda”.
Fuente: Econojournal.