Clausuraron el único puerto que recibe gas licuado del exterior por riesgo de explosión
Está en Escobar y funciona desde 2011. La Justicia ordenó su cierre preventivo tras un peritaje, a nueve años de un reclamo de vecinos y ambientalistas.
Tras una disposición emitida por el Juzgado Federal de Zárate y Campana, el viernes la Justicia ordenó el cierre preventivo de la terminal portuaria para Gas Nacional Licuado (GNL) de Escobar. Se trata de un barco regasificador que abastece a diferentes partes del país.
Desde la Justicia Federal explicaron que la decisión, en el corto y mediano plazo, no traería aparejado un riesgo en relación al abastecimiento de gas en el país.
Fue una determinación tomada por los magistrados Adrián González Charvay y Raúl Alejandro Roust, que se basaron en una denuncia de 2011. Entonces, una vecina de Escobar había manifestado que el puerto, emplazado en el kilómetro 74,5 del Paraná de las Palmas, “presenta una situación de peligro de muerte urbana masiva por estrago de incendio o explosión del Gas Natural Licuado”.
Buques. El regasificador y un barco de transporte, en Escobar.
Nueve años después, la definición tomada por la justicia se argumenta en ese pedido y en un informe pericial realizado por la Cámara de Apelaciones de San Martín, y contempló la clausura preventiva del puerto regasificador desde el 16 de octubre.
La Justicia encargó el cumplimiento efectivo de la clausura el personal de Prefectura Naval Argentina, con sede en la localidad de Belén de Escobar, y comunicó la situación al Ministerio de Energía de la Nación.
Ahora, de acuerdo a lo que informó el diario El Cronista, autoridades de Integración Energética Argentina (IEASA) como YPF, que operan la terminal de regasificación de GNL en Escobar, se encuentran analizando los pasos judiciales a seguir.
En el mercado energético aseguran que las tareas de estas empresas en Escobar “cumplen con los más altos estándares a nivel mundial, que garantizan una operación segura para los vecinos del lugar, el medio ambiente y todos los empleados de la compañía que cumplen sus tareas en la terminal”.
A partir de junio de 2011, al buque regasificador que operaba desde 2008 en Bahía Blanca se le sumó otro similar instalado en Escobar para abastecer de gas a las centrales térmicas de Campana y Timbúes.
Sin embargo, desde su apertura en 2011, juntas vecinales, asociaciones ambientales y personas individuales vienen haciendo reclamos sobre el peligro de la instalación del puerto en esa zona, por la cercanía a viviendas en la zona de islas, como así también por la circulación de buques con cargamento por el río Paraná de las Palmas.
Desde la Asociación Ambientalista del Partido de Escobar (AAPE), emitieron un comunicado en el que aseguran que “nunca debió instalarse en ese lugar de acuerdo al estudio pericial, hace más de 9 años que la sociedad vive en riesgo permanente”.
Además, detallan: “El estudio pericial identificó altos niveles de riesgos con consecuencias catastróficas por incendios y explosiones, de elevado poder destructivo, tanto en la terminal y su entorno como en la ruta de navegación (que afecta a la ciudad de La Plata, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Isidro, Vicente López, San Fernando, Tigre, Escobar, Campana, entre otros) , que provocarían un elevado número de víctimas fatales o pérdida de vidas humanas, la afectación de la salud y el ambiente”, dijeron desde la AAPE.
El puerto de Escobar es el único por donde ingresa gas a la Argentina en barco, luego de la discontinuación en 2018 del puerto de Bahía Blanca, pero desde ya algunas semanas que no ingresa cargamento a la terminal, y tampoco estaba prevista la llegada de buques.
Si bien en la primavera y el verano no hace falta que lleguen barcos con gas licuado desde el exterior, el puerto tiene una mayor movilidad en los meses de otoño e invierno, con el objetivo de cubrir la mayor época de demanda.
Fuente: Clarín.