«El 2020 termina con inversiones arriba de u$s 2.000 millones»
El gobernador Omar Gutiérrez dio a conocer la cifra que terminarán invirtiendo las empresas en Vaca Muerta en uno de los peores años de la historia petrolera.
¿Ve una demanda recuperada de petróleo en el 2021? ¿Qué proyección hace Neuquén, al margen de los números sobre equipos perforadores que ya adelantó?
Para marzo de 2021 la actividad hidrocarburífera en la Cuenca Neuquina quedará completamente reactivada, incluso con más equipos operativos de los que había antes de la pandemia.
En febrero pasado había 73 equipos operando entre perforadores, workover, pulling y coiledtubing, que se redujeron a 38 en marzo y solo cuatro en abril. Paulatinamente hemos ido recuperando la actividad, aumentando mes a mes en línea con las proyecciones que presentamos hace unas semanas y esperamos llegar a 80 equipos en marzo del año próximo.
Hoy estamos produciendo cerca de 160.000 barriles diarios de petróleo, pero todavía estamos por debajo de las previsiones de 230.000 barriles que teníamos proyectados para fin de año. De todas maneras, nos acercamos a los niveles pre pandemia, cuando se llegaron a producir 170.000 barriles por día.
En el presupuesto presentado para el ejercicio 2021, sobre las premisas del sector hidrocarburífero, se contabiliza una producción diaria de petróleo (promedio anual) de 174 MBbl/día, que implicaría un aumento del 9,9% respecto al promedio anual de producción de 2020; una producción diaria de gas (promedio anual) de 65,5 MMm3, con un incremento del 3,2% respecto de 2020; un precio barril de referencia de 41,5 dólares (incremento del 2,9% respecto del precio promedio de 2020); y un precio de gas de 2,5 dólares por millón de BTU con un aumento del 11,6% respecto del precio promedio ponderado de 2020.
La expectativa es que la demanda tanto de combustibles como de gas natural a nivel nacional se vaya recuperando en la medida que se avanza en cuanto a la situación sanitaria.
¿Se puede afianzar una curva de inversiones en un año que todavía va a estar signado por el COVID-19 como el 2021?
Gracias a los acuerdos que la provincia, como poder concedente, ha establecido con las distintas compañías, y con el esfuerzo de cada trabajador y trabajadoras de la actividad, se ha podido fijar un sendero para la reactivación de la actividad.
Cuando pase la pandemia por COVID-19, el país no va a volver al punto de partida, vamos a estar unos escalones por debajo.Por eso hay que generar reservas en el Banco Central con un proceso genuino y de inversión que permita incrementar el saldo exportable, y para ello Vaca Muerta constituye una plataforma de inversiones y de exportaciones que puede dar al país las herramientas para disminuir importaciones y generar mayor competitividad a otros sectores de la economía nacional con perfil exportador.
¿Las exportaciones de crudo son la principal apuesta para Vaca Muerta el año que viene?
Hay que incrementar el sendero exportador como se ha venido verificando en los últimos meses, porque es una manera genuina de ingreso de divisas que van a fortalecer las reservas del Banco Central de la República Argentina.
A través del puerto de Bahía Blanca, se pueden llegar a exportar 260 mil barriles de petróleo por día, a lo que hay que sumar lo que se puede exportar a Chile por oleoductos (100.000). En cuanto al gas, tenemos que empezar con los mercados cercanos como Chile, Brasil y Uruguay y pensar luego en una planta de licuefacción que nos permita exportar a mercados de ultramar.
El trabajo que se ha llevado adelante estos últimos años ha puesto de manifiesto que estamos por el buen camino, con un producto de calidad para exportar.
Si bien este año las exportaciones se dan en un contexto de baja de demanda local, es auspicioso que se comience a generar flujo exportador para que Vaca Muerta pueda desarrollarse en todo su potencial. Es imperioso buscar un sendero de mayor eficiencia para no estar atados a los vaivenes del precio del crudo y de esta manera dar cumplimiento sostenido a las ventas internacionales.
¿Cree que un marco normativo, una ley como la que promueve Nación, puede afianzar la llegada de más inversiones en el sector petrolero?
Hemos logrado bajar los costos y ser más eficientes, pero tenemos que seguir trabajando. Para llegar con nuestro gas y petróleo al mundo necesitamos dar ciertas garantías. Las empresas tienen que saber cómo van a poder disponer de las divisas que inviertan, cómo se van a manejar los precios internos o cuál será el saldo exportable. Todas esas cuestiones podrían estar incluidas en una Ley de Hidrocarburos que sea elaborada con consensos entre todos los sectores.
Disminuir la presión impositiva sobre la exportación de petróleo y gas, la implementación del Plan Gas 4 son decisiones muy importantes del gobierno nacional, que nos permiten transitar la huella del crecimiento en Vaca Muerta. Para consolidar ese camino, hay que profundizar los acuerdos entre los gobiernos nacional, provincial y municipales y toda la cadena de valor del sector.
Los incentivos a la producción de gas son una política pública que se han aplicado durante los últimos tres gobiernos nacionales y los resultados fueron positivos. No hay que considerarlo como un gasto, sino como una inversión, que además permite el crecimiento de toda la cadena de valor del sector, sobre todo de las pymes, verdaderas generadoras de puestos de trabajo.
¿Vaca Muerta pasó de ser una promesa a una realidad en los últimos años? ¿Qué nombre le pondría a la próxima etapa, cuáles son los desafíos que se afrontarán?
Vaca Muerta es una de las principales turbinas económicas y, junto con el sector agropecuario y el turismo, permitirá resolver los traspiés económicos del país, porque genera divisas. Es vital conseguir la aceleración de Vaca Muerta, la generación de energía que evite la importación y la consecuente sangría de reservas del Banco Central.
En Vaca Muerta apenas el seis por ciento se encuentra en etapa de desarrollo masivo y estamos pensando en más concesiones, porque no podemos seguir con los recursos durmiendo en el subsuelo. Hemos avanzado mucho, pero tenemos el desafío de avanzar un nuevo escalón.
Fuente: Más Energía.