El intendente Milton Morales destacó el impulso que tuvo en la zona el lanzamiento del Plan Gas 4. Por día cerca de 20.000 personas pasan por la pequeña localidad. El municipio planifica un plan para asfaltar el casco céntrico.

Si bien Vaca Muerta no es ni un yacimiento ni un predio delimitado, Añelo se ha ganado su lugar como eje del shale neuquino por ser es la localidad que más siente el impacto positivo y negativo de la actividad no convencional.

Fue así que el año pasado el inicio de la cuarentena obligatoria tornó a este pequeño pero bullicioso lugar en casi un pueblo fantasma, con cientos de vehículos y máquinas parados, hoteles sin huéspedes, restaurantes vacíos y calles desiertas. Pero esa imagen comenzó a cambiar y el mismo intendente Milton Morales asegura que “ya es evidente la mayor actividad”.

Para Morales el 2020 “fue un año durísimo, atípico, en el que tuvimos diferentes realidades pero que terminó de una forma bastante distinta a como estamos acostumbrados a terminar los años”.

En ese sentido el jefe comunal explicó que tradicionalmente entre diciembre y enero se produce un período de menor actividad en los grandes desarrollos de Vaca Muerta, “pero este año fue al contrario, en vez de frenarse la actividad se empezó a ver un mayor movimiento”.

Morales explicó que luego de una lenta recuperación de la actividad, a fines de noviembre se dio un punto de inflexión en el que fue notable la mayor afluencia trabajadores, maquinarias y combis de personal.

“Notamos el cambio con el tema del Plan Gas 4 porque se notó mucho la mayor actividad que comenzó a fines de noviembre y sigue subiendo”, dijo el intendente.

Y remarcó que “hoy estamos con muchas expectativas de poder llevar adelante un mejor año, que la actividad remonte totalmente con el desarrollo que se proyectaba hace dos años”.

Pero Morales no espera que de la noche a la mañana la realidad cambie. La menor actividad petrolera impactó de lleno en esta pequeña localidad con una menor actividad comercial que desplomó también la recaudación del municipio.

“No esperamos ver una actividad como la que estaba proyectada hasta el 2022, por lo que el 2021 seguirá siendo un año malo, por más que avance la curva”, indicó y explicó que “estamos tratando de surcar la ola, de sostenernos dentro de la actividad que tenemos, pero no va a ser mucho más que el 2020, pero ese más ayuda a dinamizar la actividad de nuestra ciudad y la región, con más gente en la calle, gente que genera compras, consumo local y regional”.

El 20 de marzo pasado cuando entró en vigencia la cuarentena obligatoria y en el sector petrolero se dispuso que se trabaje con guardias mínimas Añelo se vació.

El bullicio de las calles cesó y los semáforos del cruce de la rutas 17 y 7, es nodo que conecta todo el corredor petrolero, apenas ordenaban un par de vehículos.

Hoy esa postal parece haber quedado atrás, en los hoteles de a poco fueron regresando los huéspedes que bajan de los campos petroleros, y la cantidad de operarios que residen de lunes a viernes en casas y departamentos de Añelo también ha mejorado. Y aunque tediosos, los semáforos de la ruta muestra nuevamente las largas filas de vehículos que van y vienen de los campos petroleros.

“Tenemos de lunes a viernes casi 20.000 personas pasando por la ciudad, entre los 8500 que viven en forma permanente, los 4500 que se hospedan de lunes a viernes y unos 6000 que todos los días vienen en los transportes”, aseguró Morales.

Pero la localidad aún está muy lejos de ser esa misma que hace un par de años recibía a diario a familias de todo el país que llegaban en la búsqueda de un trabajo en Vaca Muerta.

“Por ahora les diría a los interesados que no es el momento de venir, hoy todavía la actividad no ha remontado del todo y hay que mantenerse en espera para ver cuál va a ser el normal desarrollo de la actividad. Recién estamos viendo el despegue de la actividad pero falta para verla a pleno como hace dos años atrás”.

Sigue adelante el plan de asfalto

Podría decirse que la frase “en casa de herrero, cuchillo de palo” se aplica a las calles de Añelo, ya que a pesar de ser el municipio más cercano a los grandes desarrollos de Vaca Muerta la mayoría de sus calles carecen del asfalto que se elabora con el petróleo.

Pero desde el municipio tienen un plan para dejar atrás las calles de polvo y pozos que marcan que hasta hace una década atrás Añelo contaba con menos de 4000 habitantes y una matriz económica vinculada al campo y el empleo público.

“Tenemos un proyecto a ejecutar desde marzo de una licitación pública a través de fondos del Banco Interamericano de Desarrollo para hacer obras de asfalto”, contó el intendente.

En total la comuna espera abarcar 17 cuadras con este plan, cubriendo de esa forma casi todo el casco céntrico en donde hoy apenas un par de metros tienen pavimento.

Esta obra se une a las licitaciones realizadas por el gobierno provincial para la pavimentación del camino de circunvalación de Añelo, que será la nueva traza de la ruta 17 por la meseta, y el asfaltado de la nueva Ruta del Petróleo, la ruta provincial 67 que une directamente con la ciudad de Neuquén.

Fuente: Río Negro.