YPF y el regreso al modelo de centralización
Que significa la salida de Nielsen y el ingreso de González. Conducir YPF a través de un modelo de centralización y transferencia de recursos posibilitaría controlar los presupuestos provinciales.
La salida confirmada de Guillermo Nielsen de YPF tiene diferentes lecturas políticas y económicas, aunque ninguna establece claramente cuál será la visión del nuevo Presidente del Directorio, Pablo González. Lo cierto es que Nielsen no pudo llevar adelante la idea de conformar un fidecomiso en los Estados Unidos que garantice a los inversores el dinero invertido en Vaca Muerta, ni tampoco tener injerencia en la nueva Ley de Hidrocarburos. Es decir, el ala más beligerante de la coalición de gobierno le cortó las piernas y las manos, como así también las posibilidades de generar confianza en los inversores extranjeros.
La idea que se pregona desde la administración central responde a “vivir con lo nuestro”, para luego generar la confianza necesaria desde las propias estructuras del Estado. Mientras tanto, desde el Kirchnerismo se puja por repetir el modelo YPF-Chevrón, donde las grandes empresas petroleras terminen asociándose con la empresa de bandera “defaulteada”. Algunos petroleros confían que «el modelo y el socio estratégico” son garantes de confianza para llevar adelante la idea que desea implementar el Instituto Patria.
El gran desafío no es conseguir “inversiones” en un contexto donde el gobierno de Estados Unidos puso freno al desarrollo de esquisto; sino conocer la “visión” que persigue el Gobierno Nacional en materia energética. Entre los ejecutivos petroleros se preguntaron si el nuevo presidente del directorio de YPF, Pablo González, tiene en mente llevar a la industria a un modelo estilo PDVSA o estilo Equinor.
Mas allá del modelo, la mayoría de los ejecutivos consultados “no tienen confianza” en los interlocutores del Gobierno Nacional. Las señales que dieron a la industria y a los inversionistas desde que llegaron al poder fueron vagas, sin precisiones y con muchas contramarchas.
Los cambios de rumbo en la política energética del país pusieron en evidencia la falta de un plan estratégico de largo plazo. Un viejo ingeniero petrolero lo sintetizó con la frase del político y filosofó romano Lucio Séneca: “nunca hay viento favorable para el que no sabe hacia dónde va”.
Sobre este escenario, tanto sindicalistas como empresarios comenzaron a preguntarse si es posible -en la situación actual- pensar una YPF como herramienta del desarrollo económico de las provincias.
Reinventar a la YPF como motor de progreso y desarrollo con sus casas, escuelas y asistencia social en los pueblos es uno de los viejos anhelos del peronismo moderno; sin embargo, la sociedad creció y se independizó de esa histórica empresa estatal con la antigua figura del “Administrador”.
Para llevar tranquilidad a las provincias y conseguir el consenso de los gobiernos provinciales, Pablo Gonzalez tendrá dentro de sus objetivos reflotar la OFEPHI como herramienta política. En este sentido, el riesgo que observan los estados provinciales independientes es una mayor dependencia de la empresa conducida por el ala más dura de la coalición gobernante.
Entregar el “poder de negociación» a YPF para recibir inversiones al modelo “Chevron” es parte de las condiciones que González trabajará con los gobernadores. Un dos o tres por ciento menos de inversión en una provincia petrolera significa millones de dólares menos en regalías.
Por otro lado, será importante establecer “lazos” con las empresas operadoras privadas. El primer paso se dio hace un par de semanas cuando se anunció que Sergio Affronti es el nuevo presidente de la CEPH.
Una vez que se acuerde con los gobernadores será el momento de llamar a las empresas y socios. Los ejecutivos consultados recordaron que, luego de la pesificación de las tarifas, la administración federal de aquel entonces comenzó la importación de gas de Bolivia e implementó los famosos acuerdos del Plan Gas.
Por ese entonces, el Ministerio de Planificación Federal obligaba a las empresas a producir por encima de la curva base pagando U$S 7,5 el MBTU por la diferencia. Pero si no se llegaba al excedente, las operadoras debían pagar el gas importado por barco a un valor de U$D 18, cuando en realidad si lo importaban en forma directa se abonaba U$D 15.
El modelo de centralización del comercio exterior y transferencia de recursos entre los diferentes sectores de la economía, llevado adelante por la administración Kirchner, terminó perjudicando a las provincias del interior que debieron entregar sus recursos y las posibilidades de negociar directamente con los inversores.
Es cierto que los gobiernos recuperaron la estabilidad económica a través de los ingresos por regalías, pero al mismo tiempo perjudicaron el desarrollo de las contratistas locales. La libertad de elección y contratación de empresas regionales estuvo sesgada por una mirada política, más que por una visión de estrategia energética.
Con estos cambios de rumbos, el modelo de federalización de la matriz energética que expone el actual Secretario de Energía, Darío Martínez, podría pasar a ser retórica para muchas empresas locales; como la seductora idea que tuvo Guillermo Nielsen de crear un fidecomiso para que los inversionistas tengan garantizados sus inversiones.
La refinanciación y los cambios en el directorio:
La gestión de Guillermo Nielsen intenta por estos días llegar a un acuerdo con los fondos BlackRock, Fidelity y Ashmore Group por la refinanciación de U$D 6.000 millones. Desde la empresa aseguraron que hicieron la mejor oferta dentro del actual contexto macroeconómico, pero los representantes de los fondos advirtieron su disconformidad.
Este escenario pone en una situación delicada a Arturo Giovenco, actual director de YPF y especialista en temas financieros. Giovenco llegó con Nielsen al edificio de Torre Madero y desde algunos sectores estiman que dejará la silla una vez que termine el proceso de renegociación de la deuda.
En este sentido, las noticias y rumores corren más rápido que la información oficial de la empresa de bandera a la Comisión Nacional de Valores. El pasado 21 de enero la empresa informó oficialmente a la CNV el cambio de estructura y la renuncia de Jose Manuel Aggio como Vicepresidente de Recursos Humanos, cuando la noticia no desmentida fue publicada 30 días antes en las redes sociales y en este medio.
Para el mundo petrolero el enroque de Nielsen por González no es simplemente una movida en el tablero de ajedrez sino un cambio estructural en la política hidrocarburífera del país. Bajo el nuevo teatro de operaciones, las provincias tendrán que buscar los mejores interlocutores dentro de sus filas para generar alianza con la nueva cúpula ypefiana. Lo bueno para el gobierno de Omar Gutiérrez es que entre sus líneas tiene un prestigioso abogado en G&P con una larga amistad con el nuevo presidente de YPF.
Según trascendió, el importante abogado es amigo de Pablo González desde la época de la facultad y se comentó que más de una vez, intervino como nexo entre los representantes del gobierno de Santa Cruz y los ejecutivos de empresas petroleras privadas.
Fuente: Mejor Informado.