El mercado no coincide sobre un «súperciclo» del petróleo después de la pandemia
Los bancos de Wall Street más optimistas esperan que el crudo llegue a u$s 100 aunque hay muchos elementos que podrían descarrilar esa tendencia alcista
Dos de los bancos más grandes de Wall Street hablan de un nuevo «súperciclo» del petróleo. JPMorgan Chase y Goldman Sachs predicen que los precios se dispararán cuando se aplaque la pandemia.
El pronóstico más optimista es que los precios internacionales del crudo volverán a ubicarse en la zona de los u$s 100 el barril, un nivel que no se observa desde 2014. La suba esperada se basa en la creencia de que el estímulo fiscal impulsará el consumo justo cuando la inversión en producción nueva fue absorbida por la industria. Tal desconexión entre oferta y demanda, que es lo que provoca el alza duradera de los precios, son las condiciones básicas para que se dé el llamado súperciclo.
Eso transformaría las condiciones del sector petrolero, que recibió un golpe el año pasado por el efecto del Covid-19 sobre la demanda y las predicciones fatalistas sobre lo que significará para el mercado la adopción generalizada de los vehículos eléctricos.
«En los próximos años nos faltará petróleo antes de que no lo necesitemos«, dijo el jefe de petróleo y gas de JPMorgan, Christyan Malek, a los clientes durante una conferencia telefónica la semana pasada. «Podríamos ver que el petróleo sobrerreacciona hacia, o incluso por encima de u$s 100 el barril».
Desde fines de octubre, el crudo Brent, la referencia internacional, subió más del 65% a u$s 63 el barril, impulsado por el optimismo de las vacunas y los recortes de producción que aplicaron los principales exportadores.
El veterano analista de Goldman Sachs Jeffrey Currie, que fue una voz clave en el último súperciclo del petróleo entre 2003 y 2014, dijo a Financial Times que cree que hay riesgos reales de que el crudo se negocie en el rango de los u$s 80 «o incluso más este año».
Pero esta vez, señaló, no es la aparición de una China hambrienta de energía lo que elevará el consumo sino el gasto en estímulo que asumieron los gobiernos de todo el mundo, como los u$s 1,9 billones propuestos en EE.UU. por la administración Biden incluso para infraestructuras «verdes».
«Este tipo de estímulo apuntado a los hogares de clase media y baja crea un significativo consumo de materias primas porque esas familias tienen una mayor inclinación hacia el consumo», dijo Currie. «Esas personas no conducen autos Tesla. Manejan camionetas urbanas».
Lo compara con la iniciativa de la «Gran Sociedad» del presidente Lyndon Johnson en los ’60. Asegura que el impulso que le dio a la clase media estadounidense -y el consiguiente crecimiento del consumo de petróleo- ayudó a preparar el terreno para las alzas del crudo de los ’70, cuando los productores de petróleo de Oriente Medio pudieron reducir el suministro a Estados Unidos.
Arjun Murti se convirtió en uno de los analistas del sector petrolero más famoso del último súperciclo después de pronosticar en 2005 que el crudo podía superar los u$s 100 el barril, mientras trabajaba junto a Currie en Goldman Sachs. Más tarde predijo que llegaría a u$s 150 o u$s 200 el barril, antes de que alcanzara un máximo de u$s 147 en vísperas de la crisis financiera.
Ahora, como asesor y miembro de directorio de empresas energéticas, cree que llamar a esto súperciclo quizás sea «prematuro», pero puede imaginar escenarios donde los precios del petróleo se fortalezcan significativamente. «Todavía hay que superar algunos obstáculos, pero mucho lo decidirá la fuerza de la demanda», dijo Murti.
Antes de la pandemia, la demanda mundial de crudo rondaba los 100 millones b/d (barriles diarios). El año pasado cayó a un promedio de 90 millones b/d y los analistas prevén que no volverá a los niveles anteriores a la pandemia hasta 2022, cuando las vacunas permitan reanudar los viajes de larga distancia.
Murti sostiene que si la demanda de petróleo crece en cerca de 500.000 b/d en los próximos años, no alcanzará para crear una brecha de suministro. Sin embargo, si ese crecimiento fuera de 1,2 o 1,4 millones b/d -como ocurrió tras el derrumbe de los precios en 2014-15-, podría desencadenar un nuevo súperciclo.
El aumento de la producción podría ser el gran escollo para quienes predicen alzas. La oferta de crudo se vio afectada durante la crisis; la producción de EE.UU. se redujo en cerca de 2 millones de b/d el año pasado debido a los precios más bajos. Pero la escasez adicional necesaria para crear una brecha de suministro es menos evidente. Los recortes de suministro de Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y otros miembros de la OPEP+ han creado cerca de 8 millones b/d de capacidad sobrante.
«A corto plazo no hay realmente ningún déficit de petróleo y estamos viendo que países como Emiratos Árabes están planeando aumentar su capacidad», dijo Patrick Gibson, director de suministro global de petróleo en la consultora Wood Mackenzie. «Sin embargo, en la industria petrolera, siempre es difícil programar la llegada del suministro en el momento adecuado».
Pierre Andurand, que se hizo conocido durante el último súperciclo haciendo grandes apuestas a largo plazo al alza de los precios, se muestra más cauto esta vez. El año pasado, su fondo más agresivo ganó más de 150% apostando a la caída del crudo por debajo de u$s 20 dólares el barril.
«La trayectoria del precio del petróleo este año está en gran medida en manos de la OPEP, dependiendo de cuánta oferta decidan liberar en el mercado», dijo Andurand a Financial Times.
«Creo que la trayectoria de los precios del petróleo es probable que sea al alza en 2021 y los años siguientes, pero también hay muchos elementos que podrían descarrilar esa tendencia hacia arriba», agregó, citando el regreso del petróleo iraní, el ritmo en que los productores aumenten la oferta y el riesgo de que las vacunas Covid-19 tengan problemas con las variantes de la enfermedad.
Incluso los optimistas creen que el súperciclo podría ser más corto que el último. En opinión de Currie, el crecimiento de la demanda podría empezar a disminuir en 2025. Los analistas de JPMorgan son optimistas hasta fines de la década, aunque también prevén un pico en la demanda.
Entre los escépticos se encuentra Andy Hall, uno de los operadores de petróleo más exitosos del último súperciclo, ahora retirado de las negociaciones diarias. La industria del petróleo y gas está en «declive terminal», dijo. «Quizá este gato muerto pueda rebotar unas cuantas veces más. Pero, ¿sería eso un súperciclo?».
Fuente: El Cronista.