Hoy, 5 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética
Una conmemoración que tiene como finalidad reflexionar y crear conciencia acerca de la importancia del uso racional de la energía para el propio bien de la raza humana.
Todo comienza en el año 1998, en una Conferencia Internacional celebrada en Austria donde se acordó crear un día que fuese emblemático para el mundo, de la importancia de cuidar y hacer un uso consciente y responsable de la energía, que es vital para la vida.
En este encuentro se debatió sobre crear estrategias para ampliar la diversificación energética a través de otras fuentes como las energías renovables y la reducción de los combustibles fósiles.
Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos es una de las metas de las Naciones Unidas dentro de su Objetivo de Desarrollo Sostenible ODS7.
Para ello, uno de los objetivos que se marca es el de duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética de aquí al año 2030, un datos que es de gran relevancia recordar en esta fecha, que invita a sensibilizar sobre la necesidad de reducir el consumo mediante el uso razonable y sostenible de la energía.
En la actualidad, la eficiencia energética se plantea como una de las políticas de freno para el cambio climático y la consecución de sociedades sostenibles, junto con el desarrollo de energías renovables y una política de transporte menos agresiva con el medio.
No se trata de renunciar a la calidad de vida, sino de la obtención de los mismos bienes y servicios energéticos empleando menos recursos, mejorando los procesos, el reciclaje, el uso de productos menos contaminantes y un consumo inteligente.