Vaca Muerta empieza a levantarse
La actividad en el yacimiento de hidrocarburos no convencionales emplazado en la patagonia adquiere dinámica.
La gran esperanza energética argentina está comenzando a despertar luego del coronavirus, la actividad en la formación de gas y petróleo no convencional en Vaca Muerta se ha disparado y con ello se ha generado un aumento importante en la producción de hidrocarburos.
La misma ha crecido un asombroso 7% de diciembre a enero, pasando de 129 a 138 mil barriles de petróleo por día y estableciendo nuevos récords de producción históricos. Además, estos números son superiores incluso a los valores previos a la pandemia. Vaca Muerta ya representa casi el 30% del petróleo de nuestro país. La producción de gas natural también creció un 2% el primer mes del año en comparación con diciembre.
Hay dos indicadores fundamentales para analizar el ritmo de evolución de una formación no convencional. Las etapas de fractura y los equipos de perforación en actividad. En cuanto al primero, datos obtenidos por la consultora S&P Global Platts muestran que hubo 662 etapas de fractura en Vaca Muerta en enero de 2021, aproximadamente el doble de las 340 etapas reportadas para el mismo mes del año anterior.
Es debido a esto que la producción de petróleo en Vaca Muerta está creciendo a un ritmo impresionante. La otra medida clave para medir el nivel de actividad, los equipos de perforación han venido creciendo de manera sostenida desde Abril (mes en que se pararon todos los equipos) y los mismos se han más que duplicado desde septiembre, alcanzando un total de 38 equipos en actividad.
Una serie de factores han sido los desencadenantes para esta nueva y alentadora situación. En primer lugar, la demanda de petróleo a nivel mundial y en nuestro país continúa recuperándose y Vaca Muerta es una gran fuente de estos recursos. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) estima que actualmente la demanda ha superado ya los 96 millones de barriles por día.
Para tener una idea, en el pico de la pandemia ocurrido en abril el consumo de crudo se derrumbó a menos de 75 millones de barriles diarios. El sector energético a nivel mundial fue uno de los más afectados por el coronavirus debido a que se frenaron los autos, los aviones y las industrias, los principales sectores consumidores de productos derivados del petróleo.
Vale destacar que antes de la pandemia, el mundo consumía poco más de 100 millones de barriles por día, la OPEP estima que para fin de año la demanda mundial de crudo ronde los 99 millones de barriles diarios.
La recuperación de la demanda y los recortes de la OPEP han generado un escenario de estrechez en la oferta de petróleo que se ha traducido en la recomposición de los precios del petróleo a niveles superiores a los de la prepandemia.
El crudo de referencia Brent del Mar del Norte, que se utiliza como referencia en Argentina, llegó a valer US$ 15 en abril del año pasado. Hoy ya se acerca a los US$ 70. Vaca Muerta necesita, para ser rentable y aumentar la producción, un precio base de al menos US$ 45. Los precios actuales son un impulso a la inversión.
Otro factor fundamental fue la decisión del gobierno de empujar la actividad en Vaca Muerta para cuidar los niveles de producción y los puestos de trabajo. Es por esta razón que ha establecido en momentos donde los precios del petróleo se encontraban por el piso un “barril criollo” que le garantizaba a los productores un precio de US$ 45 el barril.
Por el lado del gas natural, el gobierno nacional definió la implementación del Plan Gas, estableciendo un precio sostén para el gas de Vaca Muerta cercano a los US$ 3,7 el millón de BTU.
Por último, es fundamental para el crecimiento de Vaca Muerta contar con YPF, una empresa nacional con decisión política para liderar el desarrollo de esta formación no convencional.
La firma nacional anunció hace unos días que invertirá US$ 2.700 millones en el desarrollo de petróleo y gas durante 2021. El liderazgo de YPF se observa en el rápido crecimiento de su producción en Vaca Muerta, ya produce 83 mil de los 128 mil barriles diarios de la formación y en la cantidad de etapas de fractura: 412 (de un total de 662). La petrolera estatal fue la que comenzó con el desarrollo de Vaca Muerta allá por el año 2012.