Vaca Muerta: el incremento de la arena para fracking demuestra una mayor producción
En lo que va de 2021 se consumieron 13.572 toneladas por pozo, un 68% más que en 2020 y casi el doble que hace dos años.
Un notable crecimiento viene experimentando en los últimos años la utilización de arenas especiales en el área de Vaca Muerta.
Este aumento de un insumo clave para el fracking tiene correlación directa con el incremento en la cantidad de fracturas por pozo para generar mayores productividades, y Bahía Blanca tiene mucho que ver con su logística.
El récord de consumo de arenas de fractura en el país se produjo en 2019, con 1.403.624 toneladas, un 32,7% más que el año anterior, cuando se utilizaron 1.057.457 toneladas.
Por efecto de la pandemia de coronavirus, que derivó en la paralización de las actividades de perforación y completación de pozos, el año pasado, la cifra se derrumbó hasta las 355.657 toneladas.
Sin embargo, el dato que explica que Vaca Muerta haya seguido batiendo récords de producción en plena pandemia es el incremento constante en la longitud de las perforaciones y de la cantidad de agua y arena inyectadas por pozo.
En lo que va de 2021 se consumieron 13.572 toneladas de arena por pozo, un 68% más que el año pasado y casi el doble de las 7.755 toneladas de 2019.
Este incremento de la demanda de agente sostén para las factura hidráulicas forma parte de lo que la industria petrolera denomina High Density Completions.
La incorporación de nuevas tecnologías y de prácticas aumentaron la eficiencia a lo largo de todo el proceso de fabricación de pozos.
La curva de aprendizaje del play Vaca Muerta llevó cinco años para comprender la mecánica del reservorio, la productividad de los pozos y su correlato con la longitud de los pozos y el número de fracturas.
La longitud de los pozos se incrementó fuertemente a partir de 2018 mientras que la cantidad de fracturas por pozo creció a partir de 2017.
Entre 2014 y 2020, la longitud de la rama lateral promedio de un pozo shale creció de 1.089 metros a 2.143 metros, es decir un 96,8%. Mientras que la cantidad de etapas de fractura pasó de las 14 en 2014 a un promedio en 33 el año pasado.
Esto trajo aparejado un fuerte incremento en las productividades y en la Recuperación Última de Petróleo (EUR en inglés), que se disparó de 43.000 m3 en 2014 a 159.000 m3 en 2020.
“En mayor medida la actividad se ha recuperado, si bien no a los niveles que alguna vez tuvimos en Vaca Muerta”, indicó Diego Manfio, VP Ejecutivo de Ingeniería Sima, compañía que tiene un centro de logística y de almacenamiento de arena en Añelo.
“Hoy está todo más orientado al gas. La utilización de la arena es un 30% menor a lo que proyectábamos, pero aun es muy incipiente este trabajo en el Plan Gas 4”, expresó.
La recuperación de la industria petrolera comenzó a sentirse en el último cuatrimestre del año pasado, luego de que se paralizaran por completo las actividades en los pozos.
En febrero de 2021, la completación de pozos en Vaca Muerta siguió en ascenso por séptimo mes consecutivo y se acercó a los niveles récord, con un registro de 685 etapas de fractura.
El crecimiento de la actividad de fractura está relacionado al importante stock de pozos DUC (Drilled Uncompleted) que había antes de la pandemia y que ahora están siendo completados.
La arena representa hasta el 30% de los costos de completación de un pozo no convencional, y si bien es uno de los insumos que más se ha abaratado, desde los 300 dólares hace tres años a los 100 dólares la tonelada en la actualidad, aún representa desafíos.
En otro orden, días atrás el gobierno neuquino lanzó la construcción del Parque Industrial de Añelo, en el corazón de Vaca Muerta.
El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, encabezó el lanzamiento del nuevo desarrollo y manifestó que “este parque fue coordinado y trabajado a través del proceso que llevó adelante el municipio de Añelo para promover la inversión privada”.
Asimismo, el mandatario destacó la importancia de “ponerle un eslabón a toda la cadena productiva dentro de la provincia de Neuquén”.