Hay 7 años para cambiar al mundo
Según el Reloj Climático, creado por artistas, científicos y activistas, entre los que destacan Ottmar Edenhofer del Mercator Research Institute on Global Commons and Climate Change (MCC) y Richard Heinberg del Post-Carbon Institute. Está hecho para concientizar sobre el cambio climático, segun el mismo a la humanidad le queda solo ese tiempo para frenar las emisiones de Co2. Un reloj gigante en cuenta regresiva fue instalado en la ciudad de Nueva York para alertar al mundo sobre el tiempo que resta para que los países adopten medidas decisivas para frenar el aumento de la temperatura global por debajo de 1.5°C y detener el cambio climático.
Allí se puede ver de cuánto tiempo disponen los gobiernos y empresas para frenar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, utilizan una metodología para estimar el tiempo para la fecha límite a partir de los análisis del MCC, que se basa en los datos del reciente Informe especial del IPCC. Según este indicador al planeta le quedan menos de 7 años hasta alcanzar el umbral peligroso del calentamiento global.
El estudio muestra que la atmósfera terrestre sólo puede absorber 420 gigatoneladas (Gt) de CO2 para permanecer por debajo del umbral de 1.5°C. Sin embargo, cada año se emiten alrededor de 42 Gt de CO2, es decir, 1332 toneladas por segundo. Esto supone un acumulado de gases de efecto invernadero anual que en 6 años, 253 días habrá superado el que la atmósfera puede tolerar. Por esto el calentamiento global para ese entonces será irreversible.
La llamada deadline muestra el tiempo que la humanidad dispone para evitar el calentamiento global. Del otro lado la lifeline muestra el porcentaje de energía de fuentes renovables en el planeta. En otro sector del reloj climático está la línea de la vida, que marca el porcentaje de la energía mundial que se produce a partir de fuentes renovables (12,24%). Este dato no es menor, si algo pretende esta medida de concientización es advertir que aún existe esperanza para frenar el calentamiento global.
Durante este año la emisión de CO2, producto de la utilización de energía a base de carbono se aceleró tras haber descendido drásticamente por la pandemia del coronavirus. Si se pretende frenar los inminentes efectos del cambio climático en el mundo, es importante que los países y las empresas garanticen una vida digna a las futuras generaciones a través de cambios en las políticas energéticas, para que ese porcentaje de fuentes renovables se acerque cada vez más al 100%.