La OPEP prevé que la demanda de petróleo seguirá creciendo hasta 2035
La organización prevé que la demanda de petróleo siga creciendo hasta mediados de la próxima década, incluso mientras los líderes mundiales se preparan para otro intento de evitar un cambio climático catastrófico.
La cotización del barril de crudo WTI, cayó este lunes a valores negativos por primera vez en la historia debido al desplome de la demanda durante la pandemia de coronavirus.
La OPEP prevé que la demanda de petróleo siga creciendo hasta mediados de la próxima década, incluso mientras los líderes mundiales se preparan para otro intento de evitar un cambio climático catastrófico.
El consumo mundial de combustible se recuperará por completo de su caída producto de la pandemia en 2023, y seguirá creciendo hasta alcanzar una meseta poco después de 2035, dijo la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en su último informe a largo plazo. Las proyecciones sugieren que hay pocas expectativas de que la conferencia COP26, que se celebrará en Glasgow, Escocia, dentro de poco más de cuatro semanas, culmine con un rápido abandono de los combustibles fósiles.
“Aún existen dudas considerables sobre si todos estos ambiciosos compromisos de mitigación del clima se cumplirán en el plazo propuesto”, señaló la secretaría de la organización con sede en Viena. Los miembros del grupo incluyen a los mayores productores de crudo de Medio Oriente.
La demanda mundial de petróleo sufrió una caída sin precedentes el año pasado, cuando los viajes y la actividad económica se vieron frenados por los esfuerzos para combatir el coronavirus. La OPEP prevé que el consumo repunte por encima de los 100 millones de barriles diarios en 2023 y continúe avanzando hasta los 107,9 millones diarios en 2035. Las proyecciones prácticamente no han variado con respecto al informe del año pasado.
El informe Perspectivas Mundiales del Petróleo de la OPEP, publicado el martes, se hace eco de los comentarios realizados a principios de este año por el líder del grupo, Arabia Saudita, en el sentido de que las esperanzas de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050 mediante una drástica reducción de las inversiones en combustibles fósiles son una fantasía de “La La Land”. Si bien el informe reconoce que las energías renovables son la fuente de energía de más rápido crecimiento, prevé que representarán solo el 10% de las necesidades mundiales en 2045.
Antes de la actual crisis energética, que ha contribuido a impulsar el crudo Brent por encima de los US$80 el barril y los precios del gas natural en Europa a niveles récord, la OPEP había comenzado a restaurar gradualmente la producción que suspendió cuando estalló la pandemia el año pasado. Espera beneficiarse de la próxima reactivación del uso de combustibles.
Coyuntura clave
La industria petrolera se encuentra en una coyuntura crítica. Algunas empresas energéticas y operadores afirman que la falta de gasto en proyectos de combustibles fósiles en medio de la lucha contra el cambio climático provocará una crisis de suministro, lo que podría hacer subir aún más los precios del petróleo. Por otro lado, los Gobiernos, la sociedad y los inversionistas están presionando a las empresas para que produzcan combustibles más limpios.
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Formada por 13 naciones que dependen de las ventas de petróleo para financiar sus presupuestos, la OPEP no es un observador neutral. Otros agentes del mercado del petróleo, como la Agencia Internacional de Energía y TotalEnergies SE, prevén que la demanda alcance un límite antes, en algún momento hacia el final de esta década.
La demanda de los suministros combinados de crudo y condensado de la OPEP aumentará de los 30,7 millones de barriles diarios del año pasado a 42,7 millones en 2045, según el informe. Su cuota de mercado mundial de petróleo pasará del 33% actual al 39% en ese año. Sin embargo, la organización no entregó proyecciones separadas para su producción de crudo, el componente que utiliza para equilibrar la oferta y la demanda mundial.
El grupo espera enfrentarse inicialmente a la competencia de su principal rival, la industria de esquisto estadounidense. La producción de petróleo apretado estadounidense aumentará desde el promedio del año pasado de 11,5 millones de barriles diarios a 14,8 millones en 2026. Pero la OPEP espera que el crecimiento del esquisto disminuya hacia el final de la próxima década, despejando el camino a la organización.
“Se espera que la carga de proporcionar gran parte del petróleo para satisfacer las necesidades del mundo recaiga sobre los miembros de la OPEP”, señala el informe.