La actividad industrial subió 13% interanual y se va a cerrar este año con la primera suba en tres años
En agosto la actividad industrial se estabilizó tanto en la serie mensual como interanual. Subió +13% interanual y en la serie mensual desestacionalizada hubo leve contracción de -1,8% con respecto a julio, acumulando dos meses de caída luego de la considerable suba registrada en el mes de junio. No obstante ello, los primeros ocho meses del año acumularon un aumento de +18,4% interanual y de +5,6% respecto de 2019.
En el acumulado anual, 8 de 12 sectores que componen el IPI-CEU mantuvieron subas respecto de 2019, principalmente aquellos de bienes durables y algunos de sus encadenamientos (Automotores, Minerales no Metálicos, Químicos, Caucho y Plástico, Tabaco y algunos segmentos de Alimentos y Bebidas, Metalmecánica y Papel y cartón). Todavía otros 4 sectores continúan por debajo (Edición e Impresión, Metálicas Básicas, Refinación de Petróleo y Productos textiles).
En el mes de agosto, las mayores subas se vieron en sectores como el Automotriz, que tuvo una suba de +48,5% con respecto a 2020 y +24,5% respecto a 2019, con buen desempeño tanto de las ventas al mercado interno como de las exportaciones. Por su parte, el sector de
Electrónica de consumo registró un incremento de +114,6% anual, mientras que respecto de 2019 la suba fue de +11,5%, a partir del impulso de la producción de aires acondicionados y celulares. Ambos sectores se encuentran en una fase de recuperación luego de las fuertes caídas de los años previos.
También hubo subas en la industria de Minerales no metálicos (+14,2% anual y +10,5% respecto de 2019) a partir de la recuperación de la construcción y las refacciones en hogares.
En tanto, hay sectores que si bien superaron los niveles de producción respecto de 2019, tienen un comportamiento muy heterogéneo en su interior. Este es el ejemplo de Metalmecánica, que registró una expansión de +16,3% interanual y repitió el incremento respecto de 2019 (+13,9%) por segundo mes consecutivo. Dentro del sector, se destacan ramas con muy buen desempeño (principalmente maquinaria agrícola y carrocerías, remolques y semirremolques y autopartes) aunque hay otras con recuperación más lenta. Algo similar sucede en Papel y Cartón: el sector registró un aumento interanual (+8,7%) y superó los niveles de 2019 (+5,9%). Sin embargo, el incremento continúa siendo traccionado por la producción de papel para embalaje como consecuencia de la expansión del e-commerce, mientras que otros rubros como papel para diarios y papel de impresión continúan sin alcanzar los niveles de 2019 debido al auge de los medios digitales y la virtualidad.
En agosto la actividad industrial se estabilizó tanto en la serie mensual como interanual. Subió +13% interanual y en la serie mensual desestacionalizada hubo leve contracción de -1,8% con respecto a julio, acumulando dos meses de caída luego de la considerable suba registrada en el mes de junio. No obstante ello, los primeros ocho meses del año acumularon un aumento de +18,4% interanual y de +5,6% respecto de 2019.
Por su parte, Sustancias y productos químicos registró un alza de +0,9% respecto a 2020 mientras que respecto de 2019 el incremento fue aún mayor (+14,8%). En este sector, la suba fue impulsada principalmente por productos químicos básicos, productos farmacéuticos, detergentes y jabones y gases industriales. Las variaciones reflejan una base de comparación bastante elevada en 2020, dada la gran demanda
de diferentes rubros del sector debido a los cambios en los patrones de consumo generados por la pandemia. Según los datos de IQVIA el mercado farmacéutico acumuló un incremento interanual del +9,3% en los primeros 8 meses del año. En tanto, Alimentos y bebidas registró una suba de +5,4% en la comparación con 2020 mientras que respecto a 2019 el alza fue muy moderada (+0,8%). Dentro del sector se observan heterogeneidades, con un impulso de la producción de bebidas espirituosas, bebidas sin alcohol y chocolates, que habían sido algunos de los rubros más castigados durante la pandemia, mientras que otros como café, vinos y pesca tuvieron un peor desempeño.
Otros sectores mostraron fuertes subas respecto del año anterior y, si bien gradualmente están mostrando mejoras respecto de 2019, en agosto todavía se encontraban en valores inferiores a los de aquel año. Tal es el caso de Metales Básicos, que registró una suba interanual de +31%, pero que todavía registra una contracción de -6,3% en la comparación con 2019. El sector está siendo traccionado principalmente por la mayor producción de acero, mientras que aluminio registra una recuperación más lenta. Por su parte, Refinación de petróleo registró una expansión interanual de +11,6%, pero los niveles de producción continúan por debajo de 2019 (-1,7%).
Los datos disponibles de septiembre indican tendencias mixtas en los datos de actividad económica. Si bien casi todos mantienen subas respecto de 2020, contra 2019 la situación es dispar. En algunos casos, las subas respecto de 2019 responden a las peores bases de
comparación luego del impacto de la devaluación tras las PASO de agosto de aquel año.
Mantuvieron mayores subas la producción automotriz (57,2% vs septiembre 2019) y la actividad de la construcción (Despachos de cemento: +18,2% vs. 2019, índice construya +25%). Por otro lado, las exportaciones a Brasil registraron una suba de 26,8% mientras que las liquidaciones de divisas (CIARA) continuaron la dinámica positiva marcando un incremento de 16,6% vs 2019. Las importaciones desde Brasil mantuvieron la suba por la dinámica de la producción y la muy baja base de comparación (+25,3% vs. septiembre de 2019). Por su parte, la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios industriales revirtió la dinámica negativa de agosto y marcó un incremento de +7,2% en la
misma comparación.
En tanto, la recaudación de IVA DGI registró una variación positiva contra 2019 (+2,7%) como consecuencia de la baja base de comparación por la devaluación registrada a partir de agosto de 2019, mientras que los patentamientos de autos continúan en caída,
en un contexto de restricciones de oferta en el sector (-12,3%). El año se encamina a cerrar con la primera suba luego de tres años de recesión. Sin embargo, el panorama para el cuarto trimestre del año y para el 2022 contiene varios elementos de incertidumbre, especialmente en el plano macroeconómico y en la demanda agregada.
El consumo privado, principalmente componente de la demanda agregada, continúa rezagado respecto a otros indicadores de la actividad económica. En septiembre el Índice de confianza al consumidor (UTDT) estuvo en niveles inferiores a los de 2019 (-1,6%), el crédito al consumo real cayó tanto con respecto a los niveles del mismo mes de 2020 (-6,6%), como a los de 2019 (-8,8%) y en los centros de compras (minoristas) las ventas marcaron las ventas continúan sin alcanzar los niveles de prepandemia (-34,4% vs julio 2019), aún pese a las flexibilizaciones en materia de circulación. Hay algunos indicios positivos en indicadores como consumo en Supermercados (+5,1% en julio respecto de jul-19) y en la recaudación por IVA DGI de sep-21 (que mostró la primera suba respecto de 2019), pero que por ahora son incipientes y en gran medida responden a las bases bajas de comparación en el marco de la crisis macroeconómica de 2019.
Por su parte, si bien las exportaciones se están recuperando en línea con el crecimiento mundial hay varias señales de alarma que deben considerarse como el debilitamiento de dicho crecimiento por la variante Delta, la caída en los precios internacionales y el elevado costo logístico del comercio exterior, impulsado tanto por el costo del flete como por la escasa disponibilidad de contenedores. La actividad industrial se encuentra en un punto de inflexión y si bien cuenta con mejores perspectivas que en años previos, se ve muy
condicionada por el devenir del contexto macroeconómico de elevada incertidumbre.