Bahía Blanca: Profertil es uno de los colosos del polo petroquímico de la ciudad
Con su instalación en una plaza donde también se encuentran otros gigantes, como Dow y Mega, tuvo tres razones sobresaliente: el gas, el puerto y los recursos humanos.
La compañía perteneciente en partes iguales a la petrolera de mayoría estatal YPF y la proveedora de insumos para el agro canadiense Nutrien es el único fabricante argentino de urea granulada y uno de los colosos del polo petroquímico de Bahía Blanca, en el sur de la provincia de Buenos Aires. El proyecto, que nació en 1996 y se inauguró hace 20 años, vino a suplir una demanda creciente que hasta entonces se importaba en su totalidad.
La urea es un fertilizante nitrogenado clave en la reposición de nutrientes para los suelos donde se producen alimentos, sobre todo trigo y maíz. Con la puesta en marcha de la planta, en 2001, tras una inversión de US$ 705 millones, el consumo de gas de Profertil equivalía a 2,5 millones de m3/día, es decir, era el segundo mayor comprador del país solo detrás de Aluar y, con ello, producía 1,1 millones de toneladas de fertilizante cada año.
Esa producción hoy por hoy llega a las 1,32 millones de toneladas, a partir de inversiones por más de US $150 millones que se concretaron desde 2015 para ampliar y mejorar la eficiencia energética.
Su significancia no se limita solo a la conocida sustitución de importaciones que, en este caso, sigue siendo deficitaria, porque Argentina consume literalmente el doble de urea de lo que produce esta planta, sino que también, tiene un impacto directo en la vida cotidiana de Bahía Blanca. Solo en salarios, son más de US $30 millones anuales que se vierten a esa localidad de 300.000 habitantes, entre los alrededor de 1.500 empleados directos e indirectos de la compañía.