Argentina 2022: los sectores que más crecerán
Las mejoras, sin embargo, “no llegarán ni a la mitad del rebote que esos mismos sectores registraron durante este año”
La recuperación de la economía estará cerca del 10% en 2021, luego de la fuerte caída que de 2020 por la pandemia. Ese proceso tuvo muchas heterogeneidades entre sectores y se espera para 2022 que la economía desacelere su ritmo de crecimiento.
Los sectores de mayor crecimiento en 2022 serán los servicios basados en el conocimiento, los servicios “presenciales” (beneficiados por menores restricciones y por la “revancha del consumo”), la producción de aparatos de uso doméstico (+16,1%) y la electrónica de consumo (+15%), las exportaciones mineras (+9,3%) y la producción de vehículos (+8,3%), según estimaciones del informe Abeceb de perspectivas sectoriales dado a conocer este miércoles.
No obstante, la consultora destacó que esa mejora “no llegará ni a la mitad del rebote que esos mismos sectores registraron durante este año”. Esta desaceleración no sólo se explica por la base de comparación (2021 era contra un 2020 signado por la extensa cuarentena), sino que los sectores enfrentan una “doble agenda”.
La primera tiene que ver con una macroeconomía debilitada con muchos problemas por corregir y signada por la incertidumbre, en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). A eso se sumará que el mundo no presentará el año próximo el “viento de cola” que dejó el precio de la soja y el ingreso de los DEG, con un posible recrudecimiento de la pandemia.
Y la otra agenda, señaló Abeceb, son los desafíos que impone la disrupción tecnológica y los nuevos hábitos del consumidor.
Dinámica sectorial
“Si tomamos los sectores ya mencionados lo vemos claramente”, consignó el estudio. La producción de aparatos de uso doméstico tuvo un repunte del 46,9%; los de electrónica de consumo del 54%, las exportaciones mineras, el 20% y la producción de vehículos, el 56,2%.
El informe caracterizó el rebote como uno “anémico” que también se da en la producción siderúrgica que se incrementará el 4,8% en 2022 y había crecido el 31,5% este año. “La construcción en 2022 tendrá una mejora al ritmo del 4%, y este año había alcanzado el 30,2% y la elaboración de productos farmacéuticos que en 2022 aumentará el 4%, quedó a la mitad del 8,9% de 2021”, añadieron.
Por su parte, indicaron que la actividad agropecuaria tiene perspectivas “heterogéneas”: “La venta de maquinaria agrícola se incrementará el 2,7% en 2022 contrastando con el 14,4% de este año y la venta de fertilizantes aumentará el 1,5% contra el 12,8% de 2021. La producción agrícola (cosecha valorizada) se mantiene estable en 2022 (+0,3%) contra un aumento del 28,4% en 2021, mientras que la molienda de soja crecerá el 2,1% contra el 17,4% del ejercicio actual. En cambio, la molienda de trigo tendrá un mejor 2022 con el 4%, recuperándose de la caída de este año (-3,9%)”.
Los desafíos en 2022
Según precisó Abeceb, las industrias argentinas se encuentran ante el desafío de gestionar también una “doble agenda”: la de los obstáculos, con “alta incertidumbre” de corto plazo reflejada en presión cambiaria, reservas en caída y crecientes expectativas de devaluación, “en un marco de deterioro estructural de largo plazo que eleva los desafíos”.
Por otro lado, mencionaron que existen nuevos “catalizadores”, con la aceleración y confirmación de un nuevo sendero en las preferencias de los consumidores, la aceleración de la agenda de sustentabilidad, los cambios en la espacialidad, y en el mundo del trabajo que imponen la necesidad de transformación y otorgan oportunidades para agregar valor.
Los últimos proyectos de ley enviados al Congreso intentan dar alguna directriz para guiar la actividad productiva a través de estos desafíos: “los incentivos planteados no son claros y, en algunos casos (Ley de Inversiones Automotrices, Ley de Envases y Ley de Electromovilidad, entre otros) confunden los desafíos actuales con la necesidad de otorgar una mirada estratégica, coordinada con las empresas y creíble”, detallaron.
Macroeconomía desafiada
“La economía ingresa a 2022 con debilidad política y una macro desafiada, con las autoridades obligadas a hacer algunas correcciones (tarifas y déficit fiscal), alta inflación y crecimiento modesto”, advirtió Abeceb.
La normalización de las actividades presenciales y el consumo postergado, sostuvo la consultora, ponen al entretenimiento y la hotelería como drivers de una recuperación de “bolsillos flacos”, aunque la amenaza de Omicron desafía a aquellos que dependen del turismo receptivo. “Restricciones Covid” y súper cepo con salarios en dólares bajos generan turistas cautivos y sostienen consumo de “indulgencia”, afirmó el estudio.
Además, hicieron referencia a la “sábana corta” debido a la falta de dólares para importaciones que detienen el desarrollo de algunos mercados y generan incertidumbre en algunos mercados.
“A la administración de importaciones se le suma los riesgos de la distorsión de las cadenas de valor internacionales, con industrias ya afectadas por la crisis de chips y semiconductores, así como por la presión de costos ante el aumento de precios de insumos difundidos: vidrios, plásticos y acero, entre otros”, enumeró la consultora.
Para aquellos que dependen del Presupuesto, “las señales son mixtas”. Para la obra pública si bien las licitaciones avanzan a buen ritmo, “los pagos se encuentran tensados”. Por el lado tarifario, se anunció un ajuste promedio del 20% que no alcanza a compensar el atraso ya que la inflación acumulada en los últimos dos años impide una normalización de corto plazo.
Para el petróleo y gas el foco del Gobierno está en “asegurar el abastecimiento interno”, en medio de una continua discusión sobre la ventana de oportunidad que tiene Vaca Muerta ante la aceleración de la electrificación del transporte y la transición energética.
“Para el petróleo, el diferencial está en manos de aquellos capaces de exportar, aunque asegurando el barril criollo. Para el gas, el Plan Gas avanza favorablemente, más aún en un contexto de aumento de precios del GNL a nivel mundial”, concluyó Abeceb.
Fuente: El Economista