Las empresas tendrán subas de 40% en materia de gas , sin quita de subsidios
Federico Bernal, interventor del Ente Regulador del Gas, giró esta semana los documentos a las compañias. Distribuidoras y transportistas mejorarían sus ingresos y no habría eliminación de subsidios en marzo.
Así surge de los documentos oficiales que giró esta semana el interventor del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Federico Bernal, a las licenciatarias Transportadora de Gas del Norte (TGN), Transportadora de Gas del Sur (TGS), Metrogas, Naturgy, Camuzzi, EcoGas, Litoral Gas, Gasnor y Gas NEA, que conforman una adenda a las actas acuerdo firmadas en mayo del año pasado.
Según informó este jueves Distribuidora de Gas Cuyana -integrante del grupo EcoGas- a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), su Directorio aprobó el «Proyecto de Adenda al Acuerdo Transitorio de Renegociación», mediante el que se materializarían «incrementos en la tarifa de distribución de la Sociedad diferenciados por categoría de usuario, con un impacto promedio ponderado de alrededor del 40%».
Sin embargo, las distribuidoras se preparan para tener una mejora en sus ingresos desde el 1 de marzo de entre 35% y 50%, con un impacto final sobre las facturas de los usuarios residenciales de entre 10% y 15%. El año pasado, las distribuidoras habían tenido un incremento cercano al 26%.
A eso habrá que sumar la recomposición de los márgenes de las transportistas, que desde abril de 2019 tienen congeladas sus tarifas.
Con todo, la suba final que verán reflejados los hogares se mantiene entre un 17% y un 20%, y llegaría con las facturas de mediados de abril o principios de mayo, tras la lectura de los medidores o las estimaciones bimestrales de consumo.
De acuerdo a una presentación de la Asociación de Distribuidores de Gas (ADIGAS) en las últimas audiencias públicas, en promedio el 41% de las boletas está explicado por el precio mayorista del gas, que remunera a las productoras y se traslada a las tarifas (pass through), el 11% corresponde al transporte, el 24% a la distribución y otro 24% a impuestos.
Por eso, la propuesta de Bernal de dejar quieta la porción del precio mayorista, por donde se canalizan los subsidios, tendrá un impacto fiscal, en el contexto de negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que exige un ajuste en las tarifas de la energía.
Fuentes privadas del sector creen que esa cuestión puede llegar a torcer el plan del Enargas de no tocar los subsidios en la parte mayorista.