Exploración costa afuera: una política para el autoabastecimiento y la soberanía
La producción de hidrocarburos en el mar argentino es una actividad que cuenta con antecedentes en el país, pero aún tiene un enorme potencial por desarrollar. Las tareas de exploración que YPF y otras empresas encabezarán en aguas profundas, a la altura de la provincia de Buenos Aires son el primer paso para que la industria pueda multiplicar en miles de millones de dólares la producción actual de hidrocarburos y sostener el proceso de soberanía energética y económica de la Argentina.
Nuestro país cuenta con una de las fronteras exploratorias más extensas del mundo. La exploración de hidrocarburos offshore (costa afuera) es el primer paso para que la Argentina pueda ampliar su capacidad de producción y dinamizar el conjunto de la actividad económica.
En términos materiales, se estima que, si se desarrollara la producción en aguas oceánicas de nuestra plataforma continental, el país estaría en condiciones de sumar en el primer yacimiento 200 mil barriles/día de petróleo duplicando la producción actual de YPF, que a valores de hoy significan unos 7000 millones de dólares al año. Pero, las previsiones de los geólogos de YPF, estiman que existen varios yacimientos más de la misma característica, con los cuales se podría multiplicar varias veces ese volumen inicial.
Hay que destacar que, el avance en la producción de hidrocarburos offshore (costa afuera), implicará para la Argentina múltiples beneficios, que no se circunscriben solo al plano monetario, también repercutirá en el conjunto de la matriz energética, al poner al país en condiciones garantizar su autoabastecimiento en gas y contar con recursos para financiar los procesos de transición energética a mediano y largo plazo.
Al mismo tiempo, la proyección de la industria hidrocarburífera nacional en nuestra plataforma continental, ratifican y consolidan nuestros derechos soberanos sobre el mar argentino.
Actualmente del 17% al 20% del gas natural producido en la Argentina se extrae del subsuelo marino, sin antecedentes de ningún incidente ambiental irreparable.
El sector de los hidrocarburos es el mayor multiplicador de empleo en la economía. Se calcula que por cada puesto directo en hidrocarburos se crean de 5 a 6 puestos indirectos, impulsando un conjunto de actividades que van desde la industria y transporte, de alta tecnología hasta los servicios como comercio y hotelería.
¿Qué es?
La exploración offshore consiste en las tareas de búsqueda y producción de gas y petróleo en áreas oceánicas a través de diversos tipos de plataformas y/o buques acondicionados especialmente.
A pesar de ser una actividad que cuenta con décadas de experiencia en nuestro país en las Cuencas Argentina Norte (CAN), Golfo San Jorge, y Austral (actualmente productiva, en Santa Cruz y Tierra del Fuego), la plataforma continental de la Argentina ha sido muy poco explorada.
Hasta el momento se perforaron un total de 187 pozos, de los cuales 36 se encuentran en actividad. Actualmente el 20% del gas natural producido en la Argentina se extrae del subsuelo marino, sin antecedente de inconvenientes ambientales.
Beneficios
El crecimiento de la actividad hidrocarburífera, en particular la de carácter offshore (costa afuera), repercute en sectores claves para el agregado de valor y el empleo industrial como lo son la siderurgia, la metalmecánica y la logística de transporte.
Hoy existen casi 10.000 empresas proveedoras de la cadena del gas y el petróleo, en particular el 80% son pymes distribuidas en las 24 provincias. El sector de los hidrocarburos es el mayor multiplicador de empleo en nuestra economía, impulsa la generación de miles de puestos de trabajo y motoriza al conjunto de las economías provinciales.
El sostenimiento de la actividad exploratoria y productiva en el mar argentino requerirá de servicios profesionales calificados de diverso tipo, así como del impulso a la industria naval y de cadenas de comunicación y aprovisionamiento de personal y combustible.
Proyecto Argerich
Por sus características geológicas compartidas, el reciente descubrimiento de petróleo offshore en las costas de Namibia y Sudáfrica es un indicador muy positivo respecto de las posibilidades concretas de hallar el petróleo en zonas costeras de la provincia de Buenos Aires.
La petrolera de bandera YPF se ha asociado con Equinor y Shell para la primera perforación en aguas profundas en la costa argentina en el Proyecto Argerich, el primer pozo exploratorio de aguas profundas en la Cuenca Argentina Norte (CAN 100).
Las actividades se organizan en tres fases: exploración, desarrollo y producción. En este momento se plantea la culminación de la fase exploratoria, con la perforación del pozo Argerich, para determinar la existencia o no, de hidrocarburos con valor comercial.
El pozo exploratorio Argerich, está situado a 307 km de la ciudad de Mar del Plata, y 320 de Necochea, sin posibilidad de afectar la visibilidad de la costa turística. Además, por la característica del flujo de las corrientes marinas en ese sector, ante la poco probable eventualidad de un derrame, este sería orientado hacia el interior del océano sin afectar la costa bonaerense.
Cabe destacar que, con antelación al inicio de las operaciones de exploración, desarrollo y producción, se realiza un estudio de impacto ambiental, sometido a la aprobación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
¿Por qué?
La exploración offshore (costa afuera) es necesaria para el crecimiento económico de la Argentina, donde ya es una realidad el incremento de la producción no convencional de gas y petróleo en la formación de Vaca Muerta. La importancia de estos estudios radica en que permitirán confirmar la potencialidad de la costa bonaerense en materia de hidrocarburos.
La exploración y producción del mar argentino generará decenas de miles de millones de barriles de petróleo, los que permitirán insertar a la Argentina en una posición favorable dentro del proceso de transición energética mundial.
Por este motivo resulta estratégico para nuestro país aprovechar la actual ventana de oportunidad para colocar los excedentes generados en un contexto internacional que seguirá demandando gas y petróleo durante muchos años.