La crisis también llegó a Malvinas: suspendieron la construcción del nuevo puerto por los altos costos de obra
Ese puerto implicaba una competencia para Ushuaia en el tráfico en el Atlántico Sur, y un desafío geopolítico para el país.
El nuevo puerto que se estaba construyendo en las Islas Malvinas prometía una dura competencia para Ushuaia en lo que hace al tráfico antártico y suratlántico.
Sobre todo, le iba a competir a la ciudad fueguina con los cruceros turísticos y buques militares y científicos que tendrían una nueva infraestructura moderna y más cercana a la Antártida, y con sintonía europea.
Pero la crisis global también golpea a las islas. También la que afecta al Reino Unido. Y ahora, el gobierno isleño anunció la suspensión de las obras que requerían las autoridades portuarias, por varias razones. La principal que argumentan, es el aumento en los costos de las mismas.
Tras una consulta de Clarín, en el departamento de prensa de las islas confirmaron que el costo estimado inicial para la Construcción pasó a ser de entre 50 y 70 millones de libras a unos 157 millones de libras, sin contar los otros costos que tendría que aportar el llamado Gobierno de las Islas Falkland, pero que no fueron detallados.
«Esta cifra es considerada por los miembros (del Gobierno) como no financiable», sentenciaron desde la capital del archipiélago.
Informaron además que este aumento se debe «en gran parte a dos factores». Por un lado, a que se descubrió que las condiciones de suelo son desfavorables y, por el otro, que se descubrieron sedimentos adicionales, que requieren remoción. Ello se había advertido en marzo pasado.
Por otro lado, las islas también se vieron fuertemente afectadas por la crisis de los mercados globales debido al impacto en la economía de la pandemia del COVID-19 y por el de la invasión de Rusia a Ucrania que afectan las cadenas de suministro, los costos de materiales y los costos de combustible.
La compleja construcción en el Atlántico Sur había quedado en manos de la firma BAM Nuttal Ltd, del grupo Royal Bam. Y esta trabajaba en sociedad con el gobierno. Es una zona estratégica no sólo para la pesca en el Atlántico Sur, sin también para las actividades científica y los viejos deseos de los isleños -tampoco satisfechos- de explotar hidrocarburos.
En diálogo con Clarín, el senador Pablo Blanco (UCR de Tierra del Fuego), una de las pocas voces que advirtió desde el principio que este proyecto isleño de brindar apoyo logístico en el Atlántico Sur había sorprendió al gobierno argentino dijo: «Ahora que Inglaterra anuncia la suspensión de las obras por la casi triplicación de los costos que había previsto, la Argentina debería hacer lo que desde hace tiempo venimos reclamando los fueguinos: invertir para la creación del polo logístico de Ushuaia y ampliar su puerto»
Blanco resaltó que su provincia era la «puerta de entrada más cómoda y natural a la Antártida y esa es una ventaja geopolítica que tenemos que aprovechar al menos».
En su momento el Gobierno protestó contra el trabajo que la empresa del Reino Unido había comenzado hacer allí en 2021. Lo hizo cuando el tema salió en los medios de comunicación, en particular en Clarín. El proyecto para el polo logístico en la Antártida está previsto en el Presupuesto de 2023, pero tiene idas y vueltas desde hace tres años, y se debate cuál será la participación que le darán a China en las obras, porque es una cuestión sensible.
Desde la islas señalaron a este diario: «Todos están de acuerdo en que las Islas Falkland necesitan una instalación portuaria que funcione y esté bien mantenida, y esa posición no ha cambiado. El equipo del Proyecto Portuario continuará trabajando en las opciones y consultará ampliamente con las partes interesadas como parte de este trabajo, antes de regresar al Ex Co (consejo ejecutivo) con los próximos pasos viables en febrero de 2023.»
«La necesidad de un nuevo puerto no ha desaparecido, por lo que se continuará trabajando para desarrollar opciones viables», remarcaron.
Fuente: Clarín