Roberto Murchison, presidente de IDEA: «La prioridad es estabilizar la economía»
El empresario portuario y presidente de IDEA, Roberto Murchison, dialogó en exclusiva con Ámbito en el marco del 58° Coloquio que concluyó este viernes en Mar del Plata.
En la entrevista se refirió al lema «ceder para crecer» que generó impacto entre los empresarios que asistieron al evento, y también a la coyuntura económica del país.
Murchison compartió su mirada sobre las necesidades y prioridades, y la responsabilidad que le cabe a cada sector de la sociedad en el futuro del país.
Periodista: ¿Qué dejó el Coloquio y este lema de «ceder para crecer»?
Roberto Murchison: En primer lugar creo que ha sido muy bueno volver a Mar del Plata. Creo que para muchos de nosotros es un simbolismo del fin de la pandemia que nos podamos juntar y discutir temas que hacen al país. Creo que se ha vivido con mucho entusiasmo por la mayoría de los participantes. Hemos tenido una participación muy importante de parte del empresariado. El título «ceder para crecer» ha impactado más que otros años, de hecho ha formado parte de la discusión de muchos de los paneles. A mí me ha llamado la atención que en general los debates se concentraron mucho en el ceder y no en el crecer, y a mí me gustaría puntualizar en que no es un tema menor que tenemos un país con posibilidades de crecer. Porque uno podría tener todos los problemas que tiene la Argentina, pero no tener con qué salir de ahí. Y yo creo que lo interesante que tiene el país es que tiene con qué salir de donde estamos. Y ahí nuestra propuesta de que tenemos que ceder para poder crecer.
P.: Es que crecer queremos todos, pero ceder no…
R.M.: Lo que pasa es que crecer no me parece un tema menor, porque damos por sentado que la Argentina tiene que crecer, y la historia nos ha demostrado que no es así. La Argentina hace 10 o 12 años que no crece desde un punto de vista económico. Con lo cual yo no daría por descontado el crecimiento, nadie nos va a regalar el crecimiento, hay que trabajar para lograrlo. De ahí que yo digo que hay que concentrarse en el crecer.
P.: ¿Qué y quiénes tienen que ceder?
R.M.: La Argentina la vamos a construir con el trabajo colectivo de todos los sectores, y de ese debate saldrá lo que tiene que ceder cada uno. Me parece que no sirve de nada que ceda un sector y no otros, porque eso no es sustentable en el tiempo. Creo que desde el empresariado hay algunas cosas que hay que ceder. Algunas tienen que ver con paradigmas, con puntos de vista, con miradas. Entender que el país es mucho más grande que el sector empresario y que tiene problemas mucho más grandes de los que tiene el sector empresario, y hay que atenderlos. Creo que hay que terminar de definir si es una falsa antinomia o no, pero muchas veces se habla de la necesidad de expandir las exportaciones y aparece el debate de la mesa de los argentinos. Ahí hay un tema para resolver. Tal vez ahí hay que ceder, y pensar en que hay que crecer con exportaciones y tenemos que ayudar a la política a resolver lo que esto puede generar en los precios de la mesa de los argentinos, que es un problema.
P.: ¿Y el reclamo por los impuestos? Parece que los empresarios mostraron ahora una moderación sobre ese punto
R.M.: Hay temas impositivos que resolver, que no solo son altos sino que en muchos puntos son distorsivos. La prioridad es buscar un equilibrio en el déficit. Uno no puede bajar impuestos y pretender equilibrar el déficit a la misma vez. Por eso creemos que la discusión de los impuestos hay que dejarla para otro momento. Esas son algunas de las cosas que desde el empresariado tenemos que revisar y ceder en pos de construir una Argentina más próspera y con una economía más grande.
P.: Se está hablando de un plan de estabilización. ¿Cómo ve la posibilidad de un acuerdo de precios y salarios?
R.M.: Habría que ver el plan. Si la pregunta es si es importante la estabilización macroeconómica, sí, estamos de acuerdo. Pero no puedo opinar del plan sin verlo.
P.: Hay medidas, como los varios tipos de cotización del dólar y los cambios en el sistema de importaciones
R.M.: Eso tiene que ver con el desajuste macroeconómico que tenemos. Yo creo que al final del día son soluciones de corto plazo que ha tomado la política. Y digo la política porque esto lo hemos visto sobre el final del gobierno de Macri también, con el precio del petróleo por ejemplo. Yo en términos generales, por conversaciones que tengo con el mundo de la política, a nadie le divierte prohibir las importaciones, se hace por un problema de restricción de acceso a divisas; a nadie le divierte tener inflación alta, es lo que sucede, es la temperatura del termómetro que genera eso, una consecuencia de otras cosas. Entonces me parece ahí hay un consenso sobre la necesidad de estabilizar la macroeconomía. Después estamos discutiendo la coyuntura para resolver un problema que en realidad es mucho más grande. Hay que resolver el debate sobre el origen de la inflación, no todo el mundo está de acuerdo en eso. Entender bien el origen va a ayudar a encontrar una solución. La inflación ha sido un problema en muchos países, la mayoría lo ha resuelto. La realidad es que con la salida de la pandemia y la guerra en Ucrania la inflación en el mundo ha subido, pero lo ha hecho a un dígito, y no dos como en Argentina. Tenemos que encontrar una solución a la inflación.
P.: Se habló de la necesidad de aumentar inversiones para crecer. ¿Qué necesita el sector empresario para invertir? ¿Hay que hacer una reforma laboral?
R.M.: Depende de cada sector. Hay sectores que necesitan insumos para producir y puede pedir por ejemplo que habiliten las importaciones. Otros sectores que son mano de obra intensiva va a priorizar que estabilicen la inflación porque la corre de atrás. Yo creo que la inversión es un tema mucho más complejo, que involucra a toda la ciudadanía. Yo trabajo en una empresa familiar, de 125 años, cuyos accionistas somos nueve primos. Algunos de ellos son amas de casa, maestras jardineras, a la hora de decidir invertir son ellos quienes lo hacen. Por eso creo que es un tema más complejo, que cuando un país no tiene inversión es un problema sistémico, no de tres o cuatro que están sentados decidiendo si toman un riesgo o no. Es un sistema mucho más complejo que incluye a las miles de pymes, que en general son también empresas familiares, pequeñas, que deciden sobre una inversión familiar y restringen consumos hogareños para invertir en la empresa familiar. Me parece que hay que pensar en esos términos para empezar a entender qué es lo que tiene que hacer la Argentina para aumentar la cantidad de inversiones que tiene, que por un lado son bajas.
P.: Pero entonces es más una cuestión de fe que de medidas concretas…
R.M.: No, todo lo contrario. Sería una cuestión de fe cuando deciden tres o cuatro, cuando hay miles y miles de personas hay muchas cuestiones que hacen a esa decisión. Vas a encontrar una pyme que a decidir si quiere crecer o no, y eso va a depender de si quiere tomar más gente o no, y el riesgo que implica tomar un empleado más y los posibles juicios laborales que pueda tener. En ese caso es un tema laboral.
P.: Entonces lo que hay que hacer es reducir el denominado «riesgo argentino» para invertir
R.M.: Claramente. El «riesgo argentino» hay que reducirlo. De todos modos el «riesgo argentino» es como la inflación, es una consecuencia.
P.: A un año de las elecciones presidenciales ¿Qué pedido tienen para la clase política?
R.M.: A nosotros lo que nos preocupa es el 40% de pobres que hay en la Argentina. La visión del sector empresario, y que considero debe enriquecerse con otras visiones, porque no creo que tengamos el monopolio de la verdad, es que una de las cosas que tenemos que hacer es generar más empleo privado, para lo cual hay que generar más inversión, para lo cual hay que generar un ambiente que genere inversiones. La encuesta de expectativas que hicimos hace 2 meses en el sector empresario surge que la estabilidad en las reglas de juego parece ser una de las variables principales para que decidan más inversiones.
P.: O sea que el pedido es acuerdos y consensos de largo plazo
R.M.: Sí. A mí me cuesta hablar en esos términos de pedir. Es simplemente, como actores de la sociedad, ser más explícitos en explicar a la sociedad que es lo que nos parece que hace falta para que se genere más inversión. Por supuesto la clase política es parte de la sociedad, pero creo que es más amplio que solo la clase política.
Fuente: Ambito