Las estaciones de servicio buscan una mejora en sus márgenes de comercialización y negocian con las petroleras
Más allá de los aumentos en los precios de los combustibles piden auxilio para afrontar los aumentos salariales a los empleados.
La rentabilidad es baja hace un tiempo en el sector más allá que ya quedaron en el olvido las dificultades que acarreó la pandemia y que los combustibles tuvieron varios aumentos a lo largo de este 2022.
El índice anual acumulado de inflación en Argentina superó el 76 por ciento, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Guillermo Lego, gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), reconoció que “no hay un incremento de la rentabilidad como para asegurar que las expendedoras están mejor”.
“Es cierto que la última suba trajo la posibilidad de tener mayores ingresos, pero los costos operativos de las Estaciones de Servicio también se elevaron. La realidad es que la inflación escaló por lo menos, 10-12 por ciento más que los precios de la nafta y el gasoil”, añadió.
Y si bien los volúmenes de venta crecieron, con un porcentaje mayoritario de la nafta sobre el gasoil (relación 60-40 aproximadamente), desde CECHA también plantearon que no se puede apreciar un punto de equilibrio total porque a lo largo del país aún hay ciertas bocas de expendio que tienen cupos de venta limitados, ya sea por falta de capacidad de refinación o de importación ante la escasez de dólares.
“Estamos en una meseta y no se ve un panorama claro. Y si siguen bombardeando con cosas que no teníamos pensadas, como la eliminación de los códigos QR, generan inconvenientes en el sector que no permiten visualizar bien qué pasará a futuro”, afirmó Lego.
“Dependeremos de que empiecen a entender que todos intervenimos en las paritarias”, dijo Lego para cerrar.