Brasil financia el Gasoducto de Vaca Muerta con una obra clave
Argentina logró cerrar el financiamiento por 689 millones de dólares del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES) para la segunda etapa del gasoducto de Vaca Muerta, que unirá la formación no convencional con el noreste argentino, según dijo ayer la secretaria de Energía, Flavia Royón.
La funcionaria agregó que el país, que necesita la obra para revertir su déficit comercial energético estimado este año en 5500 millones de dólares, está avanzando en otro crédito por u$s 540 millones por parte del Banco de Desarrollo de América Latina (ex Corporación Andina de Fomento, CAF).
En la negociación intervinieron el ministro de Economía, Sergio Massa, y el embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli. El anuncio se realizará después de que asuma el nuevo presidente Luiz Inácio Lula da Silva , en un «paquete para fortalecer las relaciones del Mercosur», señalaron fuentes del sector.
Según indican conocedores del proyecto, la firma Techint tiene un gran interés en ser el proveedor de la chapa en su fábrica de Usiminas y producir los caños en la planta de Tenaris en Valentín Alsina.
«La obra es fundamental para lograr el autoabastecimiento energético, profundizar las exportaciones regionales y desarrollar proyectos de Gas Natural Licuado (GNL)», sostuvo Royón frente a empresarios del sector, en la celebración del Día del Petróleo, organizada por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) en el Hotel Sheraton de Buenos Aires.
La secretaria de Energía reafirmó que la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta, que unirá Tratayén (Neuquén) con Salliqueló (Buenos Aires), estará terminada en junio de 2023 y permitirá incrementar la capacidad de transporte de gas natural en 11 millones de m3 diarios.
El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner de Vaca Muerta estará para junio 2023
Royón anticipó además que el Gobierno está terminando de redactar los proyectos para generar un marco regulatorio para la producción y exportación de GNL y de hidrógeno.
Por otro lado, la Argentina también está buscando financiamiento internacional, más precisamente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para ejecutar las obras de ampliación de la red de transporte de energía eléctrica en las 23 provincias del país y destrabar los cuellos de botella para realizar nuevas inversiones en energías renovables.