Energía eólica: industriales detectan desafíos pendientes para generar más ahorro de divisas
Un estudio de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPA) destacó el potencial de la energía eólica para las pymes y el país, que según estimaron fuentes del sector, habría alcanzado un ahorro en divisas de al menos u$s3.000 millones en 2022.
Según detalló el reporte de la UIPA, la industria eólica es una herramienta fundamental para permitir la transición energética y reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, pero también tiene otros grandes beneficios.
Una de ellas es el ahorrar de divisas mediante la sustitución de importaciones de combustibles líquidos, ya sea GNL (Gas Natural Licuado) o Fuel Oil. En 2021 por disponer de 3.292 MW el país se ahorró u$s800 millones, ya que redujo las importaciones de GNL, cuyo costo medio fue de u$s12 el MMBtu. En 2022 el precio del GNL promedio que pagó Argentina fue de u$s30 el MMBtu y según lo proyectado para 2023 el precio del GNL fluctuará entre u$s50 y u$s80 el MMBtu. Así, se estimó que el año pasado el ahorro rondó los u$s3.000 millones.
Sin embargo, los industriales detectaron que todavía falta un largo camino por recorrer. “Para seguir soñando con más energía eólica en el país, se necesita ampliar el sistema de transporte eléctrico, que hoy está agotado”, subrayaron desde la Unión, y agregaron que para cumplir con el objetivo que Argentina se impuso de llegar al 2025 con el 20% su matriz energética proveniente de fuentes renovables, se necesitan instalar unos 2.500 MW adicionales.
“La energía eólica es más que un camino a la transición energética, es una necesidad para conseguir el objetivo y hacer al país y a sus empresas más competitivas, es la puerta para que los productos nacionales puedan salir al mundo”, remarcaron.
Los empresarios aseguraron que la energía eólica ofrece a las pymes nacionales un importante mercado en términos de provisión de insumos y productos vinculados a la construcción de generadores, diseño y montaje de proyectos de energías renovables, al tiempo que les permite no solo un notable ahorro en los costos y en la capacidad de generación, sino que también, colaborarían en la “causa verde” de la descarbonización.
Actualmente en el país hay 58 parques eólicos distribuidos, que suman 3.292 MW de potencia instalada. Buenos Aires y Chubut son las provincias con mayor cantidad de aerogeneradores instalados en Argentina, que en total ostenta más de 900 en funcionamiento. Estas instalaciones permitieron abastecer de energía eléctrica a más de 2,7 millones de hogares en 2021.
El último informe de Cammesa sobre el factor de carga de los parques, que mide su nivel de productividad, señaló que solo 4 de los 58 no alcanzaron el piso de entre 24% y 30%. El mejor capacidad instalada posee es Los Teros II, con 13 aerogeneradores y un factor de carga del 60,1%.
La Cámara Argentina de Energía Eólica (CEA), que trabaja en conjunto con la UIPA para desarrollar a las pymes del sector, indicó que el 70% de Argentina tiene vientos suficientes para producir energía eólica. La Patagonia es que mayor potencial posee, con 1.576 MW instaladas. Le sigue Buenos Aires y GBA, con 1.177 MW.
“Argentina es un país con inmensos recursos naturales. Actualmente la instalación y desarrollo de los distintos proyectos eólicos son fundamentales para alcanzar la transición energética y la reducción de las emisiones de carbono”, recalcaron.
En 2011 la energía eólica y solar juntas representaban solo el 2% de la energía eléctrica generada en todo el planeta. Pero hoy, más de una década después, superan el 10%. “Si sumamos a la energía hidroeléctrica como fuente de energía renovable, el 28,3% de la energía eléctrica consumida a nivel mundial fue gracias a las fuentes de energía renovables”, sostuvieron los industriales, según datos concretos de organizaciones internacionales.
Además, destacaron que en la última década el mundo incorporó cerca de 845 GW de potencia eólica. “Nuestro país comenzó su recorrido con la eólica hace relativamente poco tiempo, pero ha logrado instalar 3.292 MW, producto de las iniciativas y programas como RenovAr y el desarrollo del Mercado a Término MATER, donde las industrias pueden comprar directamente energía a los proyectos eólicos. En el último año las energías renovables tuvieron una penetración del 12% con respecto a la energía eléctrica generada en el país, y de este porcentaje, entre el 70% y el 80% fue gracias a la generación a partir del viento”, celebraron.
Pero para la UIPA el país aún tiene desafíos y oportunidades por delante. Algunos de ellos son:
-ampliación del transporte eléctrico;
-el acceso al financiamiento;
-lograr que la escala permita desarrollar parques pequeños para demandas chicas y que sean rentables;
-mejorar la tecnología, para que haya parques híbridos, que mezclan tecnología eólica y solar;
-el almacenamiento de energía en sus distintas formas (ya sea baterías, o centrales de bombeo);
-desarrollo del hidrógeno, gran vector energético del futuro, donde Argentina debe trabajar para lograr un papel protagónico a nivel mundial.
Desde la entidad recordaron que durante el 4° Congreso Pyme “Somos Industria” se organizó un panel de expertos donde se explicaron los principales aspectos del mercado de generación eólica, enfatizando en la mejora notable que logra en los costos y el importante camino que abre para las pymes en términos de provisión de insumos y productos vinculados a proyectos de energía renovables.
En esa oportunidad, reclamaron trabajar en el desarrollo de herramientas para el sector industrial que le permitan crecer, desarrollarse y explorar nuevos mercados a través de tecnologías innovadoras, que además, promuevan la transformación del sector hacia la sustentabilidad.
“El futuro productivo se orienta hacia este nuevo modelo de generación energética. Las ventajas en cuanto a impacto medioambiental y beneficios para la matriz productiva son las que impulsan a los distintos sectores de la economía a trabajar en el desarrollo de las fuentes renovables de energía”, concluyeron.