La cantidad de fracturas que se pondrán en producción disminuyó un 4,7% en comparación con septiembre, el mes récord. Más de la mitad de ellos son YPF, que en apenas diez meses superó el nivel de actividad de todo el año 2022.

En octubre, se logró una fractura de 1.331 en la actividad productiva de Vaca Muerta, lo cual representó una disminución de 4,7% en comparación con el récord que se alcanzó en septiembre del pasado, cuando se concretaron 1.398 etapas.

Así se sustenta en un informe elaborado por Luciano Fucello, Country Manager de NCS Multistage, que destaca que YPF ya superó el nivel de actividad alcanzado en 2022. Alcanzó un total de 5.967 etapas en los primeros 10 meses, el valor récord de la petrolera de mayoría estatal en Vaca Muerta.

Según el informe, en octubre se ejecutaron 1.331 gestiones para poner en producción nuevos pozos. Fueron desarrollados por ocho empresas, de las cuales YPF explicó 582 fracturas, o el 56% del total.

El apoyo de los otros operadores en la formación se divide en Tecpetrol (99), Vista (136), Pan American Energy (119), Pluspetrol (163), Pampa Energía (16), Tecpetrol (211 etapas) y Phoenix (5).

Aunque en octubre hubo un descenso, septiembre se compara con un mes en el que se registró un número récord de fracturas, y los datos mensuales son consistentes con los del resto del año. A pesar de la incertidumbre que rodea a las elecciones, las empresas insisten constantemente en que sus productos se fabrican pensando «en el mediano y largo plazo». Un período favorable de la actividad se explica por el petróleo, producto de los altos precios internacionales y la mayor infraestructura de transporte, incluida la red de Oleoductos del Valle (Oldelval). Con todo, la industria estima que habrá 1.400 fases mensuales para 2023.

En cuanto al trabajo realizado por las empresas de servicios en octubre, Halliburton lideró el mercado de fractura hidráulica con 631 fases, seguida por SLB 319, Weatherford 163, Calfrac 119 y Tenaris 99.

En Argentina, se utiliza el termómetro para la actividad de yacimientos no convencionales, y las métricas comerciales se expresan en términos de fases de fractura en lugar de en términos de cantidad de pozos activos o unidades de perforación, como suele ser el caso de los yacimientos convencionales.

Además, a lo largo del tiempo, las fases de fractura han evolucionado hasta convertirse en un método preciso de medición de la actividad económica del sector, tanto directa como indirectamente, y utilizado tanto por el sector público como por el privado. La información es significativa porque indica la etapa previa a la realización de la producción en los pozos recién perforados.

Los estudios han demostrado una correlación directa entre el número de fases de fractura y la cantidad de hidrocarburos producidos en el futuro cercano, por lo que es apropiado medir el número de fases de fractura en la industria en su conjunto, así como en cada empresa individual.