El recorte de azúcar de este año se compensa por el crecimiento del bioetanol de maíz. Aunque representaría la tercera producción más baja en la historia para ese sector, hay perspectivas de mejora para el biodiésel.

La agroindustria es la tercera fuente de energía a nivel nacional, y su principal aporte proviene del aceite de soja, que se convierte en biodiésel, y del almidón de maíz y la caña de azúcar, que se transforma en bioetanol.

La sequía que ha causado la falta de producción agraria local se ha visto también en el sector energético. La agroindustria es la tercera fuente de energía a nivel nacional, y su principal aporte proviene del aceite de soja, que se convierte en biodiésel, y del almidón de maíz y la caña de azúcar, que se transforma en bioetanol.

El aporte de los biocombustibles a la matriz energética nacional terminaría este año con una caída del 40%, su menor participación desde el 2009, explicado principalmente por la sustancial caída productiva del biodiesel. Hace una década, ellos serían respaldos de casi el 3% de la energía total producida en Argentina durante el 2022.

De su lado, la reducción en azúcar caña ha provocado una caída interanual en la producción de bioetanol. «Aunque no está apagada, las expectativas sobre la nueva zafra en el NOA en el año entrante muestran mejoras y los biocombustibles pueden crecer en abastecimiento interno y exportaciones con un mejor marco de incentivos para la industria», destacó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), elaborado por Matías Contardi, Guido D’Angelo y Emilce Terré, quienes examinaron las perspectivas del sector.