Empresas: El plan de Aconcagua Energía para seguir los pasos de YPF en la Vaca Muerta mendocina
El Gobierno le adjudicó Payún Oeste, su quinta área en una cuenca madura de Mendoza. Es un activo estratégico: está sobre la lengua mendocina de Vaca Muerta.
En una provincia con petróleo como Mendoza no deja de ser noticia que el Gobierno licite áreas a una empresa dispuesta a producir más. Pero detrás hay una decisión estratégica: la apuesta al petróleo no convencional, en la llamada «lengua mendocina» de Vaca Muerta, que, como YPF, ya definió Aconcagua Energía en el bloque Payún Oeste, en Malargüe.
Con Payún Oeste, la firma ya suma 5 áreas en la provincia entre las cuencas Cuyana y Neuquina, tal como se divide el mapa petrolero provincial. Allí se comprometió a invertir U$S 8 millones en los próximos 5 años, con el 12% de regalías, para revertir el decline de producción (característica de una cuenca madura), y hasta lograr algo de crecimiento.
Pero la compañía fundada por Javier Basso y Diego Trabucco va por más, con un ojo puesto en lo hecho hasta ahora por YPF en Vaca Muerta.
Una noticia relevante
¿Por qué es importante ese yacimiento de 179 kilómetros cuadrados ubicado en Malargüe que le adjudicó el gobierno de Cornejo por 25 años, con opción a otros 10? Parte de la explicación es su cercanía con el megabloque de recursos hidrocarburíferos no convencionales donde YPF hace un tiempo empezó a perforar y pronto pretende empezar a extraerlos.
Para Trabucco, «es una apuesta estratégica, porque está ubicada rondando un activo que ya tenemos y nos va a permitir hacer sinergia para poner en valor lo antes posible la oportunidad que tiene el bloque en petróleo convencional. En primera instancia nos permitirá tener un centro operativo en Malargüe».
«Desriskear» Vaca Muerta: pozos y potencial
«Si bien entendemos que todavía hay potencial en convencional, mirándolo a largo plazo el no convencional es un vector de crecimiento para los próximos años en la provincia. Y, por qué no, soñar con poner en valor el Vaca Muerta mendocino», aseguró el director ejecutivo de Aconcagua.
Pero no es sólo una idea. Trabucco admitió haberse comprometido con Cornejo para «hacer un esfuerzo técnico por «desriskear» (de risk, «riesgo» en inglés) rápido» al megabloque. Estiman que debajo de al menos 140 de sus 179 km2 de acreaje hay recursos no convencionales.
Incluso proyecta un crecimiento. Y hasta «contagiar a otros» para hacer lo mismo, contenidos en el interés del Gobierno de Mendoza por atraer capitales a Vaca Muerta.
Técnicamente, es replicar lo que ya hizo YPF: perforar 2 pozos con ramas horizontales de 1.000 metros en donde aplicó fracking (o estimulación hidráulica). Un paso necesario para sondear reservas de shale oil y gas, testear productividad, y entender cómo se comporta la formación y su potencial.
«Eso ayuda a entender si hay ‘premio’. El próximo paso lógico es hacer un pozo de 3000 metros para ir a su máxima potencialidad con esa ‘receta’. Nosotros podríamos seguir el mismo camino, no necesariamente con la misma cantidad de pozos», precisó.
En los planes de Aconcagua figura hacer algo a escala: esto es, perforar 2.000 metros para determinar si el bloque puede tener más de 100 kms2 prospectivos. Y de ser así, pensar en 100 pozos a futuro. Significaría 1 pozo por km2, y una presunción entusiasta: de cada pozo podrían obtenerse hasta 1 millón de barriles de petróleo no convencional.
En busca de un socio
Trabucco y Basso saben que requerirán un socio estratégico para ejecutar su plan, por la magnitud de la inversión necesaria. Y ya negocian con un grande del petróleo mundial, cuyo nombre guardan bajo siete llaves por ahora.
Hasta entonces, en las oficinas que Aconcagua ocupa en el 7mo piso de un moderno edificio en el piedemonte de Luján trabajan en el «core» de su negocio. Los U$S 8 millones que pondrá en Payún Oeste se suman al presupuesto que insumen los otros 4 yacimientos (Chañares Herrados y Puesto Pozo Cercado, en la Cuenca Cuyana al norte, y Confluencia Sur y Atuel, en la Cuenca Neuquina, al sur).
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Fuente: Diario Uno