Vaca Muerta: Se dispara la producción y sigue marcando récords
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En enero, la producción de petróleo y gas creció más del 11% interanual e impulsó las exportaciones; se espera que el superávit comercial energético se duplique este año gracias a nuevas obras de infraestructura.
La producción de petróleo y gas no para de crecer en la Argentina, lo cual es festejado por el Gobierno debido al impacto que tiene la industria en la generación de divisas. De hecho, en enero pasado, hubo un saldo comercial positivo del sector de US$678 millones, según el último informe del Intercambio Comercial Argentino (ICA).
El mes pasado, la producción de petróleo creció 11,5% interanual y llegó a 757.100 barriles de petróleo por día, según datos complementarios de la Secretaría de Energía. De ese total, el 60% se produjo a través de la explotación no convencional, que se desarrolla en Vaca Muerta.
Para ello, se aplica la tecnología del fracking, que se inventó en Estados Unidos y que implica la inyección de grandes cantidades de agua y arena para romper la roca y generar grietas que permitan la extracción, algo impensado hace 10 años.
Las cinco principales productoras del país son YPF (36% del total), Pan American Energy (13%), Vista (10%), Chevron (7%) y Shell (6%), según datos de la consultora Economía y Energía (EyE).
En lo que se refiere a gas, en enero, el crecimiento fue de 11,95% y se alcanzó un nivel de producción de 138,5 millones de metros cúbicos diarios (m3/d). Las principales empresas productoras en este caso son YPF (28%), PAE (14%), TotalEnergies (11%), Tecpetrol (9%) y Harbour (7%), que compró los activos en el país de la alemana Wintershall Dea.
La producción de hidrocarburos sigue impulsando el crecimiento del país.
En enero, se extrajeron 757,1 Mbbl/día de petróleo, un 11,5% más que en el mismo período del 2024.
En gas, también se logró un crecimiento interanual, del orden del 11,9%, alcanzando los 138,5 MMm3/día.
Como resultado de esta mayor producción, el mes pasado, las exportaciones de combustibles y energía (CyE) aumentaron 23,7% de manera interanual y generaron ingresos de divisas por US$879 millones. De este total, se destacan las exportaciones de petróleo, que crecieron 79,2% y representaron US$534 millones.
Estos datos se complementan con la caída de 32,5% en las importaciones de energía, que redujo la demanda de divisas a US$201 millones, y permitió el mayor saldo comercial. En este caso, también se desataca la caída de 40% en la importación de gas y una reducción de 23% en las compras de gasoil.
El año pasado hubo un superávit comercial energético de US$5668 millones, que no sucedía desde 2009 (con excepción de 2020, por la pandemia, cuando la balanza fue apenas superavitaria).
Para tomar dimensión, en 2023, el saldo estuvo en equilibrio y en 2022, fue deficitario en más de US$4300 millones por el impacto del alza de los precios internacionales del gas luego de la invasión de Rusia a Ucrania. Es decir, en dos años hubo un cambio de tendencia en la balanza comercial energética de casi US$10.000 millones.
Para este año, se espera que el superávit de la balanza comercial de energía se duplique y genere un ingreso de divisas neto de US$8000 millones, ya que entrarán en funcionamiento pleno dos obras clave de oleoductos y gasoductos, que permitirán consolidar las exportaciones de petróleo y reducir las importaciones de gas.
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Fuente: La Nación