Gas: un negocio que promete el ingreso de dólares, pero desafíos por resolver

El mercado de gas natural licuado está llamado a ser la punta de lanza de las exportaciones energéticas del país, pero las distancia a los grandes centros consumidores encienden luces amarillas.
En los últimos años la producción de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta alcanzó niveles de producción muy eficientes, comparables con los de la principal formación de shale del mundo, Permian, en el sur de Estados Unidos, al punto que según los analistas del sector, el país pasará en apenas un par de años de ser deficitario en su balanza energética a ser superavitario y contribuir a generar los dólares que necesita el país.
La construcción del Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno, inaugurado en 2023 como Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y llamado así hasta 2024, junto al proyecto de construcción de una planta de licuefacción en Punta Colorada (Sierra Grande, Río Negro) con vista a la exportación de Gas Natural Licuado (GNL), son los pilares de una nueva matriz energética en Argentina.
Sin embargo, las oportunidades están, pero otros competidores ya picaron en punta y además tienen mejores condiciones de arranque, lo que los posiciona en una situación más ventajosa en un mercado con mucha demanda y pocos jugadores.
Una de las claves es la distancia a la que se encuentra la Argentina de los grandes centros de consumo de GNL. Un informe del portal especializado Más Energía asegura que «Vaca Muerta tiene un enorme potencial para convertirse en un jugador clave en el mercado del gas natural licuado, pero enfrenta un desafío crucial: la distancia».
Destaca que la ubicación del país en el extremo sur del continente «lo pone en desventaja frente a sus competidores más cercanos a los principales mercados de consumo en Europa y Asia».
En este sentido, los grandes exportadores de GNL, como Qatar, Australia y Estados Unidos, tienen rutas marítimas más cortas y eficientes hacia China, India y Europa. Mientras que desde Argentina se deben recorrer largas distancias para llegar con el producido de los futuros proyectos de GNL en Río Negro hasta los principales centros de regasificación en el mundo.
Así, para llegar a la terminal de Rudong en China, hay que recorrer una distancia cercana a las 9,500 millas náuticas, mientras que para alcanzar la terminal de Dahej en India, el recorrido es de unas 8,000 millas náuticas. En cuanto a la terminal de Wilhemshaven en Alemania, el recorrido alcanza las 6,500 millas náuticas.
En contraste, otros exportadores tienen ventajas relevantes en cuanto a distancia. Por caso, desde la planta de Sabine Pass en Luisiana, Estados Unidos, se puede llegar a la terminal de Rudong a través de un trayecto de 7.000 millas náuticas, sumando 6.000 millas náuticas hasta la terminal de Dahej en India, y 4000 millas náuticas hasta Wilhelmshaven en Alemania. Algo semejante pasa con Canadá.
En el caso de Qatar, es el mejor posicionado, ya que la planta de Ras Laffan, está a una distancia de 5.900 millas náuticas hasta Rudong, mientras que hasta Dahej en India es de solo 1,400 millas náuticas y 3.800 milllas náuticas hasta Wilhelmshaven en Alemania. .
Algo semejante Australia, cuya planta de GNL en Darwin en el Territorio del Norte, está a sólo 2,800 millas náuticas de China unas 4500 millas náuticas de la India, aunque suma unas 11.000 millas náuticas hasta Alemania.
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Fuente: MDZOL