Vaca Muerta: Cambió el mapa de inversiones extranjeras en el país y el impacto en las cuentas públicas

Vaca Muerta puede permitir revertir décadas de déficits energéticos y posicionarse como un líder en la producción y exportación de energía. No obstante, el país debe continuar apostando por la inversión en infraestructura.
A pesar de ser recursos no renovables, los hidrocarburos continúan siendo la columna vertebral del sistema energético mundial, representando más del 80% del suministro global de energía.
Argentina, con una fuerte participación en su matriz energética, mantiene un 31% de petróleo y un 53% de gas natural, diferenciándose de países desarrollados que priorizan fuentes renovables y el uso del carbón, así lo indica el informe del BBVA que analizar la situación del mercado Oil & Gas.
El auge de la producción de hidrocarburos no convencionales desde 2005, en especial el «fracking», ha permitido a Estados Unidos posicionarse como el principal productor y exportador de estos recursos.
Argentina, por su parte, avanza hacia un futuro prometedor en este sector, con el yacimiento de Vaca Muerta como clave para la transformación de su industria energética.
Situada en la Cuenca Neuquina, el estudio considera que Vaca Muerta es una de las mayores reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo.
Descubierta en 2010, la formación se ha convertido en un pilar para la recuperación del sector energético argentino, aportando miles de empleos en las provincias de Neuquén, Río Negro y Mendoza y consolidando al país como exportador neto de energía.
El análisis del BBV consigna que el sector de los hidrocarburos no convencionales ha revitalizado la economía argentina, pero para mantener su crecimiento es esencial la inversión en infraestructura.
«La falta de políticas claras y la incertidumbre económica han dificultado la atracción de capital extranjero, aunque el Gobierno ha implementado medidas como el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que busca atraer capitales nacionales y extranjeros al sector energético» señalan.
En este contexto, el Banco Francés ha jugado un papel clave en facilitar las inversiones en este sector. Con un enfoque en el desarrollo de proyectos estratégicos como Vaca Muerta, el banco ha respaldado inversiones por miles de millones de dólares. El RIGI ha incentivado proyectos como el gasoducto Perito Moreno, que mejora la capacidad de transporte del gas desde la cuenca Neuquina, y el desarrollo de plantas de licuefacción, vitales para las exportaciones de gas.
«El sector de hidrocarburos no solo es un motor de crecimiento económico, sino también una fuente significativa de empleo. El impacto multiplicador de la industria es notable: por cada nuevo empleo directo en la extracción de petróleo y gas, se generan más de seis empleos indirectos en toda la economía. En 2022, más de 72,000 empleos estaban directamente relacionados con el sector energético»explican.
Sin embargo, el país enfrenta desafíos logísticos y regulatorios. La necesidad de expandir la infraestructura de transporte y refinerías es crítica para mantener el ritmo de crecimiento, especialmente con la ambiciosa meta de convertir a Argentina en un hub exportador de gas licuado.
Las expectativas para el sector son optimistas. El Gobierno argentino proyecta que las inversiones en hidrocarburos podrían alcanzar los U$S 30,000 millones en los próximos años.
Con el impulso de proyectos bajo el RIGI y la expansión de Vaca Muerta, Argentina busca aumentar sus exportaciones de hidrocarburos hasta alcanzar los U$S 36,700 millones para 2030, representando el 25,5% de las exportaciones totales del país.
Argentina, aunque representa solo el 1% de la producción mundial de petróleo, tiene el potencial de convertirse en un jugador clave en la producción de gas no convencional, especialmente gracias a Vaca Muerta. Este fenómeno coloca al país en una posición estratégica para aprovechar las oportunidades del mercado global y mejorar su balanza energética.
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Fuente: Mejor Energía