A la espera del barril criollo, el crudo local ya se vende a menos de 25 dólares
Ese valor prácticamente no incidió en el promedio del mes porque fueron volúmenes marginales, pero marcó la pauta de un escenario que comenzó a complejizarse todavía más en abril. Las productoras no integradas reclaman el barril criollo para ponerle un piso a la baja.
El precio promedio al que se vendió el crudo de Neuquén en marzo fue de 42 dólares por barril. No obstante, hubo algunas petroleras no integradas que ya por entonces vendieron por debajo de los 25 dólares. Ese valor prácticamente no incidió en el promedio porque fueron volúmenes marginales convalidados por empresas no integradas.
Algunas de esas operaciones se cerraron incluso antes del comienzo de la cuarentena y fuentes de productores no integrados señalaron que fueron a engrosar las márgenes del refinador porque el precio de la nafta en el surtidor prácticamente no registró cambios con respecto a cuándo el crudo cotizaba 50 dólares por barril. Sin embargo, desde las refinerías advierten que el margen del negocio de refinación se vio seriamente afectado porque por el desplome de las ventas se hizo más difícil cubrir gastos fijos.
En los últimos 15 días de marzo el precio del Brent osciló entre 30 y 23 dólares. Si se toma un promedio de 26 dólares y se le descuenta un 12% de regalías (3,1 dólares) y otros 2 dólares por calidad y transporte en algunos casos el precio se ubicó apenas por encima de 20 dólares. Es un valor marginal porque las petroleras integradas concentran la gran mayoría de la producción y recibieron precios más altos, pero los productores más chicos que tuvieron que venderle su crudo a terceros enfrentan una situación cada vez más compleja.
En abril la cotización internacional del petróleo siguió bajando. Por lo tanto, esas productoras no integradas afirman que los valores a la baja inicialmente marginales irán adquiriendo más relevancia dentro del mercado local. Es por eso que le reclaman al gobierno la fijación de un barril criollo que le ponga un piso a los precios en el mercado local. El argumento principal es que si no se avanza en esa dirección el derrumbe de la inversión será todavía peor con el consecuente impacto en el empleo.
La preocupación de los productores está centrada fundamentalmente en el escenario postcuarentena, cuando la demanda comience a recuperarse ya que ahora es poca la demanda de crudo por parte de las refinadoras.
Fuente: Econojournal.