Aislamiento energético: cómo se supera la pandemia en medio de la emergencia
El Gobierno, las empresas de energía y los sindicatos adecuaron las operaciones y rediseñaron sus planes para mantener a flote una industria clave para la economía nacional. Testimonios y las principales medidas.
En este contexto, el Gobierno nacional lanzó una batería de medidas para aliviar el impacto en la salud de las empresas, las arcas de las provincias productoras, los trabajadores y los usuarios. Declaró la actividad esencial, relanzó el “barril criollo” de crudo, diferenció la suba de impuestos al despacho de naftas y gasoil, extendió el congelamiento de las tarifas de luz y gas y anunció el pago de la deuda de $18.000 millones con productoras gasíferas. También extendió los ATP a las pymes del sector, avaló inéditos convenios laborales con reducción salarial de hasta 40%, postergó el tratamiento de la nueva Ley de Hidrocarburos hasta fin de año y comenzó a elaborar el Plan Gas 4, para garantizar la provisión en el invierno del 2021.
Las energéticas, por su parte, no se quedaron de brazos cruzados. Diseñaron protocolos sanitarios para proteger a sus empleados, adecuaron sus operaciones y renovaron sus proyectos. Aunque hoy todas las compañías sufren el golpe económico y financiero, los empresarios se las ingeniaron para no detenerse ante la crisis y apuestan a una recuperación una vez superada la pandemia.
Petróleo y gas
En abril pasado, el primer mes completo de aislamiento, la producción de petróleo se redujo 9,2% interanual, hasta los 73.3 MMm3/d, apenas por encima del mínimo mensual de los últimos 20 años. El petróleo convencional, que es el 79% de la producción, cayó 13,3%, mientras que el shale oil (21% del total) se incrementó 10%. Esta suba se explica por las últimas etapas de fractura en Vaca Muerta de febrero y marzo, que hoy se vinieron a pique: en abril se levantaron 26 equipos de perforación y hoy solo quedan seis sets de fractura en actividad, de los más de 40 que se llegaron a desplegar en la formación.
La producción de gas disminuyó 11,3% interanual hasta los 116.7 MMm3/d, tan solo 7,5% por arriba del mínimo en dos décadas. El gas convencional (57% del total) se redujo 13,3% y el no convencional lo hizo 8,4%, por una baja del 5% en el Shale y del 12,3% en el Tight.
Si bien las cifras son alarmantes, en el sector prevén que la demanda tenderá a recuperarse, a medida que se liberen las restricciones. Con los casos de contagios en ascenso en el AMBA, se espera que sea muy paulatinamente. “Hay perspectivas de que no se recuperen los niveles de consumo de 2019 al menos hasta el segundo semestre de 2021, y esto se explica por la caída en la actividad económica y una lenta reactivación”, señaló Julián Rojo, economista del IAE, en diálogo con Ámbito.
Para Roberto Carnicer, director del Área de Energía de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral, la caída de la producción es anterior a la pandemia. “La crisis se empezó a gestear en agosto de 2019, cuando se ve un fuerte descenso de las etapas de fractura mes a mes. Los pozos son de 2,5 kilómetros y 35 etapas de fractura, son pozos muy productivos, pero con una declinación muy grande. Hay que tener mentalidad industrial para sostener el procesamiento continuo y se necesitan inversiones y perforaciones permanentes”, remarcó a este medio.
YPF relanzó el managment y prometió aumentar la producción de gas y petróleo. PAE logró el autoabastecimiento de gasoil premium con la puesta en marcha de la renovada refinadora de Axion Energy en Campana. Y Shell Argentina avanza con el plan anual de inversiones previsto, aunque con algunos ajustes menores. “Entendemos que los proyectos que tenemos en Vaca Muerta van más allá en el tiempo de lo que puede durar este contexto particular”, sostuvo el CEO, Sean Rooney.
Shell, con operaciones en el país desde 1914, adaptó protocolos, formas de trabajo y aspectos logísticos para cuidar a su personal y contratistas. “Es nuestra prioridad absoluta en este momento”, dijo Rooney. Para la segunda mitad del 2020, Shell espera “mínimas demoras” en sus proyectos. “En Bajada de Añelo vamos a terminar la completación de los pozos planificada y las obras de infraestructura que habíamos comenzado, tanto para la captación de los fluidos de los nuevos pozos como para la evacuación del gas producido”, anunció el CEO.
En los bloques de Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste sigue la perforación de nuevos pozos y la construcción de la segunda planta de procesamiento en Vaca Muerta, además de una serie de obras de infraestructura de captación de fluidos, de distribución de energía eléctrica y de manejo de agua.
Energías renovables
En el sector de las energías renovables tampoco se detienen. La generación aumentó 51,1% interanual en abril, mientras que en los últimos 12 meses acumula un crecimiento del 105,8%. Biogas, biomasa, eólica y solar se incrementaron 51,8%, 14,7%, 172,1% y 241,9%, respectivamente. Por la bajada histórica del Paraná y otros ríos, la generación hidráulica cayó 5,3%.
Genneia es el principal jugador del rubro: aporta el 20% de la energía renovable del país y el 30% de la eólica. En los últimos meses finalizó el parque Vientos de Necochea y retomó las obras en Chubut Norte II, III y IV. Los últimos dos en sociedad con PAE. Con los tres proyectos listos ingresarán al sistema unos 170 megas más. “La pandemia nos obligó a parar las obras, pero el Gobierno nos hizo una excepción para continuar y volvimos a trabajar. Teníamos hasta 1.000 personas, pero ahora hay unas 300. Estamos finalizando el izaje de los últimos aerogeneradores y ahora viene la puesta en marcha y energización. Esperamos traer técnicos del exterior para hacerlo”, comentó el director de Asuntos Corporativos de Genneia, Gustavo Castagnino. La expectativa más optimista es terminarlos en octubre.
“La pandemia nos preocupa mucho, seguimos los protocolos muy estrictos y estamos siendo extremadamente precavidos para que no haya contagios”, agregó el directivo. En total Genneia genera 1.200 megas, de los cuales 600 megas provienen del “Nodo Madryn”. La clave es la continuidad de las obras. “Las renovables no son Vaca muerta, que está paralizado. Eso no ocurre en este sector. En el eólico hay una cadena de valor que si estuviese en buenas condiciones y con más certidumbre, podría generar más empleo, exportar bienes de capital y servicios y generar un círculo virtuoso”, analizó Castagnino.
Energía nuclear
En abril la oferta neta de energía bajó 17,8% y la generación eléctrica neta local un 7,7%. Las dos están virtualmente estancadas en los últimos 12 meses. La hidráulica, la térmica y las importaciones se derrumbaron (38,8%, 5,4% y 39,5%). Sin embargo, la energía nuclear creció 52,4%.
“Atucha I, Atucha II y Embalse registraron un récord histórico de 1.014.125 MWh en mayo. Pasamos de una generación total del 6% al 11%”, afirmó el director ejecutivo de Nucleoeléctrica Argentina (NA-SA), Lucas Castiglioni. “La bajada del río Paraná hizo que la generación hidroeléctrica decaiga, sumado a la caída de la demanda por las empresas cerradas y el aislamiento, y como nosotros somos de base, siempre damos el 100%. Hoy los factores externos naturales son nos afectan y seguimos trabajando igual, sin riesgo de parar”, explicó.
En medio de la pandemia, la nuclear estatal NA-SA está en un proceso de recuperación de su rol de constructor. “La reconfiguración de la Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares, que el gobierno anterior cerró y dejó a 232 profesionales sin trabajo, ahora va a abarcar la extensión de la vida de Atucha I, las construcción de dos piletas de almacenamiento en seco para elementos combustibles (ASECQ) y el reactor Carem 25″, detalló Castiglioni.
La seguridad en las tres centrales nucleares es prioridad. El protocolo acordado con los gremios establece guardias mínimas, que permitió reducir los operarios en planta; rotación de turnos, con 15 días de trabajo y 15 de cuarentena; pago de combustible para movilidad propia; medición de temperaturas en accesos; distanciamiento obligatorio; uso de trajes, guantes, mascarillas y barbijos; lavado de manos y de zapatos; y un estricto relevamiento de los vínculos estrechos dentro de las instalaciones. La semana pasada se confirmó el único positivo. “Se encuentra estable, se identificó a los contactos y las áreas en las que estuvo, y se realizaron tareas preventivas de aislamiento y desinfección”, detallaron desde Nucleoeléctrica.
Distribución eléctrica
El coronavirus resintió los ingresos de las familias y las industrias. Según CAME, la producción pyme se desmoronó casi 35% en mayo y acumula 24 meses de caída. Por ese motivo, el Gobierno extendió el congelamiento de las tarifas de energía eléctrica. Sin embargo, los costos de generación crecen por debajo de la inflación mayorista y hoy el precio promedio que paga la demanda alcanza a cubrir el 61% de los costos. El resto lo cubre el Estado con subsidios.
Julián Rojo observa con mucha preocupación el dinamismo de los subsidios energéticos. “En cuatro meses totalizaron u$s950 millones, pero el acumulado hasta mayo para Cammesa suma u$s1.856 millones ($ 125.745 millones). Es decir, en el primer mes completo de asilamiento se duplicaron los subsidios teniendo en cuenta solo a Cammesa, que es el 80% del total”, enfatizó.
Según las estimaciones del economista, los subsidios crecen a un ritmo de u$s1.000 millones por mes durante la cuarentena, por el creciente nivel de endeudamiento. Los factores son tres: la brecha entre costos y precios; la baja cobrabilidad de las distribuidoras a los usuarios en cuarentena, que derivan en más deudas con Cammesa y mayores erogaciones corrientes para el Estado, y por los dilatados pagos de deudas de Cammesa con las generadoras.
El Grupo DESA, que reúne a las distribuidoras EDEA, EDELAP, EDEN, EDES en provincia de Buenos Aires y EDESA en Salta, logró una adaptación y articulación veloz de medidas operativas y comerciales. “Si bien se contaba con un proceso de transformación digital, tanto a nivel organizacional como de operación, el aislamiento propició una aceleración del proceso que permitió validar soluciones, corregir y reforzar infraestructura y procesos”, expresó Rogelio Pagano, CEO y presidente de DESA.
“La contingencia resaltó la esencialidad y valor del servicio que prestamos con el compromiso de nuestra gente trabajando en la red y estuvimos atentos desde un primer momento a las necesidades sanitarias en las provincias”, agregó Pagano ante la consulta Ámbito.
EDEA repotenció los hoteles de Chapadmalal, que fueron reacondicionados como hospitales de emergencia, abasteció un «hospital de campaña» en Mar del Plata y entregó grupos electrógenos a centros de salud comunitarios de la Costa Atlántica. EDELAP realizó obras para el Hospital Gutiérrez, el ex Hotel SUPEH de Punta Lara y los hospitales armados en República de los Niños y en un Polideportivo de Ensenada. EDEN se ocupó de asistir localidades del noroeste bonaerense y EDES, las del sur. EDESA realizó donaciones al sistema de salud salteño y adecuó las instalaciones del Hospital Papa Francisco.
¿Qué se espera para 2021?
El subsecretario de Energía de Mendoza, Emilio Guiñazú Fader, consideró que el “barril criollo” a u$s45 es una opción que contrarresta los efectos inmediatos de la crisis, pero aseguró que no debe extenderse más allá de los 180 días de vigencia. “Puede ayudar a que muchas empresas, especialmente las pymes, no desaparezcan, pero no creemos que sea de largo plazo ni como una política de Estado”, indicó el funcionario.
“No queremos que se pierda el esfuerzo de muchos años de un sector que no tiene las espaldas suficientes para aguantar una crisis larga, como sí pueden tener las operadoras internacionales o integradas. Superada la crisis, las empresas tendrán que buscar un nuevo equilibrio entre oferta y demanda, costos y precios, y el sistema se irá acomodando una vez llegada la nueva normalidad”, vaticinó el ingeniero industrial.
Mientras tanto, las provincias productoras de petróleo nucleadas en la Ofephi controlan que el crudo tipo Medanito se pague al precio fijado y amenazan con acciones legales contra los incumplidores. “Cada provincia está llevando a cabo sus controles y reclamos a través de sus autoridades de aplicación”, reveló el chubutense Carlos Lambré, secretario ejecutivo de la Ofephi. El temor es que se pacten ventas al precio internacional del Brent, que hoy ronda los u$s42.
Guiñazú aseguró que Mendoza monitorea constantemente a qué precio se realizan las operaciones, aunque por ahora hay pocas compras. “Ninguna de las provincias va a aceptar que no se cumpla con el Decreto 488”, sentenció.
Para el 2021 se espera una ardua discusión por el cálculo de las regalías. El “barril criollo” podría garantizar unos $16.300 millones extras hasta fin de año, pero la Ofephi ya le planteó la queja a la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos (CEPH). Los gobernadores pretenden que las empresas paguen regalías sobre el precio de venta y no sobre el liquidado menos retenciones. Este debate podría ser saldado con la nueva Ley de Hidrocarburos, que irá al Congreso post pandemia.
Roberto Carnicer celebra que una ley de esa magnitud no se trate en medio de la emergencia. “Se necesita una legislación acorde, pero no cambiar nada. No hay que generar nuevas leyes. Una ley debe perdurar por años y una ley de emergencia económica tiene la cortedad de vista de que la coyuntura predomina sobre el largo plazo. Lo que se ve hoy, no es la realidad de un país normal. Se pueden adecuar ciertas condiciones, pero no hay que ser fundacionales en el tema legislativo porque todas las variables son de emergencia y eso le quita racionalidad y pensamiento de largo plazo. Es muy peligroso hacer leyes en estas condiciones”, evaluó.
En materia de renovables la discusión que se viene tiene que ver con los proyectos que se licitaron en las últimas Rondas RenovAr y quedaron sin avances. Hay unos 30 proyectos ubicados con capacidad de evacuación de energía, cuyos ganadores no están en condiciones hoy de seguir con las obras. Aunque no se espera una nueva Ronda, según pudo saber Ámbito en el Gobierno ya analizan una redistribución de esos parques para que esos proyectos se terminen e incorporen al mercado eléctrico.
Otra iniciativa inminente es el nuevo Plan Gas 4, para garantizar la provisión a partir de junio del 2021. El analista Julián Rojo teme que no se cumplan los objetivos propuestos. “Se está tratando de implementar sin tener Ley de Presupuesto, en plena pandemia y con una bola de subsidios en aumento”, alertó.
Alex Valdéz, ex director de Hidrocarburos de Neuquén, propone hacer planes de larga duración, con miras al 2030, 2040 y hasta 2050. La misión es dar señales claras. “Los planes de corta duración no han sido todo lo eficiente que se necesita y al final, me parece que han sido de elevado costo para las arcas nacionales, no habiéndose traducido en progresos sustentables para un recurso energético como es el Gas Natural”, expresó.
Lo cierto es que la industria energética no se detiene. Tanto Gobierno, como empresas y sindicatos deben afianzar los caminos del éxito e improvisar con el menor daño posible sobre lo desconocido. La pandemia parece haber llegado para quedarse por un largo tiempo, más allá del ritmo de contagios. Al analizar el escenario que se viene, Rogelio Pagano brindó una recomendación general: “Hay que capitalizar el aprendizaje y potenciar las capacidades desarrolladas con mira hacia una nueva normalidad, que se traduzca en mayor eficiencia, calidad y sustentabilidad de los servicios”.
Fuente: ámbito.com