Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro: “Estoy fuera de la grieta, quiero una buena relación con Alberto Fernández”
Asumió este lunes y es la primera mujer que manejará la provincia. Qué espera de su gestión y los pedidos al nuevo Gobierno nacional.
Arabela Carreras se convirtió este lunes oficialmente en la primera gobernadora de la historia de Río Negro. La flamante mandataria provincial asumió su cargo durante una sesión extraordinaria en la Legislatura en Viedma cerca del mediodía. En el acto estuvieron presentes el ex gobernador y actual senador Alberto Weretilneck, el diputado nacional Luis Di Giacomo y el intendente de la localidad Pedro Pesatti. Todos, incluidos Carreras, integran el partido fundado por el ex mandatario en 2015, Juntos Somos Río Negro (JSRN).
-El actual gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, que también es su mentor, ha mostrado en sus dos periodos al frente de la administración provincial cintura política para no casarse con ningún gobierno nacional. Tomando en cuenta este antecedente ¿Cual es su visión de la figura de Alberto Fernández?
-La votación en Río Negro demostró que sus habitantes están cansados de la grieta. Un gobernador debe ser consecuente con lo que quiere y expresa su pueblo. Yo también quiero bajar la temperatura. Mi intención es mantener una buena relación con Alberto Fernández. De todos modos, no creo que confrontar sea la mejor manera de construir un país o resolver las cosas. Las buenas relaciones son las que nos hacen crecer. Yo estoy fuera de la grieta. Quiero transitar un camino alternativo y entiendo que Fernández también. Un camino transversal que ofrezca la posibilidad de construir. Hasta ahora tenemos buenas señales de parte de él.
-¿Se considera persona más cercana al pensamiento de Cristina Fernández que al actual presidente Mauricio Macri?
-Ella no se ha expresado en el último tiempo. No quiero entrar en estas diferenciaciones. Aunque ahora que ya transcurrieron las elecciones uno puede expresar sus ideas con mayor amplitud. Debo reconocer que existen muchas coincidencias entre lo que Fernández viene manifestando y lo que nosotros pretendemos. Es esencial que el gobierno nacional tenga una mirada de futuro. Que piense en la planificación, en la inversión, en la alianza público-privada. Para nosotros como provincia existen temas que son locales pero de relevancia nacional. La producción frutícola, la ciencia y tecnología, el turismo y la producción de gas y petróleo. En la agenda más interna está la cuestión de la producción de alimentos, estamos implementando un plan para la producción comunitaria y familiar que será coordinada del modo más profesional por nutricionistas. Pero también está la necesidad de construir viviendas en la provincia.
-Entonces existe ese “feeling” con Cristina.
-Digamos que todo lo que hemos ido concluyendo en materia de vivienda, por ejemplo, corresponde a planes que nacieron durante el gobierno de Cristina Fernández. El barrio 645 Viviendas, en el Alto de Bariloche (una de las zonas de mayor pobreza en la ciudad cordillerana), fue una iniciativa del gobierno de Cristina que se terminó en el gobierno de Macri. Alberto Fernández ha hablado de reactivar la economía mediante la inversión pública y esto incluye la vivienda. Por eso tengo muy buena sensaciones con Fernández, de que vamos a encontrar respuestas a nuestras necesidades.
-Algunos de los temas productivos más importantes de la provincia no estuvieron fuertemente acompañados por el gobierno de Macri, ¿le preocupa que esto se prolongue?
-Los 530 mil electores no les son atractivos a los gobiernos porteños. No influimos tanto como otras provincias o localidades del gran Buenos Aires en las elecciones, pero visto esto en retrospectiva, esos votos de Río Negro le hubieran venido bien al gobierno actual en la elección. Todo voto lo hubiera favorecido. Entonces es bueno cuando una sociedad percibe esto y entra en un estado de saturación que después vuelca en su voto en las elecciones.
-¿Qué sucedió con los aspectos económicos esenciales de la provincia en estos últimos 4 años?
-No quiero decir que por parte del gobierno nacional no hubo nada, pero hubo poco acompañamiento y esto se reflejó en la actividad productiva. Hubo buen diálogo, buenas relaciones eso es verdad, pero poca inversión. Pocos fondos. Lo más importante para nosotros fue la política de cielos abiertos que nos significó un gran crecimiento en materia de turismo y la ampliación del aeropuerto de Bariloche que fue muy importante. Eso fue muy importante.
-¿Respecto de lo demás?
-Hay cosas que nunca se resolvieron. La pavimentación de dos rutas que son claves como la 22 y la 23 (ambas atraviesan toda la provincia de la Cordillera a la Costa) no fueron terminadas a pesar de todas las promesas de que esto iba a ocurrir. Hubo una baja en materia de presupuesto en tecnología, yo acabo de estar en el INVAP y hay muchas expectativas por lo que se viene y lo que tenemos que hacer. El sector frutícola continúa igual y se necesita una reconversión, pero tampoco han recibido una fuerte ayuda nacional.
-¿Observa con temor los contrapuntos entre el presidente de Brasil Jair Bolsonaro y el presidente Alberto Fernández tomando en cuenta el vínculo comercial que sostiene el Alto Valle y su fruta con ese país?
-Argentina es líder mundial en producción de peras, hay que considerar la fuerza que tiene este sector. Y Brasil es uno de nuestros grandes compradores aunque estamos ampliando el abanico a otros continentes. Pero si, no es bueno tener un conflicto. Creo que Fernández no ha hecho nada agresivo para que Bolsonaro reaccione así, espero que no escale. No hay razones para que suceda.
-¿No le resulta extraño que las políticas nacionales no hayan acelerado a fondo en aspectos de producción en Río Negro que constituyen casi un lugar común cuando se habla de crecimiento y empleo?
-Es extraño, históricamente ha sido así. Desde la misma provincia, durante los muchos años de gobiernos radicales, hubo una mirada un poco desinteresada sobre algunos temas. Bariloche era visto como un principado que los gobernadores no entendían muy bien y lo dejaban ser. Para mi como gobernadora es esencial tener soberanía tecnológica, científica y energética. Es extraño que esto no esté en el radar de los gobiernos. Acá el Plan Patagonia nunca lo vimos. Pensemos en que en la provincia producimos satélites, antenas, con los que no sólo se custodian fronteras y se vigila el territorio, sino que también permite conocer el estado del clima, de los suelos y hacer más productiva la agricultura del país. Tenemos producción de petróleo y gas, el gas representa el 10% de los ingresos de la provincia y estamos creciendo en este tema. Estamos en etapas exploratorias. El turismo en Las Grutas, Playas Doradas, Bariloche, es una fuente de ingresos muy fuerte que hay que acompañar. Si un presidente no lo ve, es porque no lo quiere ver.
-¿Fernández será ese presidente capaz de ver estas necesidades?
-La gente pide que haya un cambio. El triunfo de Fernández oxigenó el clima social. A su vez te das cuenta que en Latinoamérica la gente se expresa en la calle porque no encontró respuesta en sus políticos.
-Cuando ganó Macri también había un reclamo por cambios en la conducción del gobierno.
-Sí, sí. Había una expectativa pero se fue apagando. No quiero manifestarme sobre expresiones que están en los límites sobre qué tan cansada está la sociedad, no me representan esas frases como las que dijo Juan Grabois. Creo en el diálogo y en el buen trato.
-El INVAP sufrió las consecuencias de una reducción en sus contratos aunque el gobierno trató de explicar que se trataba de un cambio más técnico que económico.
-La posibilidad de tener la soberanía tecnológica y científica están ahí, en el INVAP, en el Instituto Balseiro y el Centro Atómico. Nosotros vamos a aprovechar mucho la tecnología para crecer. Hay que invertir en tecnología porque para soñar en grande tenés que tener tecnología y ciencia. No sé cómo no se ha entendido que Río Negro contribuye al acervo cultural del país y del mundo. En el Instituto Balseiro se pasea Juan Maldacena, una de las mayores mentes del planeta, nos visitan premios Nobel, se generan excelentes científicos. Es muy importante que sean bien tratados en su país. El INVAP necesita más contratos, más contratos nacionales e internacionales. Tenemos que producir más antenas, más satélites.
-El plantel científico entre el INVAP, el Instituto Balseiro y el Centro Atómico debe rondar los 2000 trabajadores y ellos también quedaron atrapados por la grieta. Hay una marcada adhesión al kirchnerismo en el sector.
-Soy testigo de que durante el gobierno de Cristina hubo una verdadera repatriación de científicos. Los ayudaban con los pasajes, con la mudanza, hubo propuestas de mejores sueldos. Después con el gobierno de Macri costó el diálogo con el INVAP, la inflación afectó sus salarios. Para mi no se puede resignar la soberanía científica de ningún modo.
-¿Cómo se lleva con la diputada kirchnerista y ahora elegida intendente de General Roca, María Emilia Soria? Después de todo ella fue la que llevó una manzana al Congreso.
-No me llevo. No tengo ningún diálogo. La vi una vez después de la tragedia del gringo (el ex gobernador Carlos Soria fue asesinado por su mujer, Susana Freydoz, el 1 de enero de 2012) y nunca más. No la conozco. Creo que no me saludó tampoco cuando ganamos la elección, lo recordaría. Pero cualquier momento para que nos encontremos será bueno. Ella y su hermano Martín no están precisamente en la grieta, tienen sus propias miradas sobre la realidad.
-Los partidos provinciales se han ganado un espacio en la escena política Argentina y el que usted representa, Juntos Somos Río Negro (JSRN) ya ganó dos elecciones por amplio margen ¿Cree que interpretan mejor el sentimiento de la población que las grandes agrupaciones nacionales?
-Depende de cada provincia, pero en nuestro caso funcionó, no generalizaría. Recibimos una provincia inviable, se tomaron medidas primero para enderezar la gestión y después se invirtió y esto la gente lo ha percibido. El gobernador Weretilneck es la persona que mejor conoce esta provincia. Ha visitado cada pueblo, cada paraje y conoce la gente. Esa es una política nuestra, estar bien cerca. Yo al principio me asentaré en Viedma pero después seguiremos recorriendo Río Negro. Ahora mismo no he parado. Hay días en que me despierto y no sé en que localidad estoy. Pero es cierto que crecimos. Estuvimos a solo 5 puntos de ganar esta última elección. La grieta no ha dado resultado. No ha beneficiado a los ciudadanos. En Río Negro la gente se alejó de los partidos comprometidos en la grieta y se quedó con los más cercanos capaces de interpretarlos.
-Otro tema complejo provincial y de alcance nacional es la disputa por el cerro Catedral que hoy administra el grupo Vía Bariloche de la familia Trappa. Se trata de un negocio millonario. Aunque la concesión fue aprobada por el Concejo Deliberante para un nuevo y prolongado periodo, hubo concejales y legisladores kirchneristas que se opusieron ¿Qué posición tiene usted al respecto?
-Fue el legislador del FpV, Ramos Mejía, el que solicitó una medida cautelar, pero entiendo que no hay una fundamento fuerte de fondo. Se está en una etapa conciliatoria y creo que se va avanzar. Por lo pronto el Catedral necesita urgentemente inversiones y hay que hacerlas. No se puede demorar más.
Fuente: Clarín.