Arabia Saudí busca luchar contra el cambio en este país y en todo Oriente Medio
Arabia Saudí, el segundo productor de petróleo del mundo, busca reducir a la mitad su dependencia de los hidrocarburos y las emisiones de gases de efecto invernadero para luchar contra el cambio climático en este país y en todo Oriente Medio.
El poderoso príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, conocido como MBS, ha presentado recientemente dos planes con esta finalidad, «Arabia Saudí Verde» y «Oriente Medio Verde», que incluyen plantar 50.000 millones de árboles en el reino y la región.
MBS prometió que desvelará los detalles de esos proyectos «en los próximos meses», pero su intención es cambiar a largo plazo la imagen del mayor productor de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), asociada con el oro negro, el desierto y la escasez de agua.
El subsecretario del Ministerio saudí de Agricultura, Medio Ambiente y Recursos Hídricos, Osama Fakiha, se mostró convencido de que el reino puede acometer estos planes, que se enmarcan en la llamada «Visión 2030», apadrinada por MBS, para modernizar el país y diversificar su economía dependiente del petróleo.
«Aprovecharemos los arroyos de los valles en el riego y plantaremos árboles locales que aguantan las difíciles condiciones climáticas», aseguró Fakiha.
Los planes del príncipe prevén plantar 40.000 millones de árboles en Oriente Medio, lo que representa el programa de reforestación más grande del mundo..
En Arabia Saudí, Riad espera plantar 10.000 millones de árboles con los que pretende reducir las emisiones de carbono en más del 4 % a nivel global, además de lanzar proyectos de energía renovable para cubrir su consumo de electricidad en un 50 por ciento.
El reino también aumentará las áreas protegidas para que superen el 30 % de la superficie del país, estimada en más de dos millones de kilómetros, reduciendo las emisiones en un 10 % en Arabia Saudí y un 60 % en todo Oriente Medio.
El propio MBS reconoció que la tecnología utilizada en la producción de crudo «no es eficiente», por lo que busca cooperar con otros productores de la región petrolera para «reducir las emisiones en más del 10 % a nivel global».
«Tal y como hemos tenido un papel pionero en la estabilización de los mercados de energía durante la era del petróleo y el gas, trabajaremos para liderar la próxima era verde», afirmó el príncipe.
Los nuevos planes de MBS se suman al memorando de entendimiento que Arabia Saudí firmó este mes con Alemania para producir 650 toneladas de hidrógeno verde a diario y 1,2 millones de toneladas de amonio verde cada año.
Para el reino, todos estos proyectos son importantes de cara a la ciudad futurista de Neom, que está surgiendo en el desierto en el norte del país con una financiación de 500.000 millones de dólares (más de 425.000 millones de euros) y que aspira a ser sostenible e inteligente y a convertirse en un referente en Oriente Medio y en un atractivo destino turístico.