Argentina durmió y México le declara la guerra a Vaca Muerta
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aprovechará las oportunidades que da la crisis energética de Europa.
A esta generación de dirigentes políticos y empresarios les quedaron enormes los desafíos de la Argentina pero también sus oportunidades. Hace 5 años los rusos ofrecieron financiar y construir el gasoducto de Vaca Muerta, a sabiendas de que la tensiones geopolíticas de entonces eran por la energía. No solo no lo hicieron los rusos; tampoco la hicieron empresarios locales.
Con la Guerra del Gas promovida por Estados Unidos para reemplazar el gas ruso a Europa y con la confirmación de los empresarios del sector de que no hay forma de bombear más de la cuenta para suplir la demanda, el gobierno mexicano planea construir un centro de exportación de gas natural licuado (GNL) por un valor de entre US$4.000 millones y US$5.000 millones en el Golfo de México para enviar directo al viejo continente, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Se trata de la instalación del centro de gas natural, planificada en el puerto de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. “Ahora que hace falta el gas en Europa, se tiene esa posibilidad», dijo el primer mandatario, «esta planta va a tener garantizado gas natural, ya tenemos los terrenos y estamos por promover la participación de la iniciativa privada, va a ser una inversión de 4,000, o 5,000 millones de dólares».
De acuerdo a la gacetilla de prensa del Palacio Nacional enviada a todos los medios, el presidente hizo estas declaraciones la semana después de que ofreció intensificar la cooperación con Alemania sobre gas licuado, según el mandatario alemán Frank-Walter Steinmeier.
Un funcionario mexicano dijo que ambos habían discutido sobre GNL. México aún no exporta comercialmente GNL, aunque es uno de los principales exportadores de petróleo crudo de la región.
El Economista, de México, agregó: A decir de expertos en el tema, respecto a estos planes de exportación de GNL, el proyecto más avanzado es el de Sempra entre Rosarito y Ensenada, Baja California, denominado Energía Costa Azul, que en sus orígenes fue apalancado para proveer de gas a la Península, pero al cual se le realiza una reconversión para que también reciba gas por ducto, lo licúe y exporte por el Pacífico, ahorrando hasta ocho días de transporte en comparación con las rutas del Ártico o el Atlántico. Además, hay otro proyecto de Sempra: mediante los ductos Sásabe-Guaymas, se puede llevar el gas a Puerto Libertad y ahí comprimirlo para transportarlo como GNL por el Pacífico. Asimismo, hay otras instalaciones que muy posiblemente arranquen en esta administración, como la de Topolobampo, Sinaloa, que utilizará el gas texano para llevarlo también a Asia por el Pacífico. En agosto, la firma canadiense TC Energy firmó un acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para construir un gasoducto de 4,500 millones de dólares que conectará el puerto de Tuxpan con Coatzacoalcos y los puertos de Veracruz y Dos Bocas. Además están los proyectos en los que se involucra al Golfo de México, como la terminal de recepción de Altamira, Tamaulipas, con la que la CFE recibe el gas y puede utilizar excedentes para su reexportación. Argentina cree que es el centro del universo y que todos van a esperar sus tiempos. Está claro que se tienen que apurar para que el gas de Europa no sea reemplazado en mayor medida por otros oferentes.
Hasta agosto, Europa compró más gas que en todo 2021
La necesidad de suplir el suministro de gas ruso antes de que llegue el crudo invierno ha llevado a Europa a buscar no sólo fuentes alternativas de abastecimiento vía gasoducto de países como Azerbaiyán sino también a mirar más allá, a aquellos países que pueden venderle gas natural licuado (GNL). Los países europeos han disparado las compras de este combustible hasta tal punto que, a finales de agosto, ya habían superado las que habían realizado en todo 2021. La Razón, de España, graficó: Según los datos recopilados por Bruegel, el think tank con base en Bruselas, hasta mediados de septiembre, las importaciones europeas de GNL habían sumado 104.47 millones de metros cúbicos, frente a los 97.73 millones de 2021. La estadística de Bruegel procede de los datos que facilita la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de Gas (Entsog, por sus siglas en inglés), organización en la que están presentes los operadores de sistemas de transmisión de gas (TSO) nacionales de Europa, incluido el español Enagás. En tanto, es clave lo que marca El Correo:
Vladimir Putin financia la invasión de Ucrania con la exportación de combustibles fósiles. Europa ha sido su principal cliente, sobre todo de gas natural -el año pasado suministró el 45% del que consume el continente-
La tensión política que provoca el cierre del gasoducto Nord Stream 1 y la posibilidad de que las sanciones se impongan también al gas dificultan este comercio y amenazan con ponerle punto final. Así que Rusia busca clientes alternativos, y China aparece como el más lógico: es un gigante en crecimiento que necesita energía y que no condena ni castiga la ‘operación militar especial’ rusa. La relación se ha consolidado y se va acercando a su actual máximo operativo.
En el primer semestre del año, China ha incrementado en un 63,4% el volumen de gas importado de Rusia, cuyo valor se ha triplicado hasta alcanzar 2.390 millones de dólares
Todo ello a pesar de que solo hay un gasoducto entre ambas potencias: el Power of Siberia, inaugurado en diciembre de 2019 con capacidad para suministrar 38.000 millones de metros cúbicos (38 bcm) al año. Ese volumen se alcanzará en 2025 gracias a la conexión que el 25 de octubre tiene previsto abrir a través de un nuevo conector en Sibera Oriental, pero este año se espera que por el gasoducto solo suministre 16 bcm. A este plan se suma el compromiso adquirido hace unos días entre los presidentes de Rusia, China y Mongolia para construir el Power of Siberia 2, con capacidad para 50 bcm, que serviría para desviar a China parte del gas que se extrae de Yamal, en Siberia Occidental, y que actualmente suministra a Europa a través del Nord Stream 1. Si las previsiones se cumplen, en 2030 Rusia podría enviar a China más de 100 bcm de gas natural, dos tercios de los 155 bcm que vendió a Europa el año pasado. No obstante, diferentes expertos argumentan que, a pesar de ser un importador neto de este combustible, China no necesita tanto volumen. Y que eso explica el negocio que está haciendo. Porque todo apunta a que parte de ese incremento en las importaciones de gas ruso, comprado a precio de saldo por la coyuntura actual, acaba en otros países que se rascan el bolsillo mucho más. No en vano, entre enero y agosto de 2022 China ha exportado gas licuado (GNL) por valor de 448 millones de dólares. Son 64 veces más que en 2021, y, según los datos de la aduana china, 164 millones tuvieron como destino países europeos, entre ellos España. Gracias a su capacidad regasificadora y espacio para gaseros de gran tamaño, el Puerto de Bilbao es la infraestructura del país que más GNL descarga y el tercero que más recibe desde Rusia del mundo.
Fuente: Urgente 24