Argentina reflota el gasoducto Vaca Muerta-Brasil
El embajador argentino Daniel Scioli destacó que ambos países quieren avanzar en el proyecto. Piensan en un tendido de 1430 Km hasta Uruguayana.
El proyecto implicaría la construcción de un tendido de 1430 kilómetros hasta el sur de Brasil y de otros 600 desde allí hasta Porto Alegre, para sumar el shale gas de la Cuenca Neuquina al sistema de distribución del sur de Brasil, que podría tener de este modo más certezas sobre su suministro interno.
Actualmente la potencia sudamericana tiene un contrato de aprovisionamiento con Bolivia, pero necesita garantizarse el gas del futuro, en un contexto en el que no está del todo claro que tipo de garantías podrá ofrecerle su actual proveedor en los próximos años.
Una posibilidad podría ser el desarrollo de su gas asociado de petróleo en la gigantesca formación Presal, el último gran hallazgo offshore. Pero al mismo tiempo indaga en otras alternativas.
El contexto del proyecto entre Argentina y Brasil incluye contactos con posibles inversores según informó una fuente del gobierno nacional a +e.
La construcción del nuevo tendido había saltado a la escena pública hace dos meses cuando la secretaría de Energía a cargo del ex titular del área, Sergio Lanziani, dio a conocer de forma extraoficial un plan quinquenal para todo el sistema energético argentino.
Uno de sus apartados incluía la construcción del tendido que podría dar respuestas para la enorme cantidad de gas que hay en la formación no convencional neuquina.
En ese documento, un estudio encargado en rigor por YPF, se proyecta una nueva traza que partiría de Tratayén hasta San Jerónimo (Santa Fe) en un primer tramo, para luego continuar hasta Uruguayana (Brasil) y desde este punto hasta Puerto Alegre, hacia el sur del vecino país, una opción que luego ofrecería otras alternativas para la distribución interna.
Según pudo saber +e de fuentes del gobierno nacional, el tema será parte de la videoconferencia entre el nuevo secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro de Minas y Energía de Brasil, Bento Albuquerque.
Vaca Muerta necesita de nuevos mercados para poder desarrollar todo el potencial de su shale gas. El mercado argentino está signado por el pico estacional del consumo en el período mayo-septiembre. El resto de los meses del año las ventas son un problema para las productoras de gas, entre ellas las que están en Neuquén: hay excedentes y las oportunidades de mercado son escasas.
La veta exportadora del shale gas en los dos últimos años tuvo como pasos importantes la reanudación de envíos de gas a Chile, con volúmenes acotados que de todos modos permitieron mostrar el tipo de oportunidades que subyacen a los desarrollos no convencionales.
YPF, por otra parte, indagó la chance de exportar gas natural licuado (GNL) desde Bahía Blanca, un proyecto que al menos por ahora quedó suspendido. Con todo, fue una muestra de la potencialidad del recurso y de la necesidad de un contexto macroeconómico y financiero que permita afianzar esa senda.
Para lograr una variante de este tipo a una mayor escala, Argentina necesitaría la construcción de una planta de licuefacción, que permita producir una cantidad mayor de gas bajo esta forma, una instancia que permite reducir el volumen de gas para luego poder transportarlo en buques a puertos de destino. Pero para eso el país necesitaría una inversión cercana a los 5000 millones de dólares, hoy inviable con la situación macroeconómica.
En este contexto, el país ahora indaga la posible construcción de una traza binacional, que de respuestas a los excedentes de shale gas y al mismo tiempo ofrezca una alternativa a la demanda brasileña del futuro.
Fuente: Más Energía.