Atrapadas en la crisis
Con la caída de la actividad desde agosto, las empresas regionales aguantan a la espera de un nuevo despegue en Vaca Muerta. Proponen que se premie la innovación y mejores condiciones para participar en las licitaciones.
Algunas de esas ideas fueron las que plantearon en una reciente reunión al ministro nacional de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, los representantes de la Federación de Cámaras del Sector Energético de Neuquén (Fecene).
Un planteo es otorgarles beneficios a las firmas que demuestren desarrollo e innovación para una industria que necesita de la creatividad para reducir costos. Esto puede impulsarse a través de programas de desarrollo de la propias grandes compañías.
Las pymes, entiende Echegaray, tienen que convertirse en actores de innovación permanente. Y para que eso ocurra, necesitan recursos para adoptar y desarrollar nuevas tecnologías, tanto en procesos como en software y hardware, y en temas de management y aspectos operativos.
“En las pymes del petróleo y gas necesitamos mejorar la relación entre la universidad y las empresas. Tenemos que fortalecer el trabajo con las universidades, tanto la UTN como la del Comahue. Y, después, que quienes inviertan en tecnología tengan algún tipo de beneficio”, apuntó Echegaray en diálogo con +e. “La mejora en tecnología es más seguridad y eficiencia en el trabajo”, añadió.
El Centro Pyme-Adeneu viene trabajando algunos de los temas que involucran a las pymes de la industria, como las normas de procesos, de seguridad laboral y de seguridad ambiental. La incorporación del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) es una clave -como alguna vez lo fue el intento del “INTI Petróleo”-.
Desde 2013, los pozos horizontales han evolucionado en Vaca Muerta. Los costos operativos han disminuido al punto de que un pozo que costaba 15 millones de dólares, ahora requiere de entre 7 y 7,5 millones de dólares. Esto ha sido trabajo, desarrollo e innovación del personal técnico y profesional que se desempeña en Neuquén. “Si innovás, generás un valor distinto”, indica Echegaray.
Otro problema es que con la caída de la actividad quedó mucha mano de obra ociosa que la soportan las pymes. Si bien las grandes empresas intentaron despedir a casi 700 operarios, hubo acuerdo. Pero la cuestión de fondo sigue siendo la reactivación y que la rueda vuelva a girar.
“Al bajar tanto el trabajo, tenemos mano de obra de más, tenemos más gente de la que necesitamos. Hemos sido solidarios con los sindicatos para no despedir gente, pero ya llevamos casi seis meses de crisis y no nos están atendiendo este tema”, expresó Oscar Erretegui, secretario de Ceipa, en una entrevista con +e.
“Estamos teniendo atrasos de los pagos, que antes iban de 30 a 60 días y ahora pueden superar los 120. Junto con esto, se están atrasando las actualizaciones tarifarias, que tienen dos variables como son los aumentos salariales y la inflación”, detalló. “Son cosas que sumadas hacen que financieramente estemos súper ahogados”, indicó Erretegui, empresario de la empresa Geocontrol.
Julián Cervera, el titular del Centro Pyme-Adeneu, apuntó, respecto de las licitaciones, que hay un trabajo firme para promover la asociatividad entre pymes para formar UTE o convenios de intercambio. Ante una consulta de +e, consideró que hay empresas grandes que vienen con una estrategia más agresiva, pero lo que hay que lograr es que “las pymes neuquinas estén mejor preparadas”.
“Con algunas empresas buscamos armar un programa conjunto de certificación, acortar pasos y trámites burocráticos”, indicó Cervera.
–> Factura electrónica. Un pedido urgente
Uno de los problemas que afrontan las pymes es el atraso en el pago de las facturas que envían a sus proveedores: se cancelan de 60 a 120 días, incluso hubo casos de 150 días. A eso se le suma que no están reconocidos los costos financieros de los retrasos, además de que la inflación disminuye el valor del dinero que se recibe.
Sin embargo, esta cuestión podría resolverse fácilmente. En 2019 se aprobó la ley de factura de crédito electrónica (FCE), que funciona en otras industrias con eficiencia pero en la hidrocarburífera todavía no está aplicada plenamente.
Esto provoca una crisis de capital para las empresas regionales. Una alternativa sería el pago con cheques para introducirlos en el mercado bursátil.
“Hemos aguantado mucho, pero la realidad es que a algunas empresas ya les están rechazando cheques y tienen graves problemas para financiarse”, sostuvo Daniel González, presidente de la Asociación de Comercio Industria Producción y Afines del Neuquén (Acipan), que integra la Federación de Cámaras Empresariales de Río Negro y Neuquén (Fecene), en una entrevista con +e.
El tema central es que algunas operadoras no están entregando el certificado final de servicios (el “habilitas”), un instrumento para que se emita la facturación y empiecen a correr los tiempos con los pagos. Es decir que la dilación habitual de 90 y 120 días, al no emitir este certificado, llega por esta situación a más de 150 días.
–> En reunión con Kulfas. “La crisis es seria”
En la reunión con el ministro nacional de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que tuvieron los representantes de la Federación de Cámaras del Sector Energético de Neuquén (Fecene), se planteó toda la agenda de problemáticas de las pymes. Para salir de la crisis financiera, solicitaron ingresar a la moratoria tributaria.
“Pudimos poner las inquietudes que tenemos con respeto a toda la cadena de valor y escuchar del ministro la posición de proyecto de ley”, apuntó Edgardo Phiellip, secretario de Fecene, en diálogo con +e. El referente empresario refiere al instrumento legal con el que el gobierno nacional de Alberto Fernández quiere atraer inversiones para Vaca Muerta (que potenciaría otros proyectos complejos en el convencional).
“La crisis actual es muy seria, hay aspectos que no se pueden ignorar, como la baja de la actividad, el diferimiento en los pagos y altos costos laborales por la mano de obra ociosa”, describió.
Además, en ese marco, reiteró la queja de las pymes sobre las prácticas de desplazarlas por empresas con más espalda financiera o licitaciones desventajosas.
“Aunque tomen los empleados que tomen, producen una desintegración de la trama económica local, incluso desvío de flujo de fondos fuera de la provincia. El mecanismo tiene que ser otro”, apuntó. Así, se pidió un programa de desarrollo de proveedores para cuando Vaca Muerta vuelva a despegar.
Fuente: LMNeuquen.