En enero comenzará la obra en CampoGrande para poner en producción 1.800 hectáreas. Habrá un parque industrial a la vera de la ruta 69 para captar empresas de servicios petroleros.

Pasaron más de 35 años para que el proyecto de diversidad productiva tome impulso en Campo Grande. El gobierno provincial dispondrá de 200 millones de pesos para poner en producción 1.800 hectáreas en El Labrador, uno de los cuatro núcleos urbanos que forma parte del municipio de Campo Grande.

En enero comenzará la ambiciosa obra que se financiará con fondos del Plan Castello. La génesis de esta idea se gestó a mediados de la década del ochenta, pero recién en 2018, con el crédito en dólares que tomó el gobierno, se incluyó en el presupuesto.

La obra fortalecerá el desarrollo agrícola de la zona, en parte gracias a la ubicación geográfica cercana a Vaca Muerta. Para ello, se pretende poner bajo riego a unas 1.800 hectáreas, a partir de trabajos de readecuación e impermeabilización de la sección del canal principal existente del área de riego Campo Grande.

Comprende el suministro de compuertas automatizadas que jerarquizarán y medirán la distribución del agua de riego hacia dos zonas productivas bien marcadas, los caudales para la zona hortícola y frutos secos, y por otro lado, para la zona forrajera.

En octubre la empresa Tecnobras Argentina SA se quedó con la adjudicación. La firma está en la etapa final de preparación para comenzar con las tareas que tiene un plazo de ejecución de 18 meses. La compañía neuquina presentó la oferta más baja de las cinco empresas que participaron de la licitación.

Esta obra forma parte de un polo productivo más amplio que incluye la construcción de un parque industrial. El objetivo es potenciar la producción local y crear una plataforma para conectar con la ruta a Vaca Muerta.

“El impacto primario son los puestos de trabajo que va a generar la obra y luego un efecto muy importante en la matriz económica de Campo Grande. Es un proyecto de una potencialidad enorme”, explicó el exintendente Pedro Dantas, quien logró impulsar la iniciativa que se originó en los ochenta. La obra generará unos 500 puestos de trabajo y un impulso a la economía local.

El proyecto plantea poner en producción una superficie total de unas 1.800 hectáreas, aunque la zona tiene un potencial aún mayor a desarrollarse en etapas posteriores. El objetivo es avanzar sobre la producción de forrajes, frutos secos, horticultura y otras producciones agricola-ganadero.

“Esta obra va a significar un antes y un después en la provincia. Pero no por la obra en sí, sino porque hay cosas que verdaderamente van a cambiar en la vida diaria de los rionegrinos”, sostuvo el exgobernador, Alberto Weretilneck, tras la firma del contrato con la empresa neuquina.

El ahora senador destacó que esta obra, junto al parque industrial, tiene “una gran importancia estratégica” para la zona y destacó la tarea de las personas que formaron parte del proyecto porque “lo vieron y pensaron antes, y no dejaron pasar la oportunidad”.

El polo productivo forma parte de un plan que busca agregar una matriz económica de la provincia, con la idea de fortalecer e incentivar el desarrollo agrícola–ganadero y potenciar esta cadena para equilibrar la fruticultura, que hoy representa el 80% del complejo productivo primario.

A partir de este proyecto, se va a mejorar la infraestructura; aumentar la seguridad hídrica a través de sistemas de autogestión automatizados; efectivizar el sistema de riego y aumentar el área productiva evitando el desperdicio de agua.

Fuente: Río Negro.