Banco Mundial: estiman que habrá acuerdo de la Argentina con el Fondo pero desdramatizan un default
La economista Carmen Reinhart compartió sus definiciones sobre los problemas que enfrenta América Latina y se pronunció sobre el posible acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional.
Carmen Reinhart, vicepresidenta y economista jefe del Banco Mundial, compartió sus impresiones sobre las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió sobre los problemas sociales en Latinoamérica tras la pandemia, y resaltó que no debe confundirse «el repunte con una verdadera recuperación».
Al referirse a las negociaciones de la Argentina con el FMI, deslizó: «Creo que va a haber un acuerdo». Sin embargo, prefirió evitar decir de qué forma será ya que «en este momento sería puramente especulativo».
«Hay que acordarse también que defaults en deuda del Fondo no sería ni el primero ni el último. Perú estuvo en default con el Fondo también durante su crisis previa y más recientemente, en 2015, Grecia estuvo en default. Duró nada más que un par de semanas. Creo que va a haber un acuerdo, pero cómo se va a manejar todavía es muy, muy preliminar decirlo», puntualizó.
En una entrevista, la economista subrayó: «no confundan el repunte con una verdadera recuperación. Una definición de un mínimo de recuperación es que por lo menos tienes el nivel de ingreso per cápita que tenías antes de la crisis». Y en ese plano, recalcó: «la mayor parte de los países, tanto avanzados como emergentes, no han recuperado el nivel de ingreso per cápita que se había registrado antes del Covid-19».
Alrededor de 31% de los países avanzados recuperaron su nivel de antes del Covid-19 y «las proporciones son más bajas para los países de medio ingreso de América Latina», aseguró la especialista, quien emigró de Cuba a Estados Unidos en 1966.
Según planteó, aparte de la incertidumbre sobre la recuperación, otro problema que enfrenta la región es que «el shock del Covid-19 ha sido muy regresivo a través de los países y dentro de los países». Y en ese sentido, reflexionó: ¿Quiénes son los más afectados? Los más pobres. Otro gran riesgo para América Latina es el tema social».
Además, «va a ser muy difícil de tratar cuando, por un lado, tienes una recuperación desigual, donde la recuperación del empleo es más lenta para esos que tienen menor educación, menores recursos -añadió-. También está la inflación, donde una gran concentración del problema es la inflación de alimentos. ¿Y para quiénes en la canasta de lo que consumen los alimentos es la proporción más importante? Para los más pobres. Es decir, que el empeoramiento en el frente de la desigualdad es también otra preocupación».
Consultada por los países que más le preocupan por el nivel de deuda que tienen, Reinhart mencionó en primer lugar Venezuela y luego Argentina. «A Ecuador lo ayuda en este momento el alto precio del petróleo. Pero no hay que olvidarse también que Brasil, el gigante de la región, es un país que tiene alto nivel de deuda. Es deuda en moneda doméstica, así que ha podido tolerar bien la depreciación del real, pero no hay que dejar de reconocer que también a medida que la política monetaria se hace más restrictiva el costo del servicio de deuda se vuelve mayor», complementó.
«Si la pregunta concreta es si estoy esperando algo parecido a lo que se dio en el 82, cuando México entró en default, no estoy esperando ese escenario, porque hay que tener un contexto histórico y cuando Paul Volcker, que en aquel entonces era el presidente de la Reserva Federal, puso aquel apretón monetario histórico, habría que acordarse que la inflación en Estados Unidos era 14% -recordó-. Entonces, fue un aumento fuera de lo común. Yo no estoy esperando una cosa tan extrema, pero sí estoy esperando un periodo muy difícil, parte por el problema de deuda y parte por todo el tipo de problemas sociales y de distribución de ingreso que hemos estado hablando. La recuperación es una recuperación lenta».
En cuanto a las advertencias que hizo el Banco Mundial sobre que el nivel de deuda de las empresas pueda llegar a una cascada de impagos, la economista planteó que «Es un riesgo, tanto a nivel internacional como a nivel doméstico, dependiendo del país».
«Sabemos que en los episodios históricos los problemas de las instituciones financieras y los problemas corporativos comienzan como una crisis de deuda privada -sostuvo-, pero se convierten en una crisis de deuda pública, porque los rescates de esos sectores implican que la deuda cambia: pasa de ser privada a ser pública. En tiempos de crisis, la línea que separa lo que es privado y lo que es público se empieza a disminuir»
«Uno de los temas que preocupan en el momento, y no solamente esto es en particular de América Latina, es que durante más de una década llevamos con una tasa de interés internacional excepcionalmente baja, que ha llevado a hacer el crédito más accesible. Como consecuencia, a través del tiempo, lo que hemos visto es una acumulación de deuda a nivel corporativo y en muchos casos al nivel de hogares -apuntó-. La vulnerabilidad de la deuda privada también es preocupante».
Los números del plan «plurianual» que enviará el Gobierno al Congreso
De acuerdo con sus dichos, en los bancos centrales en América Latina -como Chile, Brasil, Colombia-, ya se ve una tendencia a un alza en la tasa de interés en condiciones crediticias menos favorables, que hacen más difícil el repago de deuda.
Por otro lado, indicó que «no se puede olvidar que una fuente de estímulo enorme durante el Covid-19 ha sido también la moratoria que ha habido sobre repagos de deuda privada, que es algo que no se ha dado históricamente». Y consideró: «En este momento es muy difícil saber cuán afectada ha sido la cartera crediticia de los bancos».
Por último, comentó que en el Banco Mundial tienen encuestas y una de las preguntas es si esperan caer en atrasos en los próximos tres meses. En ese eje, señaló: «hay una altísima proporción de firmas, en particular en América Central, que responden que sí están en atraso o esperan estarlo. Y cuando uno se pone a comparar los resultados de la encuesta, con lo que uno está viendo en este momento sobre los préstamos morosos dice: bueno, esto no encaja bien. Es decir, la posibilidad de que los préstamos morosos terminen siendo mayores de lo que creemos puede entorpecer mucho la recuperación», concluyó.
Fuente: Cronista