Bolsonaro tuvo que recurrir a la estatal Petrobras para evitar el fracaso de la subasta del Presal
Las petroleras privadas no participaron y hubo dos áreas que se declararon desiertas. La recaudación fue un 30% menor a la prevista.
La mayor subasta petrolera de la historia brasileña finalmente estuvo lejos de cumplir con las expectativas de Bolsonaro, que tuvo que recurrir a la estatal Petrobras para evitar un rotundo fracaso.
En línea con la filosofía ultraliberal del gobierno, se esperaba una intensa participación de las petroleras privadas más importantes del mundo, que según la actual administración, habían sido vetadas durante los años del PT.
Sin embargo, en la primera jornada ninguna de las principales jugadoras del sector realizó oferta alguna. De los cuatro bloques a subastar, hubo dos que fueron adquiridos por Petrobras, mientras que los otros se declararon directamente desiertos.
«El hecho de que ni siquiera Petrobras haya querido invertir allí levantó sospechas y causó cierta desconfianza porque fue la que en definitiva había estado explorando y perforando la zona», explicó a LPO el especialista en petróleo y gas de Brasil, Bruno Epiro.
Sucede que más allá de su interés, la firma tiene un serio problema de caja que le impidió ofertar en los cuatro bloques. De hecho, este es el motivo por el cual el ministro Paulo Guedes continuamente reitera su intención de privatizarla.
De esta manera, la estatal pagó unos 17 mil millones de dólares para quedarse con Itapu y Buzios, esta última en asociación con las chinas CNOOC y CNODC, capitales controlados en su totalidad por el estado chino.
Otro de los motivos que ahuyentaron al capital privado fueron los altos valores que fijó el gobierno para poder adquirir el derecho de explorar las áreas. Es por eso que la recaudación terminó siendo un 30% menor a la prevista.
Tras este pobre resultado, la bolsa paulista reaccionó a la baja, mientras que el real se depreció un 2,18%. En tanto, el ADR de Petrobras en Wall Street sufrió una caída del 2,96%.
«No fue un fracaso total, pero sí desde el punto de vista de la baja participación. El tema es que ante la baja de costos de los no convencionales el Presal puede estar resultando un poco caro», aseguró a este medio el ingeniero industrial y consultor energético Cristian Alonso.
Aun así, el enorme yacimiento offshore denominado Presal fácilmente duplicará las reservas de crudo probadas del país vecino. Este jueves habrá una nueva oportunidad para subastar otros cinco bloques y se estima que despertará un mayor interés.
«Creo que mañana tendremos más propuestas porque es una región muy promisoria y el bono que deben pagar las empresas es menor. Aun así, no hay certeza y considero que fue un error estratégico del gobierno el haber organizado las subastas en días consecutivos», agregó Epiro.
Fuente: LPO.