Brasileños vienen a llenar el tanque de nafta a la Argentina
En Puerto Iguazú ya empieza a notarse que se acercan autos con patente brasileña a cargar nafta a las estaciones de la ciudad fronteriza. El litro en su país es alrededor de un 60% más caro. Pero además, si ese extranjero se acerca con reales o dólares billetes, puede cambiarlos en el mercado blue y así hacerse de una diferencia aún más importante. Esa es la postal que se empieza a ver en algunas estaciones de servicio de Misiones, admiten desde la Cecha, la institución que nuclea a los estacioneros.
En lo que va del año, la nafta aumentó alrededor de un 28% y dejó de hacerlo en el mes de mayo. En cambio, la inflación fue del 37%. Que quede claro: la nafta no es un precio regulado, es decir, nadie tiene que dar autorización para que aumente, pero sí lo está “de hecho”. Como YPF tiene la mayor participación de mercado -y además participación accionaria mayoritaria del Estado-, actúa de algún modo como “señalizadora” de precios. Si YPF aumenta, las demás aumentan. Si YPF no aumenta, las demás no quieren perder clientes por tener un producto más caro, así que tampoco aumentan.
La Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) ya denunció públicamente que las 1300 estaciones de bandera blanca (aquellas que no tienen marca), y que representan alrededor del 20% del mercado, están sufriendo complicaciones para conseguir producto, tanto por precio como por cantidad.
Guillermo Lego, gerente general de Cecha dijo: “Si bien el precio al público está ‘congelado’, el valor mayorista está abierto y ahí sí hay aumentos. Las estaciones de bandera blanca se abastecen de los mayoristas, y no pueden absorber ese aumento, por lo que le va dejando de comprar”.
Una fuente que conoce bien el mercado mayorista, agregó que las refinadoras prefieren abastecer a las estaciones de servicio propias (como en el caso de YPF o Axion, que están integradas hacia atrás) por una cuestión de “marca”. Para mantener la relación con el consumidor, priorizan lo propio, a pesar de que pueden vender la nafta a un precio menor que en el otro caso.
Se estima que el valor en surtidor está un 25% atrasado. En ese porcentaje no solo entra la inflación, sino lo que pasó en el precio internacional de la nafta: el barril de referencia, el Brent, cotiza por encima de los US $80, contra los menos de US $50 que hoy las refinerías les pagan a las productoras. Es por eso que no solamente hay una complicación de precio en el caso de las estaciones de bandera blanca, sino también de cantidades.
Lego confirmó que la Cecha le llevó el reclamo a su autoridad de aplicación, la Secretaría de Energía. Le pidieron que evaluará la cuestión del abastecimiento, e incluso deslizaron aplicar alguna norma. En tanto, fuentes de la secretaría que dirige Darío Martínez dijeron a este medio que por el momento no ven “problemas de producción de combustibles líquidos” y que la demanda aún está por debajo de los niveles prepandemia. “Si existe algún problema es meramente comercial entre privados”, señalaron.