California y la NASA se asocian para lanzar satélites que vigilarán emisiones de metano
California y la NASA, con el apoyo del multimillonario Michael Bloomberg, presentaron el jueves un proyecto de 100 millones de dólares para localizar desde el espacio las grandes emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de fuentes individuales como centrales eléctricas y refinerías de petróleo.
La asociación entre el estado, la agencia espacial estadounidense, la empresa de satélites Planet y otras cuatro instituciones lanzará sus dos primeros satélites en 2023. La tecnología podría ayudar a aumentar la presión sobre las industrias contaminantes -que ya están en el punto de mira de activistas medioambientales e inversores por su contribución al cambio climático- para que encuentren y tapen las fugas.
La iniciativa forma parte del creciente uso de la tecnología espacial para localizar grandes fuentes de metano, un gas de efecto invernadero que es 80 veces más potente que el dióxido de carbono en sus primeros 20 años en la atmósfera. Los científicos afirman que la identificación de las fuentes de metano es crucial para realizar los drásticos recortes de emisiones necesarios para evitar los peores impactos del cambio climático.
La coalición opera bajo una organización sin ánimo de lucro llamada Carbon Mapper, financiada por grupos filantrópicos como el de Bloomberg.
Los satélites Carbon Mapper utilizarán tecnología desarrollada por el Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL) de la NASA para ver y medir por primera vez las emisiones a escala de las instalaciones individuales. Otra tecnología de satélites ha monitorizado los gases de efecto invernadero en áreas geográficas más amplias.
Los datos se compartirán públicamente, pero las empresas que posean y exploten infraestructuras emisoras podrán suscribirse para acceder antes a los datos, lo que les permitirá solucionar rápidamente las fugas.
«Será transformador», dijo en una entrevista Riley Duren, investigador de la Universidad de Arizona y director ejecutivo de Carbon Mapper. «Hay un gran interés en usar este tipo de tecnología (…) para apoyar la empresa de detección y reparación de fugas».
El esfuerzo del satélite es una consecuencia de los estudios que el JPL realizó para el estado de California usando aviones de rastreo de metano. En ellos se identificó un pequeño número de «superemisores» de metano en las industrias del petróleo y el gas, de los residuos y de la agricultura, que contribuyen en gran medida al metano en la atmósfera.