Más de 2.000 kilómetros de costa brasileña están siendo afectados por el que podría ser el peor derrame de crudo en la historia del país.

Una gigantesca mancha de petróleo afecta cientos de localidades a lo largo de la costa de Brasil. Más de 2.000 kilómetros de playas están siendo cubiertas por el que podría ser el peor desastre petrolero en la historia del gigante sudamericano.

Lo anterior fue consignado por el CEO de Petrobras, Roberto Castello, quien en un evento en Río de Janeiro aseveró que la Marina está trabajando para abordar el desastre y mitigar los efectos. Se están analizando muestras del derrame para determinar su origen.

Hablando en el mismo evento, el ministro de Energía y Minería de Brasil, Bento Albuquerque, dijo que el derrame no debería tener impacto en las próximas subastas de derechos de extracción de petróleo del próximo mes, que se espera que atraigan miles de millones de dólares de inversión extranjera al país.

En rueda de prensa, Albuquerque aseveró que no vio ninguna “relación de causa y efecto” entre el desastre ambiental y las ofertas esperadas por el crudo, al tiempo que aseveró que el gobierno está haciendo “todo lo posible” para reducir el daño.

Pensando en dinero

La televisión brasileña ha mostrado manchas en el mar y charcos de petróleo a lo largo de las costas, así como tortugas cubiertas de alquitrán negro. Ejemplares de otras especies de fauna marina han sido encontrados muertos.

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovable (IBAMA) dijo que la petrolera estatal Petrobras analizó el derrame y determinó que provenía de una sola fuente, la cual aún se desconoce.

Otro análisis molecular arrojó que el derrame no se habría producido en territorio brasileño, país que es el noveno productor de crudo del mundo con 3.4 millones de barriles por día.

Petrobras informó que “el petróleo encontrado no es producido por Brasil. IBAMA solicitó el apoyo de Petrobras para trabajar en la limpieza de playas. En los próximos días, la compañía pondrá a disposición un contingente de aproximadamente 100 personas”, anunció el instituto ambiental en un comunicado.

pero el gobierno de Jair Bolsonaro está más preocupado por los costos económicos de este dantesco desastre que por los efectos del mismo en el medio ambiente.

Los postores que ganen derechos de exploración y producción en la subasta masiva del 6 de noviembre estarán obligados a pagar al gobierno un bono de firma combinado de unos 106.500 millones de reales (26.000 millones de dólares), lo que lo convierte en la mayor ronda de licitación de petróleo de la historia, según las autoridades brasileñas.

Fuente: La Red 21.