China funda un gigante de transporte de gas y petróleo y abre el sector a las inversiones
La nueva empresa unirá los ductos de tres empresas estatales y separará la producción, el transporte y las ventas de hidrocarburos.
China ha anunciado este lunes el lanzamiento de una empresa nacional de oleoductos y gasoductos que gestionará la mayor parte de la infraestructura energética del país y proporcionará a los inversores un acceso justo al sector.
Medios chinos recogen las palabras de un funcionario sin identificar que asegura que la nueva compañía «separará el transporte, la producción y las ventas [de petróleo y gas] y se abrirá a terceras entidades, algo que beneficiará a la competencia en el mercado».
La compañía será responsable de construir y conectar tuberías troncales de hidrocarburos, instalaciones de almacenamiento de gas, de atenuar los máximos y mínimos de consumo, de transportar crudo y los productos derivados de petróleo y gas natural a través de las tuberías, así como de divulgar la disponibilidad de esta infraestructura y la capacidad de almacenamiento para terceros, que podrán solicitar el acceso.
Se pretende fusionar las redes operadas por los tres gigantes estatales de China: la Corporación Nacional del Petróleo de China (CNPC), Sinopec y CNOOC, bajo un solo operador. A finales de 2018, el 63 % de los principales oleoductos y gasoductos de China pertenecían a CNPC, mientras que las otras dos empresas controlaban el 31 % y el 6 %, respectivamente.
Es previsible que la nueva empresa esté supervisada por la Comisión de Supervisión y Administración de Activos, un ente estatal que mantendría el 40 % de las acciones. El resto se repartiría entre las mencionadas CNPC, Sinopec y CNOOC (30, 20 y 10 %, respectivamente).
Hace exactamente dos meses la consultoría internacional Wood Mackenzie estimó que la nueva compañía china podría valer entre 80.000 y 105.000 millones de dólares. Sus expertos calificaron su creación de «paso en la dirección correcta», si bien advirtieron de un aumento de precios a corto plazo para el consumidor final a causa de la reforma institucional.
La decisión ha sido preparada con bastante antelación, al menos desde 2014, y forma parte de los planes de Pekín de duplicar su infraestructura de ductos para 2025. Su implementación tiene que ver con la puesta en marcha del gasoducto ‘Fuerza de Siberia’ (‘Sila Sibiri’ en ruso) para suministrar gas ruso al territorio chino, que aún deber ser conectado con la propia red china para que gas llegue hasta la costa este y ayude a satisfacer las crecientes necesidades de energía del país.
China es uno de los mayores importadores mundiales de petróleo y el segundo mayor comprador de gas natural.