Los yacimientos de Neuquén incrementaron su producción a 159.630 barriles diarios, cerca de los 169.683 barriles que se producían antes de la pandemia. De esta manera desplazó a Chubut como la principal productora de hidrocarburos del país. Vaca Muerta fue la clave.

La pandemia de COVID-19 y las extensas cuarentenas que decretaron los distintos países del globo para combatirla pusieron en jaque la economía global. Las expectativas de crecimiento que pronosticaba cada estado fueron reemplazadas por números rojos y la industria petrolera sufrió de lleno el impacto.

Con industrias y transporte paralizados o funcionando de manera restringida, el consumo de combustibles se derrumbó y arrastró tras de sí al precio del barril, que a mediados de abril llegó a cotizar en valores negativos: por problemas de almacenamiento y logística, los productores pagaban para que los refinadores retiraran el crudo.

Esa inédita situación golpeó con fuerza especialmente al petróleo no convencional, que tanto en Estados Unidos como en Argentina tiene costos de extracción por encima de los pozos convencionales y por ende necesitan un precio mínimo más alto. A esto hay que agregarle que pueden cerrarse temporalmente con menos riesgos y costos que los convencionales.

Para hacer frente al derrumbe de precios y evitar el colapso de la industria hidrocarburífera, tras arduas negociaciones y muchas idas y vueltas, el ministro de la Producción, Matías Kulfas, anunció un nuevo “barril criollo” en 45 dólares que debían pagar las refinerías a los productores, y sostenido por un precio de los combustibles establecido cuando el barril costaba u$s 70.

Sin embargo el susto parece haber durado poco, y el WTI cotiza ahora en torno a los 42 dólares mientras que el Brent lo hace en torno a los 44, ambos muy cerca de los 45 fijados por Kulfas y por encima de los costos de operación de los pozos en Vaca Muerta.

Esto impulsó la recuperación, que arrojó números impensados hace tan solo 60 días. La reapertura de los pozos cerrados en abril y la exportación en junio de 850 mil barriles motorizaron esa alza.

El repunte más destacado lo dio Vista Oil & Gas , de Miguel Galuccio, el petrolero favorito de CFK. En el área de “Bajada del palo oeste” pasó de producir 6.333 barriles diarios en marzo a 2.133 en mayo y hoy está en 13.247 barriles/día.

YPF y Chevron también tuvieron una recuperación destacada. En Loma Campana, el área más productiva de Vaca Muerta, pasaron de 28.218 barriles diarios en mayo a 37.633 al día de hoy, aún por debajo de los 45 mil de marzo.

La recuperación de la cuenca neuquina empujó la recuperación de la producción nacional. Si bien los 483 mil barriles diarios de los últimos días están un 8,5% por debajo de los 528 mil barriles de marzo, el fantasma de la parálisis general y el quebranto quedó, al menos por ahora, superado.

Fuente: Info Blanco Sobre Negro.