Cómo fue la producción de crudo en el 2020
Los datos de la Secretaría de Energía de la Nación permiten trazar una foto final de la producción en la provincia de Neuquén. Sobre el final del año, el repunte permitió esquivar el peor escenario del COVID-19.
La producción de petróleo en Neuquén estuvo atravesada por el COVID-19 en buena parte del 2020. Marzo había sido un mes récord para la provincia, que con el empuje de los pozos perforados en el 2019 alcanzó un récord que no se registraba hacía una década: 170 mil barriles diarios de producción. A esa mejor imagen en los yacimientos neuquinos la siguió una catastrófica: una caída de la demanda del 80% de los combustibles en el primer tramo de la pandemia, que paralizó los principales bloques productores de Vaca Muerta.
La salida de las restricciones conforme pasaban los meses moderaba ese peor escenario: Vaca Muerta pudo en junio exportar el 40% de su producción de crudo. Era una forma de ganar tiempo en medio de un mercado interno derrumbado que, sin embargo, empezaba a transitar un leve incremento en el consumo interno tras la flexibilización de las condiciones de la cuarentena.
Es lo que sucedió desde septiembre a noviembre, meses que mostraron una meseta en la producción de crudo: los 155 mil barriles diarios en promedio son la foto final del año.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Energía de la Nación, la provincia produjo entre enero y noviembre (últimos datos oficiales) un total de 51.988.324 barriles. En esos 335 días del 2020 (el período enero-noviembre), en consecuencia, el promedio de la producción arroja un resultado de 155.189 barriles diarios que salieron desde Neuquén, en el que fue el peor año de la historia petrolera.
Por contraste respecto de análisis previos, el escenario toma otra relevancia: Neuquén esperaba a principios del 2019 que la aceleración de los desarrollos masivos implicara exportaciones corrientes en este momento y una producción cercana a los 230 mil barriles diarios.
La crisis del coronavirus y la macroeconomía hicieron su parte para que eso no ocurriera en buena medida.
En los campos convencionales, Neuquén tuvo una producción total de 13.698.689 barriles. El top 5 de la producción lo integraron: YPF (8.950.856 barriles); Chevron (1.654.446), Vista Oil & Gas (842.571), Oilstone (556.559) y Geopark (461.040).
En tanto que en el principal segmento de la producción, la del shale oil de Vaca Muerta (38.289.635 barriles), las primeras cinco productoras fueron las siguientes: YPF (23.861.652), Shell (3.310.422), Pan American Energy (3.163.564), Vista Oil & Gas (2.320.349) y ExxonMobil (1.586.144).
El gráfico interactivo de la consultora Ricsa, el primero de una serie de tableros interactivos que +e presenta sobre el sector energético, ofrece la chance de acceder a la producción por segmento (convencional y no convencional), y al detalle de producción por empresa y yacimiento.
Es la foto de la producción de Neuquén, en un año en el que, de acuerdo con lo que informó el gobierno provincial días atrás, se terminaron invirtiendo en la provincia unos u$s 2000 millones, el grueso de ellos en áreas petroleras.
Como parámetro: en el 2019 habían totalizado u$s 4114 millones en todo el upstream en Neuquén.
Este año, el mercado petrolero sigue cruzado por la incertidumbre que impone la cuarentena, si bien hay un incipiente consenso en torno a las oportunidades de exportación del crudo.
Los principales referentes de la industria en el sector privado parecieran coincidir en las chances de abrir mercados para Vaca Muerta si las condiciones económicas se conjugan con la demanda, que tuvo noticias del shale oil neuquino en plena pandemia.
Al mismo tiempo, al menos por ahora, el precio del Brent habilita a pensar en oportunidades para el shale oil y los costos de producción que lograron las operadoras.
Fracking: la recuperación de una actividad clave
De acuerdo con los datos de NCS Multistage, el promedio de etapas de fractura por mes en 2020 fue de 269. El pico se alcanzó en noviembre con 545 y el fondo se tocó en abril, cuando hubo fracking cero. Ni los perforadores ni los sets de fractura se movilizaron en aquel mes, el más duro de la pandemia.
El ritmo venía creciente. En 2016 eran 143 las etapas de fractura promedio por mes, en 2017 llegaban a 248, en 2018 pasaron a 402 y en 2019 el promedio cerró en 534.
El shale de Vaca Muerta es el fuerte de la Cuenca Neuquina, mientas que otros tipos de roca como el tight están teniendo menos atención (no así en el sur de Santa Cruz, donde se está explorando esa zona de la Cuenca Austral) y viene en una constante caída en picada.
Compañías internacionales como Halliburton, Weatherford y Calfrac lideran este servicio (ver pág. 6).
Fuente: Más Energía.