Cómo será el gasoducto que unirá Vaca Muerta con Buenos Aires: la obra clave para la energía en la Argentina
El primer tramo se extenderá sobre 558 kilómetros, entre Tratayén (en la provincia de Neuquén) con Salliqueló (provincia de Buenos Aires) y permitirá aumentar el suministro de gas en 22 millones de metros cúbicos por día, según el gobierno.
El presidente Alberto Fernández lanzó este jueves la construcción de un gasoducto troncal desde el yacimiento de gas no convencional de Vaca Muerta, en el sudoeste de Argentina, con el fin de ampliar la capacidad de transporte del combustible para autoabastecimiento y exportación.
En un acto en Loma Campana, la zona de Vaca Muerta explotada por la petrolera estatal YPF en asociación con la estadounidense Chevron, Alberto Fernández celebró «el inicio de los trabajos tendientes a crear el gasoducto Néstor Kirchner», la obra de transporte de gas natural más importante en los últimos 40 años, en momentos en que los hidrocarburos alcanzan precios récord en el mercado mundial debido a la guerra en Ucrania.
La licitación de la obra, cuyo primera etapa costará unos 1.500 millones de dólares y su finalización se prevé en 2024, se lanzará en mayo para adjudicarla en julio e iniciarla en agosto, de acuerdo a los plazos previstos. Los caños ya fueron licitados.
El primer tramo se extenderá sobre 558 kilómetros, entre Tratayén (en la provincia de Neuquén) con Salliqueló (provincia de Buenos Aires) y permitirá aumentar el suministro de gas en 22 millones de metros cúbicos por día, según el gobierno.
La segunda etapa llevará el gas natural hasta San Jerónimo (400 km al norte de Buenos Aires) y sumará otros 17 millones de metros cúbicos diarios, lo que permitirá «abastecer a centros urbanos e industrias del centro y norte del país y dará la oportunidad de exportar a Brasil y Chile», afirmó un comunicado oficial.
«El primer objetivo del gasoducto es sustituir importaciones, sustituir todo el GNL (gas natural licuado), y el segundo es generar saldos exportables», destacó el secretario de Energía, Darío Martínez, quien apuntó que, en el verano pasado Argentina volvió a exportar gas a Chile después de 15 años tras haber revertido la caída de la producción.
Argentina tiene una creciente producción de gas natural gracias al desarrollo de su formación de hidrocarburos de esquisto de Vaca Muerta pero es aún insuficiente para autoabastecerse y debe importar gas de Bolivia (en 2021 12 millones de metros cúbicos diarios) y GNL.
En 2021, YPF aumentó 100% su producción de gas no convencional al pasar de 9 a 18 millones de metros cúbicos, precisó Pablo González, presidente de la empresa argentina fundada hace 100 años, privatizada en los 1990 y renacionalizada en 2012.
«Hoy hay una coyuntura geopolítica que hace posible que Argentina acelere el desarrollo del sector energético. Enfrentamos una oportunidad que requiere de aumentar la capacidad de infraestructura, como es este gasoducto, y de aumentar la inversión de escala», dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un mensaje grabado desde Washington donde participa de una reunión del G20.
Vaca Muerta se extiende sobre 30.000 kms cuadrados en la Patagonia argentina y es considerada la segunda reserva más importante del mundo de gas ‘shale’ y la cuarta en petróleo de esquisto.
Su explotación, con el método de fracturación hidráulica, es más costosa que la de los hidrocarburos convencionales. Los altos requerimientos de inversiones han retrasado la construcción de la infraestructura que permita aprovechar todo el potencial del yacimiento.
Además de YPF, operan en Vaca Muerta una veintena de empresas como las trasnacionales Chevron, Shell, Total y Statoil.
Fuente: Ambito