Con el Gasoducto Nestor Kirchner en marcha como estímulo, cuáles son las acciones energéticas que miran los inversores
Los interrogantes orbitan sobre quiénes serán los dueños de los recursos, a qué nivel de desarrollo apostarán, qué tipo de marco normativo y fiscal primará en Argentina y cómo repercutirán los resultados en el bolsillo de los argentinos.
Esta semana finalizó el llenado del Gasoducto Nestor Kirhcner y ya está en condiciones de transportar 11 millones de m3 diarios (MMm3/d) de gas natural desde Neuquén a Buenos Aires. Así, la macroeconomía de los últimos meses de 2023 podrá comenzar a sentir el efecto de la sustitución de importaciones de combustibles líquidos.
Mientra tanto, el mercado energético se encuentra a la espera de definiciones centrales del Ministerio de Economía sobre las siguientes etapas del Plan Transport.Ar, que buscará ampliar la capacidad de transporte de gas hacia el centro y norte argentino, completar la sustitución de importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y exportar a Chile, Brasil y Bolivia.
Para Arnaldo Bocco, economista y ex director del BCRA, el sistema de construcción de grandes obras «está intacto y sólo hay que ponerlo en marcha».
El ojo nacional, sobre Chubut
“Ahora no solo vamos a ser compensadores de la demanda interna, sino también vamos a tener un excedente que va a provocar ingresos en moneda dura”, proyecta el especialista.
En ese contexto, donde el potencial de los recursos energéticos argentinos está planteado y el Gasoducto NK es la prueba y puntapié fehaciente de un escenario auspicioso, las empresas vinculadas al sector encuentran especial valor a la hora de invertir en activos con potencial de suba.
La petrolera Vista Energy (VIST), tiene su operatoria radicada en Vaca Muerta y se asentó como una de las protagonistas de Argentina, y cotiza en Wall Street. El año pasado, su acción cerró con una suba de 194% y durante 2023 mantuvo un crecimiento de ganancias de 325% a nivel interanual. Desde Argentina, los inversores pueden adquirir sus Cedears.
El rally de Massa buscando votos
Otra empresa de relevancia es Tenaris (TS), la metalúrgica multinacional subsidiaria del grupo Techint, que desde 2020 viene consolidando un amplio margen de ganancias. Las acciones de la compañía mantienen un futuro auspicioso, en tanto las actividades de perforación continúen creciendo y, además, la demanda global de tubos de acero supere los niveles prepandemia. Su operatoria también se realiza a través de Cedears (títulos que se compran en pesos y representan parte de una acción de una empresa extranjera que cotiza en dólares en el exterior.)
Tras la suba de 68,6% en sus acciones durante 2022, sus papeles actualmente cotizan en torno a los USD 33 y proyectan una eventual revalorización de las acciones del 28%.
A su vez, Central Puerto (CEPU) es otra de las empresas del sector privado de mayor relevancia en cuanto a su capacidad instalada y generación eléctrica nacional. Sobre esto último, CEPU opera tanto a través de recursos convencionales como también de fuentes renovables. Durante el tercer trimestre de 2022, su margen de rentabilidad se situó diez puntos por encima de la media dentro de la industria. Así, su ADR (instrumento que permite que empresas del resto del mundo puedan negociarse en la bolsa de Estados Unidos) contó con una apreciación de 84,3%. Cotiza tanto en pesos en la bolsa bonaerense, como en Nueva York (con el formato de ADR).
Por otro lado, Pampa Energía (PAMP), la firma nacional energética que participa en los mercados de electricidad y gas, registró un aumento del 17% en las ventas totales de 2022. Eso permitió que su acción aumentara alrededor de diez dólares y los propietarios incrementaran sus ganancias en un 35%.
Ternium Argentina (TXAR)
Por último, Ternium Argentina (TXAR), el mayor fabricante de productos de acero plano en Argentina, posicionó su rentabilidad por encima de empresas con objetivos similares. Se estima que la demanda de acero continúe creciendo a nivel nacional por la performance de sectores estratégicos, como la construcción o la energía. Para este año, las estimaciones sobre sus ingresos se ubican 87% arriba a nivel interanual y más aún si los precios de metales industriales se alínean con la dinámica de los energéticos y agrícolas. Sus acciones cotizan tanto en el mercado local como también en Nueva York.
Además, Bocco pone el foco en el impacto directo que tendrán otros rubros conectados íntimamente con el sector energético: “A medida que se reduce el costo de un insumo gravitante en su estructura de costo, como es el gas, se empieza a demandar más mano de obra local porque se produce mejor, más eficiente y más barato, con grandes beneficios sobre la trama agroproductiva, industrial y de servicios.”
Otro factor clave para que el avance del desarrollo de sectores estratégicos se refleje en el aumento del valor de sus acciones, según el economista, es el financiamiento: “Pienso que la Argentina tendría que destinar una enorme cantidad de recursos privados, como el crédito bancario. Permitir que haya corriente de financiamiento a largo plazo para empresas que van a ser demandantes de nuevas tecnologías a partir del consumo de gas. La industria de alimentos, desde la láctea, cárnicas y procesamientos de otro tipo de alimentos de valor agregado, tendrían un gran impacto si tuvieran tecnología moderna. Voy a suponer un caso: si exportamos leche en polvo, la tonelada vale 3.300 dólares en el mercado internacional».
Cuáles son los más ambiciosos proyectos inmobiliarios en Puerto Madryn
De todos modos, como marca Dardo Jara, ex trabajador Agua y Energía Eléctrica San Nicolás, “estas decisiones tendrán mucho que ver con las elecciones de este año”, donde confrontan principalmente dos programas de país.
En ambos, el sector estratégico, así como también el minero y el agroindustrial, marcan su sello de forma transversal e inevitable.
Los interrogantes orbitan sobre quiénes serán los dueños de los recursos, a qué nivel de desarrollo apostarán, qué tipo de marco normativo y fiscal primará en Argentina y cómo repercutirán los resultados en el bolsillo de los argentinos.
En ese contexto, la volatilidad y el ciclo político pueden ser condicionantes de la trayectoria que puedan tener los papeles de las compañías mencionadas. “Tenemos 150 años para proveernos de gas y poder llegar a vender, pero primero deberíamos que abaratar los costos tanto para la industria como para el usuario”, concluye el empresario.
Fuente: ADN Sur