Convertir la grasa comestible en gasoil, una nueva estrategia de las petroleras
La producción de diesel renovable está creciendo debido a los incentivos de los gobiernos.
Muchos negocios apuestan a que los autos y camiones eléctricos e impulsados por hidrógeno jugarán un papel crítico en la lucha contra el cambio climático.
Las compañías que refinan crudo para convertirlo en combustible cada vez más utilizan estos restos para hacer una versión renovable del gasoil que puede reducir significativamente las emisiones de gases invernadero de camiones, autobuses y equipo industrial sin requerir que los negocios inviertan en vehículos nuevos.
El aceite de cocina usado es un ingrediente del diesel renovable. Foto: Jim Wilson/The New York Times.
Los refinadores están gastando unos 2 mil millones de dólares en reequipar las refinerías para producir el combustible en los próximos cuatro años.
El diesel renovable ha existido por años, y su producción ha crecido a ritmo constante porque el gobierno de Estados Unidos y California ofrecen incentivos para que las empresas lo produzcan y vendan.
Ese apoyo ha hecho que el combustible sea más atractivo para los refinadores de petróleo durante la pandemia porque la demanda de diesel normal, gasolina y combustible para jets se ha desplomado.
La producción del diesel renovable subió alrededor del 7 por ciento el año pasado. Las refinerías podrían producir hasta 14 mil millones de litros de diesel renovable para 2025, o más del 5 por ciento de la producción total de diesel en 2019, señala S&P Global Platts, firma de investigación de energía.
El diesel renovable puede usarse en los motores de diesel existentes sin que tenga que ser combinado con el diesel normal.
El diesel renovable, al igual que el biodiesel, es producido de residuos agrícolas y grasas animales, pero es procesado de forma diferente para hacerlo químicamente idéntico al diesel convencional derivado del petróleo.
Quemar el diesel renovable produce de 50 a 80 por ciento menos emisiones de gases invernadero que el diesel convencional, dependiendo de las materias primas que se usan.
Una preocupación es que a medida que más refinerías entran en este negocio, se les podría dificultar más hallar suficiente aceite de cocina y grasa animal.
“El verdadero límite del diesel renovable es la disponibilidad de la materia prima”, dijo Kurt Barrow, vicepresidente de la firma de consultoría IHS Markit.
Pero Jeremy Baines, presidente de Neste U.S., la unidad estadounidense de una firma de energía finlandesa, se muestra más optimista. Prevé que grandes empresas como Amazon, Walmart y UPS aumenten su uso del combustible.
Neste Oyj provee a sus dos mercados más grandes, Europa y Norteamérica, desde refinerías en Singapur, Países Bajos y Finlandia. La compañía recolecta grasa de decenas de miles de restaurantes de todo el mundo, luego la mezcla con desechos en sus refinerías.
Una vez procesado para crear diesel renovable, el combustible es enviado alrededor del mundo. Uno de sus clientes es Oakland, California, que usa el combustible en los vehículos municipales.
La suerte del diesel renovable mejoró en 2011 cuando California promulgó su Estándar de Combustibles Bajos en Carbono. Bajo el sistema, los productores de esos combustibles pueden vender créditos a los productores de combustibles altos en carbono.
Ésa es una buena noticia para las refinerías que batallan durante la pandemia y que están preocupadas por su futuro en una economía baja en carbono, afirmó Barrow.
Fuente: Clarín.