COVID19: Reducción de emisiones de 2.000 millones de toneladas de C02 con respecto a 2019
Con la particularidad de ser la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, post COVID 19 (tendrá lugar en la ciudad de Glasgow, Reino Unido, en 2021) la COP26 a la que se esperan asistan 196 (Uruguay entre ellos) que negociarán la aceleración de la acción climática para limitar el calentamiento global a 1.5 ° C, así como analizará el impacto mundial en materia de “descontaminación” a raíz de la pandemia del Coronavirus.
Se anuncian interesantes discusiones sobre la recuperación económica posterior a COVID-19 y de cómo puede hacer que las sociedades y las economías sean más resistentes a las crisis, justas y saludables, y cómo las prioridades cambiantes afectan la ambición climática y mejoran los planes climáticos nacionales.
Se esperan intervenciones en la cumbre de muchos actores de alto nivel, incluida la canciller alemana Angela Merkel, el jefe de la ONU, Antonio Guterres, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson (TBC) y Alok Sharma, presidente de la COP26. El evento es organizado por Alemania y el Reino Unido.
LOS VIRUS NO RESPETAN FRONTERAS
Una de las consignas que este organismo maneja es que todos los países deben intensificar sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar una crisis ecológica y humanitaria “La COP26 es el momento crucial para que los países alineen sus planes climáticos internos con el Acuerdo de París de 2015. La pandemia de COVID-19 demuestra la urgencia y la necesidad de una fuerte colaboración internacional para resolver problemas globales: los virus no respetan las fronteras ni los impactos climáticos. Los planes climáticos ambiciosos y un acuerdo global sobre colaboración asegurarán que el mundo sea más resistente y aumente su capacidad para enfrentar crisis futuras” señala el organismo.
Según un análisis realizado para Carbon Brief, (https://www.carbonbrief.org/) el bloqueo y la reducción de la actividad económica en China condujeron a una reducción estimada del 25 por ciento en las emisiones de CO2 durante cuatro semanas, situación que se repitió en casi todo el mundo en diferentes niveles.
El mismo instituto cree que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía y la quema de los combustibles fósiles van camino de registrar este año la mayor caída de la historia.
El impacto ocasionado por la pandemia y el desplome de las actividades (industria, transportes, etc.) provocará una reducción de emisiones de 2.000 millones de toneladas de C02, lo que representa un 5 por ciento de los gases emitidos el año 2019.
COMBUSTIBLES FÓSILES; LOS QUE MÁS CONTAMINAN
Otro dato interesante que ha surgido en la previa de la COP26 es que 2019 ha sido uno de los años más cálidos desde que se tienen registros en el que la temperatura media del planeta ha subido 1,1 grados en comparación con los niveles preindustriales. El aumento de temperatura en gran medida es debido a la emisión de gases de efecto invernadero, de los que el principal es el dióxido de carbono (CO2) y la mayor fuente de emisión se deriva de combustibles como el petróleo, el gas y el carbón.
En la edición de la COP 25 (Madrid 2019) Uruguay se había comprometido a reducir en un 50 por ciento la intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero a 2025, mejorando inclusive la contribución tentativa hecha en 2015.
INFORME IRENA 2050
De acuerdo con un informe de la IRENA (Agencia Internacional de Energías Renovables) la reducción más profunda de las emisiones de carbono a través de las energías renovables tendrá enormes beneficios socioeconómicos. Puede aumentar el PIB unos 98 billones de dólares adicionales para 2050 (2.4 por ciento más de crecimiento a mediados de siglo) y crear decenas de millones de empleos adicionales en energía renovable, eficiencia energética y campos relacionados.
Las energías renovables podrían crear 42 millones de empleos en todo el mundo para 2050, mientras que las economías serían más resistentes y menos propensas a las conmociones externas.
ACCIONES DE MITIGACIÓN
Uruguay tiene una economía abierta basada fuertemente en la producción agroindustrial, y en un sector turístico focalizado especialmente en la zona costera. Estos factores hacen que el país sea altamente vulnerable al cambio y la variabilidad climática, por ello se viene trabajando en la implementación de medidas tendientes a aumentar la resiliencia y la adaptación al cambio climático, aunque su posición (rodeado en un gran porcentaje por agua) favorece a mitigar el “efecto invernadero” y pureza del aire.
En este sentido, nuestro país ha realizado acciones de mitigación en forma sostenida y sistemática, en varios sectores de la economía, principalmente en los ámbitos de la energía y agropecuario, pero también se han desarrollado acciones en otros sectores como el de residuos.
URUGUAY EL CIELO MÁS LIMPIO DE AMÉRICA
En el último estudio publicado por la Universidad de Yale (Environmental Performance Index) se publicó un mapa satelital en el que se percibe la concentración de materia fina de partículas (PM 2.5) en todos los países del mundo, a través del que es posible comparar diversas ciudades con países enteros, en el que ubica a Uruguay entre los de menos contaminación y primero en el continente junto a Costa Rica en este aspecto.
El estudio establece un ranking de los lugares más (y menos) contaminantes del planeta en función de cómo cuidan el medio ambiente, cómo es la calidad del aire, sus bosques y biodiversidad o el uso de la pesca, destacándose Finlandia como el país más verde del mundo.
Asimismo, la baja de un 80 por ciento en la circulación de vehículos en nuestro territorio durante al menos 30 días, marcó muy bajas concentraciones de CO2 en el aire.
Fuente: Surtidores.com